sábado, 13 de abril de 2013

Nasi goreng a la madrileña

Comida indonesia para un sábado de primavera

Me levanté esta mañana muy indonesio. Y lo primero que hice fue poner un cd de gamelán modernito que tenía de uno de mis viajes al centro de Madrid.

Después preparé un sambal oelek despepitando un puñado de pimienta cayena, hirviendo esas guindillas por espacio de 15 minutos. Luego las escurrí y machaqué en un mortero con unas tiras de pimientos del piquillo bercianos, para darles color, sal, azúcar de caña, un chorrito de vinagre y aceite. Salió salvaje, con una puntita de una cucharilla tenías para dar botes durante un buen rato.

Luego preparé un aderezo de pepino con medias lunas de calabacín (vaya patinazo), albahaca, vinagre, azúcar de caña y sal, previo despepite y despiporre posterior por la confusión de las cucurbitáceas.


Y ahora el nasi goreng

En ese maravilloso país que es Indonesia el nasi goreng es como nuestro cocido, o mejor, como nuestra paella, un plato muy popular y que admite variantes. Las mía es que empleé merluza en vez de de pollo.

Ahí va la receta:

Arroz blanco cocido con un diente de ajo y sal.

Se cortan en juliana (tiras) zanahoria y cebolla y se añade un diente de ajo picado. Se fríe con girasol. Se agregan langostinos cortados a lo largo y la merluza en trozos. Se incorporan cacahuete picado (cuidado con la sal), salsa de soja y el sambal oelek (con mucho tiento) y después el arroz. Se puede usar un wok si se desea, si no, una sartén honda.

Habremos hecho antes una tortilla plana de un huevo, que enrollamos y cortamos en tiras para decorar. También usaremos unas tiras de pimientos del piquillo.

Podemos acompañar de pan crujiente y agua con gas.