domingo, 29 de enero de 2023

"La voz humana" de Cocteau por Marjo Nina Ikonen

Marjo Nina Ikonen en "La voz humana". Foto: Zenobita
La Voz, … La voz a ti debida, La voz humana, …

Las voces de las personas que amamos, las que nos aman y las que nos desdeñan …

Mi primer encuentro con esa extraña palabra de tres letras fue a través de los recitales grabados de Frank Sinatra en un televisor de blanco y negro.

A Sinatra se le conocía como ‘La voz’, no por su virtuosismo como cantante, sino por su capacidad de emocionar y transmitir a través de ella. Algunos decían que su directo te erizaba la piel con sólo coger ya el micrófono y despertaba todas y cada una de las sensaciones que tenías olvidadas y enterradas dentro de ti.

Conocí la poesía amorosa de Salinas más tarde, incluso llegué a regalar un La voz a ti debida, ilustrado en la contraportada personalmente y dedicado, como un regalo muy preciado por mí. Y así también descubrí luego a Garcilaso.

 

“… mas con la lengua muerta y fría en la boca
pienso mover la voz a ti debida;
libre mi alma de su estrecha roca,
por el Estigio lago conducida,

 

El endecasílabo de este fragmento lo incluye Cervantes en su segunda parte del Quijote, por lo que debió de gustarle también mucho eso de la 'voz'.

Mis concepciones platónica y petrarquista del amor son casi contemporáneas de este poemario, y becquerianas y byronianas también, por lo que es casi inmediato que me emocionen los versos de Pedro Salinas pero ¿y esta obra de Cocteau?

Jean Cocteau por Modigliani
La voz a ti debida es de 1933. Y La voz humana de Jean Cocteau de 1930. ¿Qué acontecía en aquellos años para que la voz interior del amor inspirara a ambos poetas?

Años convulsos los 30, después de la Gran Depresión con la estrepitosa caída de las bolsas de valores. Tal vez ambos quisieron apostar a un valor seguro, como el amor, o al menos a un trasfondo que todos entendían y deseaban.

La biografía sentimental del poeta francés es tortuosa, y tal vez eso le llevó a describir tan bien el desdén y la intensidad de un amor no correspondido, como el que emborrona furiosamente el texto en La voz humana, monólogo desgarrador de una mujer cuyo amante ya se ha aburrido de ella y busca otros horizontes más jóvenes y estimulantes.

El carácter de la protagonista: voluble, embaucador, atribulado y hasta colérico, nos puede dar un atisbo de por dónde su amante pudo entrever una relación con la que debía acabar, aunque no es el argumento de la obra, sino más bien cómo una mujer, presa de una pasión arrebatada por un hombre, sufre de tristeza y rabia por el abandono, intentando convencer a su amante de que ella lo ama y que esa es la única razón para que esté con ella de nuevo.

Marjo Nina Ikonen en "La voz humana". Foto: Zenobita
No encontraremos en La voz humana un recetario de amor ni una sola enseñanza que colegir. La obra no es más que el despecho de una mujer repudiada que se aferra a la voz de su examante porque ya no puede tener y besar su cuerpo, acariciar su cabello o dormir sobre su pecho.

El recurso a un aparato telefónico que interrumpe constantemente la conversación pudo ser en 1930 un comienzo tragicómico, algo que había sufrido la mayoría de los espectadores en la Francia de la época y que generaba un encuadre de complicidad con la protagonista, desesperada con la operadora.

Una vez desarmado el público por algo que podría ser una comedia, nos damos cuenta de la gravedad de la situación por el sufrimiento de la actriz, pues se aferra a una relación aunque sepa del amargo desenlace.

La actriz Marjo Nina Ikonen transmite plenamente esa sensación de desasosiego al espectador con los altibajos emocionales de quien se ilusiona con sus propias palabras y se estremece de dolor y de rabia con la indiferencia de su expareja.

Marjo Nina Ikonen. Foto: Zenobita
Nos presenta la expresión desmadejada de una mujer que creía que estaba lista para la ruptura, para que la dejaran por otra, pero que se derrumba a medida que transcurre la obra y vamos conociendo su miedo a la vejez, su inseguridad real, su fragilidad emocional y su extrema dependencia emocional de un hombre, que podría haber sido otro cualquiera, porque lo que de verdad la aterra es la soledad.

La representación de Ikonen en Arroyomolinos nos descubrió el drama de Cocteau desde el prisma de una mujer más despechada y furiosa que zalamera, más ofendida que sumisa, y realmente con pocas posibilidades de conseguir un retorno de su amante por el esfuerzo de sus propios medios.

Volvería como loca a sus brazos, angustiada esperando su llamada, dispuesta a salir a su encuentro si él no llamaba … pero no tiene más recursos que producirle pena por lo que está sufriendo por él, con amenazas apenas veladas de acabar con su vida. ¿Puede ser suficiente?

La representación de la actriz tiene el valor de generar empatía por una persona tan incómoda de tratar como la soprano protagonista: engreída, exigente y muy básica en sus sentimientos, que se reducen a la mera compañía y al fetichismo de ser acariciada por los objetos personales del amor perdido.

Nos envuelve en la angustia del sufrimiento por desamor ¿quién no lo ha padecido? Nos incomoda con su desesperación, nos conmueve con su patetismo ¿realmente se merece que la abandonen? La mortificación del personaje está muy bien conseguida y el papel le viene como anillo al dedo a la actriz.

La obra de Cocteau es un gran reto para cada actriz, y no está al alcance de cualquiera, que sin la intensidad adecuada en la interpretación sería vacuo y hasta ridículo en nuestro tiempo tecnológico actual.

Marjo Nina Ikonen. Foto: Zenobita
Ikonen realiza un esfuerzo mayúsculo de ponderación y exabrupto, una gran preparación y disciplina memorística e interpretativa, que acompaña con el lenguaje no verbal requerido -muy exigente- para que no parezca una simple voz parlante escasa de tragedia. La mímica y la voz se integran con gran acierto, uno de los fuertes de esta actriz que recientemente actuó en Teatros del Canal (Aburrimiento chair) y la Euskal Etxea de Madrid (La voz humana) con una buena acogida por parte del público.

Buen vestuario, sencilla y buena puesta en escena y un gran acierto el abordaje de esta obra, traducida directamente del francés por el director de escena para esta representación, que necesita ser sutilmente pulida en algunos pasajes para adaptarlo a un español más fluido de interpretar.



Representación

La voz humana
Marjo Nina Ikonen
Artistic, espacio cultural
Arroyomolinos, Madrid
8 de enero, 2023