Madrid, enero, 2012
En el Paseo de la Dirección podemos encontrar una muestra de arte moderno de la época postindustrial o cutreindustrial, un verdadero alarde del operario, mezcla de incultura cívica, mal gusto, insolidaridad y soberbia, aderezado con un desprecio a sus semejantes, a su compañía y hacia sí mismo.
¿El simbolismo expresa el estado mental de un país o sólo del individuo creador? ¿Ningún responsable ha supervisado la obra? ¿Van a tomar cartas en el asunto de cara al posible evento olímpico los responsables municipales?
Los productos o creaciones hablan de sus autores, pero también de los supervisores, de las empresas que les pagan y de los ciudadanos que no denuncian los hechos. ¿Recuerdan? se puede pecar de palabra, obra ... u omisión.
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