Madrid es una ciudad bien conocida por ser la capital de España. España es un país donde se habla español, cuya lengua es oficial en todo el país. Y precisamente en Madrid no hay ninguna otra lengua española oficial. Y, de momento, tampoco ninguna otra lengua extranjera.
Se da la circunstancia de que es una lengua hablada por muchos millones de personas que no son españolas y también que hay palabras casi universales que provienen del español, como "plaza". Otras palabras en español se parecen a otras francesas, inglesas, italianas, ... como "Oriente".
Pero los señores responsables de la cartelería de los monumentos en Madrid han considerado que, por ejemplo, "Plaza de Oriente" no lo entienden los angloparlantes y han decidido repetirlo -"en inglés"- justo debajo, para que esta vez sí se entienda, poniendo, con un par de arquetípicos huevos, exactamente lo mismo.
Pero señores, ¿no se acusa a los alemanes de cuadriculados? ¿De qué deberíamos acusarles a ustedes? Desearía que tan sólo hubiera sido producto de la rigidez mental y no fruto del más burdo servilismo, del más patético complejo de inferioridad.
Si alguno de ustedes que vaya por esos mundos de Dios detecta "traducciones" como la precedente, ruego una nota inmediata, para reducir la congoja que produce tener gestores tan proclives a la genuflexión y a ejercer de mentecatos, que nos sonrojan a propios y extraños.
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