Los políticos de Madrid, hartos de estrujarse el cerebro para conseguir ingresos, han utilizado el patrimonio de todos los madrileños -los nombres de sus estaciones de metro- para endilgarnos forzosamente -por huevos- la propaganda de unos teléfonos móviles coreanos.
Se trata de un atentado a la libertad de elección desde el capitalismo, neoliberalismo o como coñ ... quieran llamarlo que nos obliga a comulgar a la fuerza. Lo mismo que cuando te "colocan" un anuncio mezclado con las noticias, como pa que no te des cuenta.
Lo grave de este asunto es que el metro se utiliza por obligación, no por capricho, y la publicidad debe estar en su sitio. Si empezamos así, pronto repetiremos como papagayos la marca junto con la estación, inoculándonos las marcas sin defensa posible.
¿Acaso no se dió cuenta el imbécil promotor de aquesta modalidad que su libertad queda comprometida?
Metro de Madrid se confunde cuando permite la venta de discos piratas dentro de muchas estaciones, la venta de bolsos, ... cuando no es sensible a la crítica de su campaña cutre "Más por menos", cuando no abre al menos algunas estaciones 24 horas, cuando sube el billete sencillo un 50%, cuando día sí y día también las escaleras mecánicas no funcionan y se ven padres arrastrando los cochecitos de sus niños por las escaleras, los ascensores son irrespirables del olor y del calor, cuando en los vagones se cuece uno o se apiña como una sardina, cuando los revisores te acosan como perros de presa, en fin: el mejor metro del mundo, ...
Menos soberbia y más humildad para atender a los clientes, a los ciudadanos, a las personas.
Sólo falta ya que en la sopa de letras incluyan un software para que se ordenen, te den los buenos días y te vendan que el chorizo está de oferta en Mercadona.
Se trata de un atentado a la libertad de elección desde el capitalismo, neoliberalismo o como coñ ... quieran llamarlo que nos obliga a comulgar a la fuerza. Lo mismo que cuando te "colocan" un anuncio mezclado con las noticias, como pa que no te des cuenta.
Lo grave de este asunto es que el metro se utiliza por obligación, no por capricho, y la publicidad debe estar en su sitio. Si empezamos así, pronto repetiremos como papagayos la marca junto con la estación, inoculándonos las marcas sin defensa posible.
¿Acaso no se dió cuenta el imbécil promotor de aquesta modalidad que su libertad queda comprometida?
Metro de Madrid se confunde cuando permite la venta de discos piratas dentro de muchas estaciones, la venta de bolsos, ... cuando no es sensible a la crítica de su campaña cutre "Más por menos", cuando no abre al menos algunas estaciones 24 horas, cuando sube el billete sencillo un 50%, cuando día sí y día también las escaleras mecánicas no funcionan y se ven padres arrastrando los cochecitos de sus niños por las escaleras, los ascensores son irrespirables del olor y del calor, cuando en los vagones se cuece uno o se apiña como una sardina, cuando los revisores te acosan como perros de presa, en fin: el mejor metro del mundo, ...
Menos soberbia y más humildad para atender a los clientes, a los ciudadanos, a las personas.
Sólo falta ya que en la sopa de letras incluyan un software para que se ordenen, te den los buenos días y te vendan que el chorizo está de oferta en Mercadona.
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