Intertítulo de El Gabinete del Dr. Caligari |
El Goethe Institut de Madrid programó una película como parte de los actos culturales de EUNIC del 25 de septiembre, que menos …
Y eligió la monstruosidad de Robert Wiene …
Todos los que saben de estas cosas habían oído hablar de El Gabinete del Doctor Caligari (1920), pero pocos la habían visto, e incluso la mayor parte de sus amigos creían que el tema iba de música …
Comienzo de la película |
Una feria, un despreciable y oscuro científico y varios personajes de un pueblo inencontrado llamado Holstenwall conforman el elenco de dementes que circulan por esta cinta mítica e irrepetible, de decorados expresionistas tan deformados como los sujetos que los recorren.
A final el asunto se aclara y no hay tales italianos, quedando todo en casa, como la amarga confirmación de la angustia vital en la que vivían los alemanes de entreguerras.
La penumbras dominicales de la media tarde las aderezaba antaño con filmes expresionistas alemanes mientras entraba en trance … y caía hacia un lado con la boca abierta, esperando que el frío me despertase de una profunda anestesia.
Desde las sesiones veraniegas del Patio Herreriano de Valladolid no los había visto completos, invadido de un misterioso sopor atribuible a la magia imprimida en aquellas imágenes grises y pardas.
Hoy tenía la oportunidad de resarcirme y volver a ver el final de una historia de 94 años.
Me acomodé en unos cojines blancos y azules colocados en el suelo, tan del gusto de los adolescentes alemanes … y me dolía la espalda.
En la presentación, un músico de edad indeterminada pero sospechosamente experta y afín, anunciaba música en directo de ex profeso.
Al poco, la espera …
El Doctor Caligari |
Todos pensábamos que era mejor suspender la música, qué más daba, al fin y al cabo Wiene la hizo muda. Pero no, el empecinamiento alemán, su falta de flexibilidad y el carácter indómito de los españoles frente a la adversidad de los elementos escasamente preparados, nos ofreció: un cable.
El abyecto Caligari |
Una rápida visita al aseo para engullir agua clorada del Manzanares y poder respirar … y la música estridente sonaba ya. ¡Aleluya! digo … ¡Abracadabra!
Durante 75 minutos se nos amordazó en la sala con los sonidos oníricos y chirriantes
de una tétrica sensación. Una nueva visión para una película icónica, una cautivadora
atmósfera de misterio derramada sobre todos y que rebautizó a Wiene como genio, como precursor, pero que me ratificó en las impresiones de mis primeros visionados: no es una película política, sino de horror colectivo, como en la Invasión de los Ultracuerpos.
Wilkins Micawber |
Y si bien el patio del manicomio se asemeja a los alemanes alienados bajo el control de un rector nativo que los enfermos creen italiano, el doctor Caligari -con su sombrero de copa- se parece más al prestamista inglés Wilkins Micawber.
Este personaje de la novela de Dickens, David Copperfield, es la cruel caricatura, posiblemente, de la Gran Bretaña que impuso las humillantes condiciones económicas de la derrota de 1918 a Alemania (269 billones de marcos). Y mucho más parecido que a cualquier simplona especulación de propaganda anti-totalitaria que las mentes de fácil contaminación le atribuyen.
Este personaje de la novela de Dickens, David Copperfield, es la cruel caricatura, posiblemente, de la Gran Bretaña que impuso las humillantes condiciones económicas de la derrota de 1918 a Alemania (269 billones de marcos). Y mucho más parecido que a cualquier simplona especulación de propaganda anti-totalitaria que las mentes de fácil contaminación le atribuyen.
Pero al final, el que manda en el manicomio es el director, que tiene lo que Francis y los demás necesitan …
Fantástica ambientación musical de muchos quilates … El empecinamiento hispano-alemán funcionó y la espera mereció la pena con creces.
Enlaces
Ampliando la interpretación, la mente que no para
Caligari es visto como un extranjero que dirige a un extranjero sonámbulo contra los habitantes alemanes de Holstenwall, pero la realidad se descubre, y no es sino un imitador alemán de pérfidas técnicas extranjeras que utiliza a un alemán alienado para cometer crímenes contra sus compatriotas y probar sus teorías sobre el control de la mente humana.
Al menos eso creíamos todos, porque al final se descubre el pastel y no es sino el poder de los funcionarios de Alemania el que le pone una camisa de fuerza a los alemanes y trata de locura su disidencia. La vida es sueño.
Apéndice aclaratorio
En la afición de crítico de cine abundan la querencia a ser un malintencionado hijodeputa o un redomado ignorante. Y es del segundo extremo del que procuro alejarme, pues lo primero es idiosincrasia -y se tiene o no se tiene- y lo segundo es pereza.