sábado, 27 de junio de 2015

Itinerario de Hernán Cortés, la exposición

El viaje a través del proceloso Océano
Hernán Cortés resucita en Madrid
La exposición del Canal de Isabel II

Una de las exposiciones más espectaculares y relevantes de las que he podido disfrutar en Madrid esta pasada Semana Santa es la del Itinerario de Hernán Cortés, o de cómo su genealogía rural extremeña desemboca en la conquista del formidable y urbano Imperio Azteca.

El recorrido por la historia del sustrato cultural de Hernán Cortés, desde las tribus célticas de influencia ibérica que se romanizan, hasta el pulso guerrero de germanos y musulmanes, siempre en tierra de frontera, destila su carácter en el crisol de la Reconquista, que forjó hombres extremeños tan duros como el acero de sus espadas.

Portulanos y navegantes
El anhelo de esos varones pétreos de los frugales reinos cristianos peninsulares, siempre ávidos de las riquezas y comodidades de sus vecinos ibéricos musulmanes, sirvió de catapulta para lanzarlos a las aventuras de Italia y de América, un destino mágico este último del que los pocos viajeros que volvieron contaban extrañas maravillas.

El recorrido por una España todavía medieval pero imbuida de renacentismo asombra por el desarrollo tecnológico alcanzado, en el que naves, instrumentos de navegación, minería y armas ayudan a que esos españoles se conviertan en conquistadores en Europa, África, América, Asia y Oceanía.

Esplendor azteca
Las espadas y corazas de acero, los arcabuces, las tácticas militares desarrolladas en las campañas ibéricas e italianas y la capacidad de negociación con los pueblos rivales acabaron hundiendo en tan sólo 3 años la civilización mexica, que no resistió el empuje y coraje de unas docenas de hombres que ellos llegaron a considerar enviados de los dioses.

Colección de cráneos
En la exposición veremos mapas, audiovisuales, documentos de la época, vestimenta militar de ambos bandos y una muestra del arte de las dos grandes civilizaciones que se dan en Méjico: la mexica y la española.

Fantástica exposición con gratas sorpresas.



Dónde y cuándo

Salas de Exposiciones del Canal de Isabel II en el Paseo de la Castellana, Madrid

Del 3 de diciembre de 2014 al 3 de mayo de 2015

Canal de Isabel II Gestión, en un proyecto de producción propia y a gran escala, en colaboración con la Real Academia de la Historia y el Instituto Nacional de Antropología e Historia de México, ha reunido un valioso y variopinto material de ambos lados del Atlántico para mostrar las peripecias de Hernán Cortés y el encuentro entre culturas en su búsqueda de nuevos horizontes.

Más de 400 piezas, algunas de ellas nunca antes expuestas, y gran cantidad de recursos, para construir una constelación de referencias con las que el visitante puede disfrutar de una experiencia didáctica y enriquecedora.

Esta exposición es el resultado de un proceso de investigación ambicioso y extenso sobre la vida de uno de los personajes más cautivadores de nuestra historia y su influencia en la vida, arte, costumbres y religión tanto del México azteca como de la España del Siglo de Oro.          


Cortés pudo reunir quinientos cincuenta españoles (de los cuáles cincuenta eran marineros) y dieciséis caballos. Además, desobedeciendo las instrucciones de Velázquez, llevó doscientos auxiliares, algunos eran nativos de la isla y otros eran esclavos de raza negra.








Consideraciones históricas, políticas, militares y culturales sobre Hernán Cortés 

He dejado esta consideración final para orillarla al margen del personaje histórico y no mezclarlo con el discurso de intereses contrapuestos que suscita su figura y el poder al que servía.

Los patriotismos y afectos al rey son motores de la autoconfianza, como las fes, y se enmarcan en su tiempo correspondiente, por lo que toda interpretación posterior no debe pasar por alto esta premisa si no quiere caer en el ridículo histórico o en el chauvinismo más zafio o interesado.

Los muchos franceses que adoran y admiran a Napoleón –y muchos europeos y americanos papanatas también- olvidan la destrucción que causó su idea de una “Europa Unida”. En España lo recordamos como el que devastó sus campos, sus fábricas, sus catedrales, sus conventos, sus obras de arte, por sus fusilamientos masivos, y sumió al país en las cenizas de las que apenas nos estamos reponiendo aún.

En Rusia y Centroeuropa tal vez su recuerdo sea incluso menos grato. Su influencia en España “no va más allá” que la de imponer a sangre y fuego su idea masónica anticlerical y antimonárquica, y la que supuso el advenimiento de tres guerras civiles en el siglo XIX, la pérdida de las colonias americanas y asiáticas, y otra guerra civil en el siglo XX.

En resumidas cuentas: 200 años de nefasta influencia.


Las historias mitigadas de otros países

En Dinamarca, Noruega, Suecia e Islandia, los vikingos, verdadero azote de los europeos del continente y las islas durante décadas, son pintados como amables y rudos navegantes, con una ocupación que no son capaces de explicar, aunque las citas de la época de sus pillajes estremecen hasta a sus crueles contemporáneos.

Los ingleses hacen de sus piratas caribeños héroes contra el imperialismo, y los embarcan en causas justas y plenas de romanticismo y ansias de libertad, aunque tampoco entran en detalles sobre sus pillerías, violaciones, desmembramientos y mutilaciones, tan habituales en estos alegres muchachos del ron.

Julio César, qué gran héroe, sometió a base de guerra a las Galias, como era común en su época, y también usaron la guerra y la destrucción Alejandro Magno y Aníbal, todos glorificados generales.

Y qué decir de las otras naciones, con su Temujín o Genghis Khan, el de los mil hijos y violador de europeas al frente, Tamerlán el de las pirámides de cabezas , los “héroes” norteamericanos que arrojaron la primera bomba atómica sobre civiles indefensos, o las masacres de civiles en Vietnam, los bombardeos sobre las ciudades alemanas que achicharraban mujeres y niños, y tantas otras matanzas glorificadas o justificadas por las modernas potencias herederas de aquéllas otras.


Y ahora nosotros, porque para criticar ya están ellos

Es entonces cuando llegamos y debemos juzgar la figura de Hernán Cortés, un denostado personaje al que los historiadores americanos, británicos, franceses y alemanes han convertido en un vampiro abusón sediento de sangre, destructor de civilizaciones, ávido de oro y poseído de una fe ridiculizada. Sí, esos mismos reinos cristianos cuyos súbditos comieron carne humana en las Cruzadas, exterminaban indígenas a millones en el Oeste Americano y sometían a sus colonias a una esclavitud de consecuencias y pobreza vergonzantes que llegan hasta nuestros días.

Hernán Cortés servía a sus intereses particulares y a los de su Rey, sí, pero se valió del odio y resentimiento que le tenían los pueblos mejicanos a la crueldad y dominio de los aztecas para conquistar esa nación y crear otra nueva, por lo que su acción entra en la dinámica propia de la historia del Méjico más indígena y autóctono.


Influencia y propaganda

La creación de nuevas ciudades, universidades, códigos políticos, iglesias e industrias, en definitiva Civilización, sólo encuentra parangón en Occidente en el Imperio Romano, del que procedemos. Todo lo que sea negar esto no es más que propaganda “hereje” y Leyenda Negra, por utilizar términos de la época, y cuyo fin es enterrar la influencia española en América para favorecer los maltrechos egos genocidas de algunos historiadores alemanes, las envidias atávicas francesas y los intereses geopolíticos de los anglosajones americanos y europeos, con el firme propósito de penetrar culturalmente y económicamente en el continente americano.

Revestidos con los ropajes del fantasma de Bartolomé de las Casas y las lecturas de historiadores interesados, los quintacolumnistas de la izquierda más reaccionaria española y bolivariana, y menos enterada, se arropan en el derecho a opinar viendo la realidad por el canuto por el que les dejan mirar, sin entender que, o bien se dejan caer en brazos de las naciones de mayor poder político capitalista y de propaganda o se refugian en las soflamas soviéticas, posiblemente el régimen de la historia moderna que más y mejor ha aplicado el exterminio de los que no opinaban como ellos.


Enlaces
La tumba de Hernán Cortés

La más devastadora y perdurable de las derrotas es la que proviene del desprestigio, la difamación, la intriga, el aislamiento y la consiguiente desmoralización de la sociedad que sostiene a un ejército.





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