viernes, 15 de enero de 2016

Un cuarto de maravillas en Madrid

Vértebras de rorcual
Los gabinetes de curiosidades son raros hoy en día, pero formaron parte del ocio y del asombro de las personas más cultas y más zafias de la Europa que exploraba e investigaba, antes que la fotografía aliviara la matanza de animales raros y el peso de los equipajes macabros que volvían a Europa.

Los bestiarios, junto con plumas maravillosas, esqueletos imposibles, pieles raras y descomunales huesos formaron parte de esos extraños gabinetes, que hoy miramos a medio camino entre el interés y el horror.

Musei Wormiani
Numerosos exploradores científicos y otros menos rigurosos liquidaron, exhumaron, despellejaron, robaron y dibujaron durante siglos las maravillas que vieron, para compartirlas, y también para ser creídos y admirados. Otros, simplemente, dejaron volar su imaginación y elucubraron sobre viejos cuentos.

Alguna de aquellas polvorientas colecciones de animales envitrinados conocí en el ajado Museo de Ciencias Naturales de Madrid, hoy lamentablemente convertido en un pernicioso ejemplo de cómo alejar a las gentes de la magia por lo desconocido y el interés por el conocimiento.

Las colecciones particulares de los viajeros asombrados que se abrieron a cierto público conformaron los cuartos de maravillas y posiblemente fueron los primeros museos de Ciencias Naturales.


Gabinete de curiosidades de la calle Noviciado
La Biblioteca y Gabinete de curiosidades

El modesto gabinete que hoy presento es un magnífico resumen para acercarse a aquella manera primitiva e inquietante de hacer Ciencia, cuando todavía no era coto privado de los científicos profesionales y absorbía el tiempo, los dineros y la salud de quienes sucumbían a ella.

Sólo tienes hasta mañana para poder verlo.

Bestiario de Juan de Austria
Unas cuantas vértebras y costillas de rorcual, algunos esqueletos, fósiles insulsos y enmohecidos insectos acompañan a facsímiles de bestiarios iluminados en gótica y tratados originales de la Biblioteca de la Complutense para el uso de pretéritos estudiantes.

Lee los paneles y te llevarás una rica impresión de los orígenes de las modernas guías de aves y del maravilloso afán humano por describir y explicar lo que a priori no entiende.


En la foto de la derecha: el Bestiario de Juan de Austria, de Martín Villaverde (S. XVI).




Descripción a vuelapluma

De entrada, lo que más me impresionó fue la existencia misma de este gabinete efímero, y también los pobres recursos "raros", característicos de un gabinete de este estilo, que realmente no hacían sino acompañar a unos libros importantes desde la Edad Media al XVIII, como libros de horas, libros de montería, bestiarios, manuales científicos y libros de ilustraciones. 

Sí que habían un hueso de "unicornio" con la punta rota, un esqueleto de foca monje, otro de tejón, defensas de pez sierra, un cráneo de pez martillo, una pequeña raya, vértebras y costillas de rorcual, un huevo de avestruz, dientes de jabalí, cuernas de ciervo, fósiles de gran desinterés y otras nimiedades pobremente etiquetadas.

No ciertamente una buena colección de rarezas, en la que eché en falta cosas que a buen seguro los progresistas han tirado ya por casposas. Pero afirmativamente espléndida por los libros contenidos en ella.




Biblioteca y gabinete de curiosidades

Proyecto y comisariado: Prof. Manuel Barbero Richart

Desde el 11 de junio  de 2015. Prorrogada hasta 15 de enero de 2016 

Organiza Vicerrectorado de Extensión Universitaria de la UCM / Biblioteca de la UCM Biblioteca Histórica Marqués de Valdecilla de la Universidad Complutense de Madrid

C/ Noviciado, 3 – 28015 Madrid





Enlaces

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