La Dehesa Bonita
13/03/16
Desde el aparcamiento situado al pie de la iglesia de Somosierra descender medio kilómetro por la antigua carretera Nacional 1, hasta el comienzo de una pista a mano izquierda, al Este.
Desde Madrid, este año la sierra de Somosierra aparece en la distancia más nevada que Guadarrama. Sus blanquísimas laderas se ven ya a los pocos kilómetros de salir a la carretera de Burgos. Ha nevado a principios de marzo más que en ningún mes del invierno, retrasándose la siguiente estación en más de 15 días.
13/03/16
Desde el aparcamiento situado al pie de la iglesia de Somosierra descender medio kilómetro por la antigua carretera Nacional 1, hasta el comienzo de una pista a mano izquierda, al Este.
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Desde Madrid, este año la sierra de Somosierra aparece en la distancia más nevada que Guadarrama. Sus blanquísimas laderas se ven ya a los pocos kilómetros de salir a la carretera de Burgos. Ha nevado a principios de marzo más que en ningún mes del invierno, retrasándose la siguiente estación en más de 15 días.
Pensaba que habría nieve a partir de los 1.600 metros, como suele ser normal los años nevosos en esta zona de Castilla, pero la llegada al pueblo de Somosierra (1440 m.) no pudo ser más ártica: montones de nieve apartada por las máquinas se apilaban a los lados y un viento gélido nos obligó a desnudarnos para ponernos jerséi térmico, braga y guantes.
El material
El olvido de las polainas y llevar botas inadecuadas fue imperdonable, como podría comprobar poco después, con las botas de piel de vaca completamente encharcadas. Mejor llevar calzado para nieve o de alta montaña. O, en su defecto, un pantalón, calcetines y deportivas de repuesto.
Es necesario llevar un bastón de montaña para ayudarse al atravesar un arroyo, pero poco más, porque no había placas de hielo y el terreno es bastante llano, apenas un desnivel de 100 metros, lo cuál no es nada para una ruta de casi 12 kms.
Llegamos a Somosierra en coche desde Madrid. En el pueblo hay una ermita y una iglesia. Situándonos al pie esta última, la ruta empieza apenas unos centenares de metros más abajo mirando a Madrid, en el arcén de la antigua Carretera Nacional 1 o de Irún, sobre la que se abre un camino a la izquierda que asciende atravesando una portilla para el ganado.
Los robles melojos, los robles albares, acebos y abedules desnudos nos dan una idea de la extraña clase de bosque en la que nos encontramos, pues es propio de latitudes cantábricas.
La casi ausencia de perennnifolios de porte arbóreo da una apariencia de bosque muy abierto, pleno de luz y que en la distancia da la impresión de un blanco inmaculado.
La diferencia de este bosque caducifolio contrasta vivamente con las laderas de Guadarrama, cubiertas del follaje oscuro y omnipresente del pino albar y salpicada escasamente de melojos, enebros y acebos.
El manto de nieve en la Dehesa de Somosierra tiene al menos 15 cm. de espesor, llegando hasta el medio metro apenas 100 mts. más arriba.
Caminamos siempre hollando la nieve, que cruje helada bajo nuestros pies, mientras un sol radiante se abre paso entre las nubes a partir de las 11 de la mañana.
Los cambroños y las zarzamoras asoman en las praderas cubiertas de blanco. Debemos evitar pisar cerca de esa vegetación, pues existen huecos donde meter el pie y podemos mojarnos o incluso lesionarnos.
Una vez cruzado el arroyo, debemos mantenerlo a la vista a nuestra izquierda, hasta volver a cruzarlo, ya enlazando con una pista forestal, que bajo la nieve sólo es visible porque hay un gran cartel y es más ancha que el camino.
Tomamos dirección izquierda, subiendo aún.
La pista nos llevará hasta un mirador acristalado, desde donde creemos que cada 30 de noviembre representantes de los ejércitos español, francés y polaco observan las evoluciones de la recreación de la batalla de Somosierra, que tuvo lugar en 1808.
En una de nuestras paradas, al abrir la tartera se me cubrió la tortilla de patata que llevaba de unas minúsculas semillas, que soplé y eliminé en un santiamén.
Lo extraño es que volvieron a aparecer, y sólo en la tapadera y en la misma tortilla, y … saltaban.
Enseguida me di cuenta de que no eran semillas, sino unos pequeños hexápodos llamados colémbolos (Podura aquatica), que se alimentan de detritus y viven sobre superficies encharcadas. Ya los había visto antes en las laderas de El Calvitero, a más de 2.000 metros de altitud.
Enseguida me di cuenta de que no eran semillas, sino unos pequeños hexápodos llamados colémbolos (Podura aquatica), que se alimentan de detritus y viven sobre superficies encharcadas. Ya los había visto antes en las laderas de El Calvitero, a más de 2.000 metros de altitud.
La Chorrera de los Litueros es un amplio torrente que crea el arroyo del Caño, que después se une al de las Pedrizas para formar ambos el nacimiento del río Duratón. Se encuentra muy cerca del pueblo de Somosierra, en una fácil excursión de apenas dos horas, ideal para hacer en invierno o en pleno deshielo primaveral.
La Chorrera de los Litueros
La Chorrera de los Litueros
Ha habido varias batallas de Somosierra, en diversas épocas, contra diversos invasores y también entre españoles.
Pero la más famosa es la que tuvo lugar el 30 de noviembre de 1808 a las órdenes de Napoleón contra el Ejército Español y sus milicias. En ella, varias líneas de artillería de campaña española bloqueaban el paso del puerto de Somosierra a las tropas multinacionales del ejército francés.
El tapón defensivo quería evitar que el emperador de Francia reconquistara Madrid. Enfrente de Napoleón formaban soldados españoles de varias unidades y milicianos de escasa formación militar.
La posición defensiva en lo alto daba ventaja a los españoles, pero la disciplina, profesionalidad y arrojo de las unidades del ejército napoleónico se impuso.
Batalla de Somosierra, recreación. Fuente: Internet |
Sólo así se explica que ordenara personalmente el asalto a la caballería polaca y no a la francesa, con el sentido práctico del sacrificio de unas tropas que deseaban agradar al Emperador.
Finalmente, el arrojo de la caballería polaca, que asaltó a sable las 4 líneas de baterías españolas, condujo a la desbandada de éstas, constituyendo el episodio heroico más loado de la nación polaca, que lo rememora cada año en estas serranías.
Batalla de Somosierra, recreación. Fuente: Internet |
En el interior de la ermita el frío era mayor que en el exterior, con nuestro vaho y las luminarias rojizas transportándonos mentalmente a la batalla, plena de gritos y fogonazos de estruendo, y lejos del calor del mediodía que nos calentaba fuera tan plácidamente.
En ella puedes ofrecer unas plegarias a los muertos de ambos bandos. Y fue reconstruida después de la batalla y también posteriormente a la Guerra Civil.
Qué ver en Somosierra
Iglesia de Santa María de las Nieves
La Iglesia de Somosierra, construida en 1703, fue destruida por las tropas francesas
en 1808 tras la toma del puerto y tras su reconstrucción fue de nuevo arruinada durante la Guerra
Civil.
Su nueva reconstrucción completa finaliza en 1943 según proyecto de
Rodolfo García de Pablos. De la
antigua fábrica sólo quedan en pie la torre y los muros perimetrales.
Ermita Nª Sª de La Soledad. Fuente: Internet |
Ermita de Nuestra Señora de la Soledad
Ubicada en la cota del
puerto y junto al antiguo camino real, data de principios de S. XVII, apareciendo ya documentada en 1654. Sufrió grandes destrozos en las históricas tomas del puerto, tanto durante la guerra de la independencia de 1808 como en la
última guerra civil de 1936. Existen placas que recuerdan a
los héroes polacos y españoles que murieron en este lugar.
Muy cerca de la ermita está el Museo Parroquial, que trata sobre la batalla del 30 de
noviembre de 1808, entre polacos, franceses y españoles. Documentos antiguos,
reliquias de la batalla, fotografías, etc., se encuentran en este pequeño museo
que puede ser visitado previa cita personal con el párroco los domingos y
festivos en horario de misa.
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