My Lord the Barbarian, Boris Vallejo |
La polémica Frazetta-Boris
Tener la oportunidad de disfrutar de las ilustraciones de los dos mejores dibujantes de fantasía heroica del siglo XX hace que entremos, sin quererlo, en comparaciones.
Si además Frank Frazetta es anterior a Boris Vallejo, y aquél es estadounidense y éste peruano emigrado a EE.UU. las comparaciones pueden llegar a ser odiosas.
El primer contacto que tuve con Boris Vallejo fue a través de la ilustración de la izquierda, My Lord the Barbarian, Y quedé fascinado. Era portada de una revista que tengo guardada como tan buen tesoro que he olvidado en qué repisa o sótano está.
Poco me importaba su estatismo, o el que el guerrero forzara la postura de su brazo izquierdo para impresionar. Al fin y al cabo quién no lo ha hecho alguna vez.
Conan el Destructor, (1971). Frank Frazetta |
Está como en una pose, en la que Boris lo retrata, como si estuviera haciéndolo para él. Y me conmueve la fragilidad y belleza de la mujer que lo acompaña, seguramente una amante temerosa de otros guerreros fieros que la pudieran tomar por la fuerza.
Sin embargo he descubierto que el pebetero estaría ahumando a los dos amantes y su calor se les haría insoportable. Y sólo por esto ya no es una obra maestra. Y lo lamento.
Boris Vallejo, me gusta, y mucho. Pero he descubierto hace poco a Frank Frazetta, el maestro y precursor.
Su cuadro Conan el destructor nos dice muchas cosas, y una de ellas es que tiene cierto problema con las proporciones.
Boris Vallejo |
Si bien se loa la acción de los personajes de Frazetta frente al estatismo de las ilustraciones de Boris, eso no es suficiente para darles naturalidad.
Los personajes del cuadro están abigarrados, apiñados para salir todos, y desproporcionados corporalmente.
Parece incluso que el gran Conan es una especie de enano con unas proporciones poco épicas, aunque su rostro exprese gran violencia y hasta locura, muy propia del paroxismo de la batalla.
John Carter, por Frazetta |
Tampoco la atmósfera es la idónea para imaginarse el campo de batalla. Es un paisaje confuso, tal vez una zona árida y polvorienta al atardecer.
Boris, sin embargo, expresa un ambiente exótico y medieval en su atmósfera, y un sentimiento de realidad recorre el cuadro.
La luz le da una tridimensión que los cuadros de Frazetta no poseen. Además, los rostros son racialmente reconocibles en sus rasgos, mucho más humanos que los de Frazetta, demasiado idealizados.
Aparte de que en la resolución de los rostros y proporciones corporales Boris es mejor, podríamos achacarle una cuestión de gustos, algo que no se sostiene cuando miramos las mujeres que pinta Boris, donde Frazetta no tiene comparación posible, ni en sensualidad, ni en calidad, ni en proporciones.
Frank Frazetta |
Veo más bien a Frazetta como un ilustrador polivalente, quizá más variado en su temática, mejor en la expresión de la acción y el movimiento, bien documentado, pero que no puede competir con la naturalidad que le proporciona Boris a los músculos en reposo, como gran conocedor de la musculatura humana que es, dando una extrema sensación de realidad.
Frazetta es fundamentalmente un excelente ilustrador de cómics, mientras que Boris está un punto más allá, cercano al de los grandes pintores, mejor portadista y exquisito en sus calidades.
Muchos de sus cuadros podrían decorar las paredes de mi casa por su belleza, sin embargo reservaría las ilustraciones de Frazetta bajo las tapas de los libros.
Conan, John Carter y Vampirella juzgan a los autores
Conan, John Carter y Vampirella juzgan a los autores
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Después de leer su artículo u opinión sobre Vallejo y Frazetta, me queda bastante claro que el criterio en el arte no está hecho para todo el mundo...
ResponderEliminarDefiendo a Frazetta por encima de un amplísimo elenco de artistas actuales y antiguos, porque Frazetta fue, y sigue siendo el referente para todo aquel entusiasta de la pintura, el dibujo y la ilustración...
No hay comparativa entre Boris Vallejo, un excelente ilustrador de cuerpos y poses realistas, que, me atrevería a segurar, bebió de las fuentes del maestro Frazetta para inspirarse, al igual que muchos de los siguientes que aprendieron de él...y el propio Frank Frazetta, que, al igual que todos los que le siguieron, utilizó, cómo no? pinturas antiguas para inspirarse e incluso copiar algunas poses...
Siento que no coincidamos en la opinión, pero para mí, está más que demostrado que no solo en la proporción, vitalidad y visualización del movimiento en las obras de Frazetta las obras de Vallejo se quedan en un preciosismo estatuario de cada composición, donde sus cuadros carecen de la expresividad, vitalidad y hermosura de las obras de Frank Frazetta..
Un placer...
Desde luego compartimos el criterio sobre el estatismo de Boris, y en la vitalidad y movimiento de Frazetta, pero no en las proporciones y "hermosura", pues me decanto por Boris, que ha estudiado hasta la saciedad las del cuerpo de su mujer -que le ha servido de modelo en incontables ocasiones-. Dejo aquí un enlace sobre algunos aspectos de la biografía de Boris Vallejo. Un saludo.
ResponderEliminarhttps://www.el-ilustrador.com/ilustradores/las-princesas-de-boris-vallejo/