Los años pasan, y parecen iguales. Hace ya unos 20 años que estuve por aquí por primera vez. Entonces era todavía más silvestre, y más abandonado, lleno de aves.
El sábado pasado también estuve y era una romería.
Pero todo sigue más o menos igual. Uno de los cisnes mudos de hace 3 años sigue allí, ajeno a las personas.
He visto cotorras argentinas, que siguen contaminando los cielos madrileños con sus graznidos exógenos, un carbonero común, muchas urracas y una especie de desgarbada garcilla que identifiqué como avetorillo común días más tarde. Ánades reales sólo machos y algún graznido de rálido.
También vi muy de cerca una jabalina con dos rayones, apenas a 50 m de distancia, en la espesura del río. Nos ha evitado y ha atravesado andando el río. Ella primero, y sin preocupación aparente los rayones la han seguido nadando, pero mucho después.
La zona sigue siendo excepcional a pesar de los domingueros. Los restos de cangrejos rojos hablan de depredadores (sólo quedaban las pinzas y la cabeza).
Hay muchos árboles podados, ajardinando de manera irresponsable el bosque de ribera. Cuánta ignorancia y cuánta imbecilidad.
En todo el recorrido no se ven naturalistas, sólo urbanitas profanadores.
Cisnes en El Pardo, río Manzanares
La distribución europea y española del cisne mudo (Cygnus olor) sitúa a esta especie como silvestre a muchos cientos de kilómetros de distancia de Madrid.
La presencia de al menos una pareja de estos cisnes, que avisté por primera vez en 2014 y uno de los cuáles permanecía en la zona en 2017, se supone que proviene de un escape del municipio de Tres Cantos, por las informaciones recogidas por otros observadores.
No he observado crías y es muy posible que el único ejemplar acabe desapareciendo, habida cuenta del comportamiento de los domingueros desaprensivos y otros hijoputas de por allí, pues en una ocasión he llegado a ver cómo al aproximarse uno de los cisnes a un grupo de rechonchos bastardos de mediada edad, uno de ellos intentó agarrarlo por el cuello, seguramente no para acariciarlo.
Tal vez no soportaba tanta belleza sobre el agua y prefería incorporarlo a la paella, mientras retozaba sobre los desperdicios que había generado su familia de porcinos bípedos semidesnudos.
Distribución de Cygnus olor Fuente: Quedada natural |
La distribución europea y española del cisne mudo (Cygnus olor) sitúa a esta especie como silvestre a muchos cientos de kilómetros de distancia de Madrid.
La presencia de al menos una pareja de estos cisnes, que avisté por primera vez en 2014 y uno de los cuáles permanecía en la zona en 2017, se supone que proviene de un escape del municipio de Tres Cantos, por las informaciones recogidas por otros observadores.
No he observado crías y es muy posible que el único ejemplar acabe desapareciendo, habida cuenta del comportamiento de los domingueros desaprensivos y otros hijoputas de por allí, pues en una ocasión he llegado a ver cómo al aproximarse uno de los cisnes a un grupo de rechonchos bastardos de mediada edad, uno de ellos intentó agarrarlo por el cuello, seguramente no para acariciarlo.
Tal vez no soportaba tanta belleza sobre el agua y prefería incorporarlo a la paella, mientras retozaba sobre los desperdicios que había generado su familia de porcinos bípedos semidesnudos.
Nidificación Invernada Todo el año
Fuente: Wikipedia
Fuente: Wikipedia
Cisne mudo asilvestrado en el río Manzanares a la altura de
El Pardo, 23/04/17
El Pardo, 23/04/17
Cisne mudo en El Pardo, marzo 2014
El cisne mudo es un ave enorme, de las más grandes de Europa, sin embargo hay otro asiduo de este río que es todavía mayor y se encuentra en piaras al atardecer, penetrando desde el cercado roto del Monte de El Pardo.
Jabalina en el río Manzanares, El Pardo, 23/04/17