viernes, 8 de julio de 2016

La cotorra argentina, el invasor ruidoso

Cotorra argentina
Fuente: Internet
La cotorra argentina (Myiopsitta monachus) es un loro invasor que provoca perjuicios a las aves y a los agricultores españoles. Y es así, no sólo porque sea un ave importada, que ha ocupado los nichos ecológicos que corresponden a otras aves o porque cause daños a cosechas que antes no tenían consumidores, sino porque en sus lugares americanos de origen se comporta del mismo modo.

Al tratar de abordar la posición que voy a defender aquí, que es la de la captura y retirada de todos los individuos de los campos y parques españoles, sé que, ante algunas personas no especialistas, abordo también una posición política por mimetismo.

España es un país con un gran porcentaje de personas inmigrantes que están cambiando las costumbres de nuestro país, que están compitiendo por los puestos de trabajo y por la supervivencia misma con los españoles, muchos de los cuales acaban asimismo emigrando a otras latitudes. Pero esta es una cuestión humana, en la no entraré más a fondo para no viciar completamente el juicio que voy a realizar sobre la conveniencia o no de quedarse con las cotorras argentinas en España.



La cotorra argentina en España
Distribución de la cotorra argentina en España

El número de cotorras argentinas en España se estima en torno a los 20.000 ejemplares según el censo elaborado por SEO/BirdLife.

En total se han censado más de 450 municipios. Las provincias con mayor número de ejemplares son Madrid, Barcelona y Málaga.

Por comunidades autónomas destacan Cataluña y la Comunidad de Madrid, con cerca de 6.500 ejemplares cada una, seguidas de Andalucía, la Comunidad Valenciana y la Región de Murcia.

Cerca de 600 voluntarios han participado en este censo de SEO/BirdLife y han contribuido de forma altruista a conocer mejor la situación de la especie en toda España.

Fuente: http://www.seo.org/2015/11/11/lanzamos-los-datos-del-primer-censo-nacional-de-cotorra-argentina/

Un mapa más esclarecedor de la presencia de cotorras argentinas en España es el que se muestra a la derecha, donde se aprecia que es fácil la conexión de áreas de distribución actualmente aisladas, con lo que el problema abarcaría unas dimensiones casi inabordables.



Distribución de la cotorra argentina en sus lugares de origen

Originalmente habita en bosques, estepas arbustivas, sabanas, áreas de cultivo, parques y ciudades del centro-sur de América del Sur: Argentina, Paraguay, Uruguay, Bolivia y Brasil. Es apreciada como mascota, por lo que fue comercializada en todo el mundo, logrando escapar, reproducirse, y hacer nuevas poblaciones, por lo que se ha transformado en un taxón introducido y seriamente problemático en numerosos países de todo el mundo.




Mapa de las subespecies de Myiopsitta monachus


██ Myiopsitta monachus luchsi. 
██ Myiopsitta monachus calita. 
██ M. m. calita o M. m. cotorra. 
██ Myiopsitta monachus cotorra. 
██ Myiopsitta monachus monachus Myiopsitta monachus cotorra.
██ Myiopsitta monachus monachus.




Distribución de la cotorra argentina en el Mundo

La cotorra argentina está presente de manera asilvestrada en Norteamérica, Europa y Asia. Proviene, mayoritariamente, de sueltas de particulares, inconscientes o intencionadas, una vez que se cansaron de tenerlas como mascotas, sin importarles el daño ecológico en las poblaciones silvestres.



La evolución y el exabrupto exógeno

La evolución y ajuste de las especies es una cuestión de tiempos, de eras, de clima y de geografía. En España hubo rinocerontes lanudos, mamuts y bisontes, y ya no los hay, o no los debería haber, porque esa es otra cuestión*.

Llevamos cientos de siglos con especies con una tipología determinada, y un ave de pico ganchudo, gregaria, agresiva con otras especies, que se desplaza como una banda de piratas ruidosos abalanzándose sobre una plantación es un impacto demasiado fuerte como para consentirlo.


Nidos de cotorras argentinas en la Casa de Campo
Fuente: El País
La competencia interespecífica en los parques de Madrid

Iremos de lo general a los particular, y este caso se trata de observaciones realizadas en varios parques de Madrid.

Los graznidos de estas gárrulas aves no dejan oír a las hembras de otras especies los cantos nupciales de los machos, afectando a la reproducción de una manera especialmente negativa. Los más afectados son los paseriformes insectívoros. Así, en los parques y jardines ocupados por las cotorras argentinas se verían desalojadas las aves canoras.

Las urracas son las aves omnívoras más grandes de los parques y jardines madrileños, y son solitarias, viéndose afectadas por desplazamiento debido a la presión que ejercen de manera directa sobre ellas, desplazándolas físicamente; e indirecta, compitiendo por los recursos.

Bandada de cotorras argentinas en
Dehesa de la Villa, Fuente: El País
También las palomas torcaces, tranquilas y solitarias, se ven afectadas en sus posaderos y en sus campeos en pequeños grupos en busca de alimento por las agresivas cotorras argentinas. Y lo mismo ocurre con los grupos mixtos de gorriones molineros y verdecillos, que buscan su sustento en el suelo, como las cotorras.

Reconozco que no me es agradable el graznido estridente a todas horas de las cotorras, formando parte de la nueva contaminación acústica de Madrid, pero menos me lo es el impacto ambiental sobre las otras especies que ejercen.


Almendros en flor
Quinta de los Molinos, febrero 2016
La cotorra argentina en Quinta de los Molinos

Quinta de los Molinos es un parque madrileño con recursos agrícolas y ornamentales que nos servirá para sacar conclusiones. Está compuesto de almendros, olivos, pinos carrascos, eucaliptos, lilos, encinas y arces de montpellier, un parque fundamentalmente de estilo mediterráneo agrícola.

He observado cotorras argentinas en la Casa de Campo, en la Dehesa de la Villa y en otros muchos parques de Madrid, porque están por todas partes, pero es difícil valorar su impacto en el medio ateniéndonos sólo al ruido que provocan, a sus voluminosos nidos, a los daños por excrementos o a sus campeos buscando alimento.

Por circunstancias particulares, Quinta de los Molinos es un parque al que acudo con frecuencia para observar aves. No podemos decir que sea el Monte de El Pardo, pero para cultivar la afición también vale. Hay petirrojos, carboneros común y garrapinos, herrerillo común, mitos, mirlos, gorriones molineros y comunes, verdecillos, palomas torcaces, palomas domésticas, tórtolas turcas, estorninos negros, urracas, y dos especies de carpinteros sedentarios: el pico picapinos y el pito real. Y hasta una garza real ha sobrevolado su pequeño estanque.

Cotorra argentina comiendo flores de almendro
Quinta de los Molinos en Febrero de 2016
El caso es que durante la floración en febrero de 2016 de los más de 1000 almendros que allí hay, las cotorras argentinas, en una bandada de tal vez 20 individuos, se dedicaron a comerse las flores de los almendros, evitando desde luego su fructificación.

Febrero de 2016, ver artículo en Zenobita

Sólo han pasado unas semanas y las cotorras argentinas han vuelto, en un número aún mayor. Sus vuelos veloces, su escandalera continua han turbado la paz de un parque idílico para pasear, para escuchar los reclamos sutiles de los petirrojos en sus posaderos y los agudos y alegres chillidos de verdecillos y gorriones molineros. 

Olivos en Quinta de los Molinos, junio de 2016
En uno de los caminos, me encontré con dos compañeras de trabajo que me dijeron que unos loros verdes les habían arrojado intencionadamente almendras sobre sus cabezas cuando pasaron cerca. Nunca antes había visto u oído tal comportamiento de esas pequeñas cotorras. Aunque si hay referencias sobre su comportamiento agresivo en cautividad.

Cuando me acerqué a ese camino entre almendros, vi que estaban despojados de almendras, que en esta época (julio) todavía tienen el epicarpio y el mesocarpio verdes. Decenas y decenas por cada árbol yacían a sus pies, muchas rebañadas hasta el endocarpio y otras con el mismo roto y vacío, habiendo conseguido acceder a la semilla.

Daños en almendros de la cotorra argentina
La producción de almendras de ese parque de 25 hectáreas debe de ser considerable, se dice que hay hasta 6.000 almendros (me parece una cifra exagerada) y están ciertamente bien cuidados. Desconozco si se hace algún tipo de aprovechamiento de sus frutos, pero algunas personas recogen almendras cada año. Creo que éste no van a tener mucho que recoger.

Tan sólo capturando a esas bandadas de cotorras ya podrían aprovecharse las almendras, por ejemplo, para crear actividades sociales que se financiasen parcialmente con su venta, y la almendra es, como saben, un producto caro con muy buena salida comercial.

Y eso por poner el gancho económico a los gestores, que es lo que les hace brillar el diente, porque realmente los parques y campos de Madrid ganarían mucho deshaciéndose de las cotorras: una plaga menos, mayor tranquilidad, menor competencia para otras especies y preservación de ecosistemas más alejados de la influencia directa del hombre, que soltó ejemplares por no querer ocuparse de ellos o en ceremonias budistas de liberación de animales, una actividad prohibida por la Ley, de una peligrosidad mayor por su intencionalidad, y de la que deberían tomar nota las autoridades autonómicas.


Efectos de la cotorra argentina sobre las almendras inmaduras

Con las almendras aún en el árbol, la cotorra argentina intenta acceder al fruto sin esperar a la maduración.

Por las siguientes fotografías podemos colegir que la cotorra argentina no dispone aún de una técnica concreta de especie para acceder al fruto, pues las semillas son fracturadas de diversos modos, según un comportamiento típico de un generalista oportunista.















Pinar en Quinta de los Molinos
La captura de ejemplares

La propuesta es la captura de ejemplares y su adopción por particulares, previa esterilización. Aunque dudo mucho que aguantasen sus graznidos durante mucho tiempo y volverían a soltarlos.

También el retorno a sus lugares de origen si se llega a acuerdos con las autoridades locales y si sus estirpes genéticas lo aconsejan.

Pueden estudiarse su uso gastronómico y la reunión en grandes pajareras. Por último está la solución menos deseable, que podría ser la captura mediante aves de cetrería o la eutanasia.

Es triste que necesitemos tomar medidas de este tipo porque las autoridades hayan permitido la tenencia de aves exóticas y los particulares las liberen con la mejor de las intenciones y la más inconsciente de las decisiones. Tenemos que actuar ya para que no se extienda la plaga a toda la Península.


Red de libro
Fuente: Internet
Las técnicas de captura

La cotorra argentina es un animal gregario que campea en grupo. Y es ahí donde podemos realizar su captura mediante una red trampa con cebo, como la red de libro. Debido a que es un animal muy inteligente, pueden estudiarse otras alternativas cuando esté familiarizado con el procedimiento. Otro método es el de la red barrera o las redes instaladas en los árboles en los que come o anida.


La normativa legal

La cotorra argentina es una especie que ha sido incluida en el Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras, aprobado por Real Decreto 630/2013, de 2 de agosto, y está prohibida en España su introducción en el medio natural, posesión, transporte, tráfico y comercio.

En Madrid capital, según un estudio de 2013 realizado en la Facultad de Biología de la Universidad Complutense de Madrid, la población de estas aves ronda los 1.768 ejemplares.

La Comunidad de Madrid, por medio de la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, establece en el artículo 22, de la Orden 1613/2013, de 25 de junio, el permiso regulado para la captura y muerte de cualquier ejemplar de cotorra de Kramer (Psittacula krameri) y de cotorra argentina (Myiopsitta monachus) durante la práctica de cualquier actividad cinegética autorizada, durante los períodos hábiles de caza. Además, faculta a todos los municipios de la Comunidad de Madrid para establecer mecanismos de control de las especies de fauna declaradas como exóticas invasoras.


¿Dónde hay cotorras argentinas en Madrid?


Esta especie ya es muy común en lugares como La Dehesa de la Villa y la Casa de Campo, habiéndola visto también sobre el Parque Santander, Quinta de Los Molinos y muchos otros puntos de Madrid con arbolado. Aprecio una expansión en los últimos dos años hacia zonas urbanas más céntricas. También se encuentra en las riberas del río Manzanares, a su paso por la localidad de El Pardo, un valioso enclave donde anida el águila imperial.

Según citas, están presentes en Madrid Río, parque de la Arganzuela y Parque de El Retiro.

Cotorras argentinas en El Pardo

La cotorrra argentina devora flores de almendro en Quinta de los Molinos


Enlaces

Los daños por excrementos de las aves urbanas

Ataques a la biodiversidad en España

Datos del primer censo nacional de cotorra argentina en España

La cotorra argentina en Málaga 

Los almendros de Quinta de los Molinos

La cotorra argentina en Barcelona

La cotorra argentina come caquis en las huertas de Baza

El peligroso vuelo de la cotorra argentina en La Arganzuela

Aspectos a considerar para disminuir los conflictos originados por los daños de la cotorra (Myiopsitta monachus) en cultivos agrícolas

Captura de aves con red

Expansión de la cotorra argentina en España e influencia en el declive del gorrión común

El declive de los gorriones en Valladolid debido a las antenas de telefonía móvil

  

*Bisontes reintroducidos parcialmente en España

Bisontes en Extremadura
Bisontes en Burgos 
Bisontes en Palencia
Bisontes en Cantabria







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