miércoles, 12 de octubre de 2022

Desfile de la Fiesta Nacional 2022

Escuadrilla de F-18 de las Alas 12 y 15
HISPANIDAD 2022

El desfile militar del 12 de octubre  y la fiesta misma de la Hispanidad están muy devaluados en España desde el advenimiento mediatizado de la democracia (con el 97.36 % de votos a favor, más que el 95.86 % de los votos a favor 10 años antes sobre la Ley Orgánica del Estado de 1966, no habiendo querido ni siquiera disimular). De hecho, hoy se llama Día de la Fiesta Nacional, intentando ocultar cualquier sentimiento de hermanamiento transatlántico. 

Comenzó a celebrarse en 1892, con motivo del IV Centenario del Descubrimiento de América por Colón, un personaje del cuál hoy en América se derriban estatuas.

La celebración del 12 de Octubre en sus inicios tenía carácter cívico, con poca presencia militar. Fue la guerra en Marruecos de la década de 1920 la que contribuyó a que el ejército fuera más protagonista en esta fiesta nacional.

Desfile militar en Barcelona, 1927
En la imagen de la derecha, de Mundo Gráfico de 1927 podemos ver un desfile militar en Barcelona en el que participaron también algunos soldados veteranos que habían combatido en la guerra de África en el siglo XIX.

Por esas fechas comenzó a denominarse Hispanidad, por iniciativa del sacerdote Zacarías Vizcarra y propagada la feliz idea por Ramiro de Maetzu en la revista Hispanidad en 1935.

En ese mismo año, el diario Ahora publicaba un foto del desfile, en el que participaron más de 8500 militares, guardias civiles, carabineros y guardias de seguridad y asalto, el doble de los movilizados este infausto 2022.

En 1987 pasó a llamarse Fiesta Nacional de España. Pocos años después, en 1992, se celebró el V Centenario de la llegada de Colón a América con grandes fastos, pero la sensibilidad popular había cambiado a base de adoctrinamiento y ya no se usó la palabra descubrimiento como en el IV Centenario. Ahora con la fiesta pasó a celebrarse el 'Encuentro de Dos Mundo's (como si nos estuvieran esperando por allí para darnos la bienvenida).

En 2020 no se celebró el Desfile para prevenir contagios de la epidemia COVID, pero más como parte de una estrategia de represión de los sentimientos y el ocio llevados a cabo por el gobierno social-comunista y ayudado por los gobiernos de todo signo en las comunidades autónomas.

Ese año, muchos automovilistas salimos por las calles de Madrid desfilando con banderas de España instaladas en nuestros vehículos porque su espíritu es más fuerte que las prohibiciones.

Desfile en Madrid, 1935
Hoy 12 de octubre, como en todos los desfiles en los que ha participado el presidente Pedro Sánchez, ha habido grandes pitadas al titular del Gobierno de la Nación, un socialista más impopular aún que el impresentable y siniestro Zapatero, indisolublemente ligado éste a la maniobra antidemocrática del 11 M.

El gabinete de propaganda de Sánchez ha debido recomendarle que llegue tarde para evitar abucheos, irritar al Rey y que recorte el recorrido al máximo, con tal de molestarnos a todos los que acudimos cada año, jodiéndonos la posibilidad de ver el desfile terrestre. 

Apenas 1,8 km entre la Plaza de Cuzco y el cruce de Castellana con Raimundo Fernández Villaverde para decenas de miles de espectadores apiñados en hasta veinte filas a cada lado y casi 4.000 soldados. Todas afrentas del titular de la Presidencia del Gobierno al pueblo que gobierna, con exceso de soberbia y de incapacidad, debemos dejarlo bien claro y por escrito.

La falta de respeto de este gobierno, podrido de especuladores, corruptos, incapaces y oportunistas hacia los españoles debe cobrarse sus víctimas en las próximas elecciones, e investigar con Justicia independiente -oh, utopía- para que muchos de los ministros y el presidente mismo puedan pisar una cárcel.

El proyecto de este presidente traidor a la causa española y a España es acabar con la nación, troceándola para evitar su independencia y potencia conjunta, para diluirla en la Unión Europea, cumpliendo así los objetivos marcados por las élites anglosajonas a las que sirve (véase "Rompiendo España", de Juan A. de Castro).

A-330 y 2 A400M
Si has leído hasta aquí habrás intuido que no llegué a ver el desfile terrestre. Levantarse a las 9 de la mañana y vivir a un kilómetro escaso del evento no bastó para poder tomar posiciones en la Castellana, pues los accesos estaban cerrados desde muy temprano por la Policía viniendo desde Sor Ángela de la Cruz, teniendo que bajar hasta Raimundo Fernández Villaverde (casi 2 km más abajo) para encontrar algún hueco para acercarse al desfile, con una organización que califico de desastrosa y malintencionada por parte del Ministerio de Defensa, nada orientada al público y más pendiente de la seguridad que de otra cosa. No olvidemos que es un espectáculo de masas, no un evento exclusivo para VIPs, muchos de los cuáles no acudieron a pesar de ser invitados año tras año.

Tuvimos que conformarnos con el desfile aéreo, como el año pasado, con la novedad de la escuadrilla de Pilatus pasando, el nuevo avión de entrenamiento del Ejército de Aire (y del Espacio, se me olvidaba ...).

La Patrulla Águila realizó 3 pasadas con el clásico C101, la primera perpendicular a la Castellana -con las estelas de los colores nacionales-, la segunda con humo blanco, y la tercera de nuevo con las estelas rojigualdas.


Helicópteros del Ejército de Tierra español
De detrás a adelante:
3 MT-17 Chinook
2 NH-90 Caimán
2HE-28 Tigre (con pods)
1 HE-26 Eurocopter




A-310
Citation V (izqda.)
Falcon 900 (dcha.)













domingo, 21 de agosto de 2022

Repaso a los jardines de Madrid

El feo y destartalado parque de La Ventilla
Los jardines de Madrid, no están todos pero sí los que se me ocurren

Madrid es pródigo en arbolado callejero y en superficie arbolada, y hay muchos jardines convencionales sin interés, de esos para cumplir las demandas de los vecinos, de esos con fuentes de cemento vacías y sucias, de setos sin recortar, poblados de plátanos de sombra fungosos y papeluchos volados por el viento.

Luego hay otros jardines y parques venerados por los turistas, como el Retiro, con escaso valor florístico y mucha extensión, aunque con edificios interesantes en su interior. La Guerra de la Independencia le hizo mucho daño y no han sabido recuperarlo sus herederos.

Dentro de él hay incluso una estufa fría que nunca se llegó a utilizar y que ahora llaman Palacio de Cristal de manera rimbombante y obscena, un lugar señero para indicar a las claras el poco interés botánico de una ciudad como Madrid, que dedica su mejor contenedor vegetal a unas exposiciones de tan escaso interés que la mayor parte de la gente visita para ver precisamente la estructura del invernadero.

El cercano y diminuto Jardín Botánico es un abigarrado montón de especies y ha perdido cualquier interés paisajístico, aunque es bastante útil para aprender a reconocer las plantas.

Quinta de Los Molinos, interesante jardín mediterráneo agrícola recientemente descubierto por el gran público por sus más de mil almendros, dicen ...

O Quinta de Torre Arias, que son restos de una heredad señorial con sus jardines, invernaderos y huertas, con algún ejemplar interesante, como su encina esquinera, pero nada maravilloso a nivel vegetal. Sus agrupaciones de rusco son las más abundantes de los parques que conozco en la capital.

Otra quinta, la Fuente del Berro, es más original e interesante, encajada entre una autopista y una zona de casas bajas de aspecto mediterráneo.

El enorme parque Juan Carlos I no es más que una horrible manifestación de lo que la planificación municipal y la ideología masónica actuales pueden hacer: una mierda.

El Capricho es también un parque de simbología masónica, pero con el gusto de la cultura paisajística y del romanticismo, y sin duda el parque más bello de Madrid.

En Torre Arias hay árboles interesantes,
como este negrillo (Ulmus minor).
Otro de mis preferidos es el Parque del Oeste, de estilo inglés, muy bien diseñado y cuidado, bello, sobrio, divertido por sus colinas y estatuaria, y con grandes ejemplares para lo reciente que es, pues data de la posguerra, es decir, de hace unos 80 años.

Los Jardines del Príncipe de Anglona son el ejemplo contrario: muy antiguo, muy pequeño, descuidado, ... Se ve que el ayuntamiento sabe la joya que tiene pero le importa tres cojones. Urge una intervención para salvar su suelo de ladrillo, sus especies y su deplorable aspecto, incluyendo la vigilancia contra las merendolas que organizan algunos papás pijos progres de la zona dejando que sus niños salvajes se suban a los granados de allí.

El Campo del Moro es todo lo contrario: enorme y bien cuidado, con ejemplares notables, como robles y pinos. Tiene en un pequeño estanque dos cisnes negros, hay pinos laricios notables y un gran roble centenario que merece por sí solo la visita. En la actualidad tiene un bar cuya instalación es un acierto para atraer visitantes, pues está muy a trasmano de todo.

Y luego hay otros, más o menos interesantes, más o menos extensos, más o menos urbanos, circunscritos a la ciudad de Madrid, como:

Los Jardines de Sabatini, actualmente ofendidos por el hachazo a su cerca por el inefable y abstruso proyecto de la Pza. de España, una basura muy digna de la gestión nefasta de la alcaldesa comunista Carmena y del continuismo del conservador Almeida, que no ha querido corregir la bazofia más cara que se ha construido en Madrid desde el scalextric de Atocha.

Madrid Río, gigantesca cubrición de una arteria viaria urbana.

El Manzanares con sus odiosos ailantos
a su paso por Madrid
Recuperación del río Manzanares, a ratos un acierto a ratos un despropósito.

El Olivar de Castillejo, con su hectárea y cien olivos, mucho ruido y pocas nueces: una especie de huerta descuidada con arbolado de poca altura que se vende como un paraíso en la tierra, con una pequeña casa de ladrillo que necesita una restauración a fondo y en medio de grandes edificios que lo encajonan.

Jardines de Pablo Sorozábal, con su Jardín del Ajedrez.

Jardines de la Casa de América, junto a Cibeles, con salas de exposiciones y un bar restaurante, pequeño y sombreado, una isla en medio de Castellana, pero poco más.

El jardín del patio del Museo de América en Moncloa.

El jardín del patio del Museo Reina Sofía, grande, soso, intrascendente.

El jardín del patio del Museo Romántico, muy pequeño y agradable, sin apenas interés botánico pero interesante para un descanso y promover la quietud y el deleite.

Parque Santander, en antiguas instalaciones del Canal de Isabel II, muy urbanizado e intransitable, rodeado de instalaciones deportivas y modificaciones de tinte político que actualmente lo tienen prácticamente inservible y desconectado por zonas. Otro despropósito político mayúsculo en esta ciudad de políticos mediocres y desnortados.

Parque Rodríguez Sahagún, zona aterradora
Parque de Rodríguez Sahagún, interesante por ser una de las pocas zonas ajardinadas del distrito de Tetuán, pero con inmigrantes del Este de Europa pernoctando, suciedad y mobiliario urbano descuidado. Incluye un aparcamiento donde la gente cambia el aceite o arregla sus vehículos. La Junta de Distrito pasa del tema.

Parque de Rodríguez de la Fuente, un despropósito de pinos, de abulia y de falta de mantenimiento al que deberían llamar con el nombre de cada alcalde actual para no desmerecer al gran naturalista español.

Dehesa de la Villa, pinos piñoneros y caminos. Algunas jaras pringosas, chumberas y poca variedad de especies. Junto a uno de sus caminos se declaró recientemente un incendio y aún no se limpiado de mierda de pernoctas el espacio quemado.


Parque de Berlín, con sus pedazos de lienzos del Muro de Berlín. Pequeño y muy interesante parque por los árboles cultivados que alberga, con buena calidad de conservación.

Jardines de Ciudad Lineal. Desde que se construyera, se han limitado a regar la hierba. Grandes pinos y cedros podados de mala manera después de los destrozos de la borrasca de nieve Filomena, que causó estragos por la falta de mantenimiento previo de los árboles de toda la ciudad.

Jardines de Palacio de Liria, un patio por descubrir.


Parque Rodríguez Sahagún, de película gore
Jardines de Plaza de Oriente. Podría ser un referente en Madrid, pero el aparcamiento que hay debajo impide el crecimiento de otra cosa que no sean magnolios y arbustos. Parterres escasos de interés y pobrísimos estando delante del Palacio Real.

Jardines Mohamed I, un yacimiento arqueológico y zonas con algunas plantas que son una encerrona porque sólo tienen una entrada y no puedes subir hasta la calle Mayor desde la zona de la terraza Atenas.

Talud de la muralla frente a la catedral de la Almudena, se lo podrían haber currado un poco más.

Jardines de San Francisco, antigua dalieda, un balcón de Madrid a la nada, porque está descuidada, como todo lo vegetal en esta ciudad disfrazada de verde.

Rosaleda del parque del Oeste (Jardín de Ramos Ortiz). La más valiosa y desconocida rosaleda de Madrid, útil para conocer las variedades de rosas en un entorno tranquilo cerca del teleférico.

Rosaleda de El Retiro, pequeña e interesante, un complemento del parque y, seguramente, su espacio vegetal más cuidado e interesante.

Hay otros muchos, escondidos en patios, abandonados o desfigurados por manos torpes, olvidados o sitiados en áreas periurbanas. Se me ocurre el aberrante parque de la Ventilla, ejemplo de cómo plantar pinos laricios a diestro y siniestro, y te deja con ganas de no volver ni para ponerlo a parir.

Pero voy a relatar mi descubrimiento de uno diminuto, bellísimo, un rincón andaluz en medio de la urbe ruidosa: el jardín del Museo Sorolla.

A pesar de haber trabajado en la acera de enfrente durante un año, pasado decenas de veces por su puerta, conocer su existencia y hecho decenas de intentos de visitar a un pintor que de veras me gusta, no imaginaba su belleza e interés.

Ayer (no recuerdo el día, sólo que era plandemia), acuciado por la necesidad de recuperar un Madrid que se nos muere por la maldad, estulticia y negligencia de sus dirigentes nacionales, regionales y locales, me sugirieron tomar un café en sus jardines.

Imaginaba que esas mesitas que veía desde fuera eran de un pequeño café en un exiguo jardín de tres grandes árboles y alguna enredadera, tal vez una fuente redonda de piedra artificial y algún seto, todo lo más de boj, desencantado como estoy de las escasas habilidades de los jardineros de esta villa y corte republicanas.

Pero no, no existe tal café, ni nada sirven que no sea exquisitez, dulzura, buen gusto, estilo, en ese truculento estilo postromántico que imita los jardines romanos y andaluces, con una fuente lineal de azulejos y otra circular de mármol, pequeñas esculturas clásicas y hasta un arrayán plantado por el mismo Sorolla en 1917.

Un remanso de paz con el ruido de los coches, pero el mejor descubrimiento que he hecho en Madrid desde que visité las terrazas en altura.

El jardín del Museo Sorolla se restauró entre 1987 y 1990 y carece de unidad estilística, aunque es de una gran armonía.

Invito a la corporación municipal madrileña actual y a sus concejales presidentes de distritos a que visiten dicho jardín y tomen nota, pero atados, no sea que les dé por tocar algo.











viernes, 29 de abril de 2022

¿Qué es el duende en el arte?


Soy lego en esto del "duende", y tal vez ni lo experimente ni lo sepa reconocer, si es que alguna vez quedo expuesto a él. Pero Santiago Auserón, el cantante de la Movida madrileña, recitó en el Jardín Botánico en 2019 una carta de García Lorca en la que hacía referencia a él, y llegué a entenderlo, porque él lo tenía y conoció a muchos que lo tenían.

De esa intervención esclarecedora, y fiándome del mejor poeta moderno de España, he colegido que el duende es lo siguiente, sirva también de definición.


¿Qué es el duende?

El duende es ese esquivo e inesperado talento tan ligado a lo trágico, a lo mágico y a lo intangible, no explicado, e inexplicable por filósofos, que se apodera del ser presente, surgiendo de la historia personal hasta eruptar en los rostros de los espectadores, atónitos, desarmados, inermes de razón y entregados de alma al arte de cantantes, poetas, recitadores,... deudores todos del verbo, transmisores de esa fuerza telúrica y atávica que surge del miedo escénico, del miedo a la muerte, del miedo a la vergüenza y que con brutal fortaleza se dice que sólo existe en España.


Y veamos qué decía del duende Federico García Lorca

Juego y teoría del duende














lunes, 31 de enero de 2022

Aniversario de la bandera de Madrid

Bandera de Madrid
La Razón es ese periódico fundado por Luis María Ansón y en el que escriben innumerables becarios y aprendices de periodistas. Desde 2008 lo dirige Francisco Marhuenda.

Y se nota por los errores gramaticales, ortográficos y por la irrelevancia o puerilidad de casi todo lo que publican.

Pablo Gómez (un desconocido juntaletras) ha publicado el 31/01/22 un articulillo para conmemorar el cumpleaños de la bandera de la Comunidad de Madrid (31/01/1984).

En ese articulillo, o más bien panfleto tontorrón, se aventura con la simbología de la bandera de la Comunidad de Madrid.

Con respecto al color de la bandera dice así:

"Este color, el rojo carmesí, viene a reconocer a Madrid como un pueblo castellano." Está bien la idea, y así lo dice la propia web de la Comunidad de Madrid, aunque se represente siempre como de color gules o rojo vivo.

Y con respecto a las estrellas:

"¿Por qué siete? Representan, tal y como coinciden la mayoría de historiadores, las siete estrellas de la Osa Mayor que pueden contemplarse desde la Sierra de Guadarrama. Y son de cinco puntas en alusión a las cinco provincias que rodean a la región: Ávila, Segovia, Guadalajara, Cuenca y Toledo."

La hilaridad que me ha producido semejante afirmación en un periódico de dos directores que han hecho referencia muchas veces a la masonería se me ha convertido en rictus.

Por ejemplo, en "Canela fina" (12/06/05), y ya ha llovido, Luis María Ansón afirmó que los españoles "tienen derecho a saber si sus ministros son masones".

Y Francisco Marhuenda (28/09/2017) escribió: "...hay que dar una lección a los obispos catalanes, e iros a los de las CUP a que os pongan la X, y a los de ERC, que son ateos y masones, que os pongan la X, y ya está".

Para situarnos en antecedentes, tenemos derecho a saber que la Constitución Española de 1978 se escribió en una ‘Logia Masónica’.

"Siete masones son necesarios para formar una Logia Justa y Perfecta, donde reina la tolerancia fraterna en la inevitable diversidad humana. Y siete fueron también los miembros designados como padres de la Constitución."

Los Padres de la Constitución de 1978
Gabriel Cisneros, Manuel Fraga Iribarne, Miguel Herrero de Miñón, Gregorio Peces Barba, José Pedro Pérez Llorca, Miguel Roca i Junyent y Jordi Solé Tura.

Y la elección del "templo masónico" recayó en el Parador Nacional de Gredos. Tal vez no tenían otro más alejado de miradas indiscretas.

Ese escritor del artículo conmemorativo no sabe lo más básico de vexilología ni heráldica, ni tampoco de simbología, o simplemente ha sido instado a colaborar con la "secta discreta" para que sigan sus acechanzas.


En la bandera de la comunidad de Madrid la simbología masónica es clara

La definición de la bandera y escudo de la Comunidad de Madrid fue llevada a cabo por el poeta Santiago Amón Hortelano, con diseño de José María Cruz Novillo. Ambos recomendaron el rojo vivo, frente al carmesí. Es conocida la militancia de Santiago Amón en el Partido Comunista de España.

Veamos la estrella de cinco puntas. Hay una explicación entre los masones: la estrella de cinco puntas representa los cinco atributos básicos que describen el universo: poder, sabiduría, belleza, virtud y caridad.

El número siete, por las siete estrellas:

Como ejemplo, "La escalera de los siete peldaños es un símbolo de las siete virtudes a las que en todo momento debe aspirar el buen masón."

La bandera de Madrid está organizada en dos peldaños de estrellas, el primero: Fe, Esperanza y Caridad, y el segundo: Justicia, Fortaleza, Prudencia y Templanza. Por decirlo de una manera sencilla y sintética.

Igualmente se representaron en la bandera los tres números simbólicos: el tres de los elementos presentes: 2 líneas  de estrellas y un color; el cinco de las puntas de cada estrella y el siete de la totalidad de estrellas presentes.

También puede considerarse el rojo como el reflejo de la sangre derramada por la libertad, encarnación de los ideales republicanos y democráticos del nuevo ciudadano, nos estamos refiriendo al rojo vivo o gules, claro.


Escudo de Madrid

El escudo y bandera de Madrid

La bandera de la Comunidad de Madrid tiene que ver con el escudo de la Villa de Madrid, si bien recuerda al escudo que se dice que llevaron las milicias madrileñas en la batalla de las Navas de Tolosa (1212).

El 23 de febrero de 1989 fue publicado en el Boletín Oficial del Ayuntamiento de Madrid el Reglamento de Protocolo y Ceremonial.

En su Título I que trata Sobre la Villa de Madrid, sus tratamientos, títulos, atributos y sus usos, el Artículo III describe el Escudo de Madrid:

«El Escudo de Madrid consta de los siguientes componentes heráldicos: en campo de plata, un madroño de sinople, terrazo de lo mismo, frutado de gules, y acotado de oso empinante de sable y bordura de azur, cargada de siete estrellas de plata de seis puntas; al timbre, corona real antigua.»

Bandera de la Villa de Madrid

A continuación, el Artículo IV, indica que «La Bandera de la Villa de Madrid se compone del escudo …, centrado sobre color carmesí».

El color carmesí es el color rojo heráldico de Castilla por excelencia, no el rojo gules, como se representa la bandera de la Comunidad de Madrid (aunque el decreto la describa como carmesí), ni el morado, como la bandera de la Segunda República.

Los paños carmesíes con el paso de los siglos acaban tomando tonalidades moradas, y tampoco debe confundirse con el color púrpura. Por ejemplo, la bandera de los Comuneros de Castilla era color carmesí, no morado ni púrpura, color éste, por ejemplo, del león del escudo del Reino de León. 

Las estrellas del escudo de Madrid se ha convenido que sean de 6 puntas, y son siete también las estrellas porque es el número que se ven de estrellas de la Osa Mayor (Alioth, Alkaid, Mizar, Megrez, Phecda, Dubhe y Merak), con referencia al antiguo escudo de Madrid, que representaba el gráfico astronómico de la constelación de la Osa Mayor.

Por ello, al referirse al "Oso y el madroño" del escudo de Madrid deberíamos referirnos, con propiedad, a la Osa y el madroño.


Escudo de Madrid en 1212


Los masones o filomasones que diseñaron la bandera de la Comunidad de Madrid buscaron referencias para camuflar su simbología. ¿Existe algún grabado de 1212 de este escudo? No he encontrado escudo alguno medieval con referencias astrológicas, aunque sí banderas actuales, como varias de Oceanía (Micronesia, Australia, Nueva Zelanda, Tokelau, Tuvalu y Papúa Nueva Guinea, entre otras).


Enlaces


Luis María Ansón y la Masonería

Francisco Marhuenda y la Masonería

La Constitución Española se redactó en una logia

La Constitución de 1978 se redactó en una logia masónica

La Constitución es de creación masónica

Bandera de la Villa de Madrid

Escudo de Madrid











Bernardo de Gálvez, Balducci y Horace Walpole

Por España y por el Rey, Gálvez en América
Bernardo de Gálvez es uno de mis héroes favoritos españoles: luchó contra los apaches, los marroquíes y los ingleses, y acabó siendo reconocido como uno de los Padres Fundadores de Estados Unidos, figurando su retrato en la Sala de Fundadores del Congreso de Estados Unidos.

Mucho se ha dicho ya de este militar malagueño que proporcionó grandes éxitos a España frente a Inglaterra en América, sobre todo en la campaña de Florida, pero pocos saben que uno de sus descendientes retornó a Málaga y fue inspiración para que el compositor Giuseppe Balducci compusiera la ópera Boabdil, re di Granata. Veamos cómo fue la larga historia que hay detrás de la génesis de esta ópera de cámara.


Matilde Capece Minutolo


María Matilde Capece Minutolo

María Matilde de Gálvez, nació el 9 de enero de 1778 y falleció en Málaga en 1839.

Tercera Marquesa de Sonora y Condesa de Gálvez, esposa de Raimondo y madre de Paolina, Adelaide y Clotilde, para las cuáles Balducci escribió sus óperas de cámara.

María Matilde era hija de Bernardo de Gálvez (Virrey de Nueva España) y Felicité de Saint Maxent. La condesa viuda de Gálvez se instaló en Madrid en 1787 después de la muerte del Virrey, y fue famosa por sus tertulias de ilustrados y afrancesados en una casona de la Corredera Baja de San Pablo de Madrid.

Matilde nació en Nueva Orleans en 1778 y se casó en 1795 con el italiano Raimondo Capece Minutolo, hijo del Príncipe de Canosa.

Raymond sirvió en Madrid en la compañía de Guardias Walonas. El cuartel de las Guardias Walonas estaba situado en Aranjuez y fue edificado en 1770 por el arquitecto Jaime Marquet, autor de la Casa de Correos de Madrid y del Real Coliseo Carlos III de San Lorenzo de El Escorial, sede de óperas para la Casa Real de España.

La pareja vivió en Nápoles y tuvo tres hijas: Paulina, Adelaida y Clotilde , quienes a veces utilizaban el nombre Capece Minutolo de la Sonora, juntando uno de los títulos nobiliarios de su madre. Fueron conocidas en Nápoles por su notable contribución a la música y a la educación.


La extinción de la línea de los Gálvez

Paulina fue la única que tuvo descendencia. Se casó con Francesco del Balzo, hijo del Duque de Capriliano.

Tuvieron un hijo y una hija, Ernesto del Balzo y Adelaide del Balzo, que alcanzaron la edad adulta. Ambos murieron en 1930 sin descendencia.

Ernesto del Balzo, Duque de Balzo, Duque de Caprigliano, V Marqués de Sonora y Conde de Gálvez, alguacil de Honor y Devoción de la Soberana Orden de Malta, nació en Nápoles en 1845. Se casó en Florencia en 1868 con Lady Dorothy Walpole (1842-1921), hija del cuarto Conde de Orford, y prima de Horace Walpole, el famoso autor de novelas góticas. La pareja no tuvo hijos, muriendo Ernesto en Nápoles en 1930.

Adelaida del Balzo de Caprigliano , nacida en Nápoles en 1843, fue sirvienta en la corte de la Reina Margarita de Saboya (Italia). Adelaida se casó con Francesco Pignatelli, 11 Príncipe de Strongoli y Conde de Melissa. Tampoco tuvieron descendencia.

Ellos fueron los últimos descendientes conocidos de la línea de Gálvez.


Boabdil re di Granata,
autografiado por Balducci

Giuseppe Balducci

Balducci nació en Iesi (Italia) en 1796 en una familia próspera de la ciudad. Era primo lejano del compositor Giovanni Battista Pergolesi (sus abuelos eran hermanos). El padre de Balducci fue un exitoso hombre de negocios que fue secuestrado y asesinado en uno de sus viajes poco antes de que naciera Balducci.

Un socio comercial tomó posesión fraudulentamente de la mayor parte de la riqueza de su padre, dejando a la madre y los hijos de Balducci en circunstancias muy difíciles. Balducci estudió música con el cantante castrado Giovanni Ripa en Iesi y el compositor Pietro Morandi en la cercana Senigallia.

A la edad de 17 años Balducci había formado su propia compañía de ópera en la que también cantaba como tenor principal. Sin embargo, un año después se vio obligado a huir de su ciudad natal tras matar en un duelo al sobrino del gobernador papal. A su llegada a Nápoles, encontró empleo como maestro de música de las tres jóvenes hijas de Raimondo Capece Minutolo (1769–1827), un mariscal de campo retirado y miembro de una antigua familia noble napolitana. Balducci seguiría siendo miembro de la familia Capece Minutolo por el resto de su vida.

Una vez instalado en Nápoles, Balducci reanudó sus propios estudios musicales, esta vez con el compositor Niccolò Zingarelli en el Collegio San Sebastiano. Debutó como compositor de ópera con Il sospetto funesto, una ópera semiseria que se representó en el Teatro del Fondo en marzo de 1820. El crítico del Giornale del Regno delle Due Sicilie criticó el trillado libreto basado en una obra que había estado circulando en toda Italia, pero reservó elogios para la música de Balducci. 

Siguieron cuatro óperas más, la última de las cuales, Tazia, se representó en el Teatro San Carlo en 1826 con Caroline Ungher en el papel principal. Según el biógrafo de Balducci, Jeremy Commons, la actuación fue "saboteada por una orquesta descontenta por razones desconocidas", y Balducci básicamente se retiró de la composición para el teatro público durante los siguientes doce años.

A la muerte de Raimondo Capece Minutolo en 1827, su viuda Matilde (hija del antiguo Virrey de Nueva España, Bernardo de Gálvez) nombró a Balducci tutor de sus hijas Paulina, Adelaida y Clotilde. Balducci dedicó gran parte de su tiempo a ayudarla en la administración de las finanzas de la familia y la educación de las tres hermanas.

Entre 1827 y 1839 Balducci compuso cinco "óperas de salón" (precursoras de la ópera de cámara moderna) que fueron interpretadas por Paulina, Adelaida y Clotilde y sus amigas en la casa de la familia. Inusualmente para las óperas italianas de la época, estas obras fueron compuestas sólo para voces femeninas. Con la excepción de su penúltima ópera para la familia, Scherzo, el acompañamiento musical se compuso sólo para dos pianos.

En 1838 Balducci volvió al teatro público por última vez con su ópera Bianca Turenga que se representó en el Teatro San Carlo. Las arias de la obra fueron posteriormente publicadas en Milán por Ricordi. Al año siguiente, Matilde Capece Minutolo murió repentinamente en Málaga mientras se ocupaba de sus propiedades allí. Después de su muerte, las responsabilidades de Balducci en el hogar aumentaron drásticamente y prácticamente dejó de componer. Murió en Málaga en 1845 mientras realizaba negocios para la familia Capece Minutolo.

En 1882, Clotilde Capece Minutolo, la última hermana sobreviviente, donó la extensa colección de música de su familia al conservatorio San Pietro a Majella en Nápoles. Incluye las partituras autógrafas de muchas de las obras de Balducci, así como el diario de Clotilde, que es la fuente de gran parte de la información sobre los primeros años de vida de Balducci y las circunstancias de su huida de Iesi.


Königliche Kurtheater
Rossini in Wildbad
2008
Aunque las obras de Balducci se olvidaron en gran medida después de su muerte, todas sus óperas de cámara se han recuperado desde principios de la década de 1990. La Opera Waikato en Nueva Zelanda ha representado I gelosi (1993), Il noce di Benevento (1995) y Scherzo (1996). Scherzo se representó nuevamente en 2014 durante el Festival dell'Opera da Camera en Jesi, su primera presentación pública en Italia. El festival Rossini in Wildbad ha representado I gelosi (2006), Boabdil, re di Granata (2007), Il noce di Benevento (2011) e Il conte di Marsico (2016).

Boabdil, re di Granata se estrenó en 1822. En 1827, en un ambiente revolucionario e independentista contra el poder de los Borbones en Nápoles, aparece nuevamente Boabdil, re di Granata, en una función privada interpretada en el Palacio Real de Nápoles, con la presencia del rey de las Dos Sicilias Francisco I.


Notas

El festival Rossini in Wildbad está especializado en las óperas menos conocidas de Rossini y sus contemporáneos. Bad Wildbad, Baden-Württemberg (Alemania).











sábado, 22 de enero de 2022

Crítica a Blutsauger: Eine marxistische vampirkomödie


Octavia y Jakob

Película de 2021 del director franco-alemán Julian Radlmeier, nacido en 1984 en Núremberg: la ciudad de Durero, del famoso mercado navideño y lugar de las Dietas imperiales, del rodaje de El triunfo de la voluntad de Leni Riefenstahl y del juicio a los jerarcas nacional-socialistas (1946).

Calificada por los cines y la crítica menos 'especializada' y menos enterada como comedia de horror o vampírica, sin atender más que al título, se trata en realidad de una sátira política y una comedia seria profundamente alemana, con capas pintorescas para enmarcar un verdadero mensaje sobre la inquietud política y social de un director que no conoció el Telón de Acero (tenía 5 años cuando cayó) pero que sí ha sufrido las consecuencias de la caída del Muro de Berlín, de la unificación alemana, de la globalización forzosa y de la propaganda machacona antinazi de los gobiernos alemanes que ha creado un sentimiento de culpabilidad general y un lavado de cerebro entre los alemanes desde la posguerra,

BlutsaugerEine marxistische vampirkomödie es el título original en alemán de lo que se ha traducido en inglés y español como: “Chupasangres, una comedia marxista de vampiros”, pero que bien podría haberse llamado 'Sanguijuelas, una tragicomedia de la élite vampírica y sus incautas y zafias víctimas'.

El dirigista, educativo y subvencionado cine alemán actual es un ejercicio aburrido y peligroso para el arte, y Blutsauger representa una vaharada de aire mentolado que se sacude de la pobreza cinematográfica que se ha generalizado en Alemania desde que los expresionistas y la UFA hacían cine ... y propaganda, todo hay que decirlo.


Blutsauger
La película

La historia comienza surrealista con un hombre con frac y chistera en una playa de la ventosa y hermosa costa del Mar Báltico (Ostsee), en  una región del ámbito alemán de 1928 que podría estar en cualquier lugar entre Kiel y Königsberg.

La imagen de una joven rica y neoburguesa (Octavia) y su ridículo sirviente con un quitasol es una de las escenas más bellas e icónicas de la película y a partir de ahora del cine europeo contemporáneo.



Fiesta de disfraces en Blutsauger
Memorable es también la escena del baile de disfraces y el encuentro en la escalera de la casa de una Octavia borracha con el misterioso hombre de la playa.

Octavia quiere sacudirse de la rigidez de su clase social de la alta burguesía alemana e imita la modernidad norteamericana, pero queda prendada de la prestancia del hombre de la playa (Lyovoshka), un sujeto que dice ser un barón ruso, con el que Octavia quiere emparentar, como anhelo prototípico de la burguesía rica para generar abolengo.


Otra excelente toma de un grupo
La ilusión de las esperanzas de Octavia se ve reflejada en la mera apariencia de un tipo que en realidad es aburrido, convencional, mentiroso, inculto y ...  delincuente. Un buscavidas que escapa de la Rusia bolchevique y va a parar a Alemania, pero sólo como trampolín hacia el dorado Hollywood, para lo cuál utiliza a la bella e ilusa burguesa, a la que engatusa con su pasado como actor (en realidad un extra de poca monta) a las órdenes del gran director ruso Eisenstein.

Mientas tanto, un estereotipado y caricaturizado grupo de jóvenes marxistas se enredan con las teorías de El Capital y “descubren” que lo que quería decir Marx es que los chupasangres capitalistas tienen una dimensión real.

Los objetos contemporáneos como las latas de Coca-cola, la Kawasaki Ninja y el descenso en paracaídas de Bonin son elementos gamberros, cómodos para evitar un exceso de rigidez escénica por anticuada y un acercamiento a una actualidad política cada vez más amenazadora. Y también un truco para que los espectadores más puñeteros no se metan con los anacronismos de un atrezzo que costaría mucho dinero para querer ser fiel a la época.

Jakob es el sirviente esclavizado de Octavia, ciertamente una vampira, del que se alimenta a cualquier hora el día, sin que él sospeche nada a pesar de creer que los vampiros rondan la comarca.


El insulso barón pillado
Aparece en escena un chino, en realidad un actor coreano (Kyung-Taek Lie), que actuó en el anterior éxito de Radlmeier (Selbstkritik eines bürgerlichen Hundes2017), para representar a la colonia china que había en Hamburgo hasta el advenimiento del nazismo, y que tuvo que emigrar debido a la presión xenófoba.

De hecho, es también una referencia directa a la colonia vietnamita existente en la antigua y comunista Alemania del Este, y que sufre actualmente de sentimientos racistas por parte de la población alemana.

El cruce de acusaciones entre la clase popular y los dirigentes burgueses por la sospecha de casos de vampirismo en la región lo resuelven éstos diciendo que se debe todo a una plaga de pulgas chinas, en clara alusión al supuesto origen chino del SARS-Cov2, para encubrir su propia criminalidad  sobre la población a la que explotan.

Lyovoshka, el hermético y convencional barón impostor que no encuentra acomodo en ninguna parte, se acaba enamorando de Octavia, mientras el sirviente Jakob languidece de desamor. Ahora sí que le importa algo a Lyovoshka y está dispuesto a todo.

La pasión que ella le tiene acaba por doblegar su desinterés inicial y cuando descubre que Octavia es la vampira intenta salvarla acusando al chino vendedor de algas de la manera más burda, pero los marxistas le creen y salen en pos del chino, al que ahorcan en medio de un tumulto que transforma a los civilizados marxistas en nacional-socialistas, tan cerca están siempre los extremos, sobre todo si se comparte denominación.

Un vampiro chino
La caracterización del chino como Fumanchú en la metapelícula que ruedan, representa al villano chino por excelencia, y nos remite a la desconfianza hacia lo oriental de la sociedad actual, como sucedió también durante el período de entreguerras, en el que los británicos y occidentales en general temían la invasión desde China.

Radlmeier exonera de cualquier responsabilidad a cualquier agente externo y encuentra los males en las propias miserias alemanas. Se trata de un alegato antirracista, antixenófobo y crítico por igual del marxismo a la alemana, de la Rusia bolchevique, de la clase dirigente alemana y de los alemanes y rusos mismos, en una acusación generalizada al género humano por encontrar el mal en el otro por las ambiciones personales, ya sean de sexo, poder o dinero.

La aridez de la película para espectadores no habituados al nuevo surrealismo y a la cultura alemana puede llevarles a calificarla de tediosa e incómoda, máxime si se entiende el alemán, pues muchas veces la dicción de los actores peca de artificiosa y cargante de manera intencional, hasta para los alemanes ...

Por otro lado, el papel del principal protagonista, Alexandre Koberidze (el 'barón'), es el de un sujeto absolutamente insulso, de pocas palabras y muy irritante por ser todo el contrapunto de la película, que es generalmente luminosa y locuaz, mientras él parece el alterego cenizo del depresivo Tolstoi o más bien el tío que te está jodiendo la película de principio a fin.

The Party (1968)
Algunas de las escenas estereotipadas, hieráticas y coloristas recuerdan a otro cineasta del ámbito báltico, el finlandés Aki Käurismaki (Nubes pasajeras, 1996) y otras, como la fiesta de disfraces, sublime su estética, dan la impresión de que en cualquier momento Peter Sellers va a salir a bailar un boogie-woogie narcoléptico y a pedirse una copa con sus gafas de época, como en The Party (1968).

Gran película por su original planteamiento, que gana con la generosidad de un espectador no avisado y que conozca los ámbitos cultural e histórico del director.

La fotografía de la costa báltica en verano, luminosa y ventosa, es evocadora y desértica. Los árboles son imperfectos; los caminos arenosos, costumbristas, románticos y cautivadores por su abandono, en un escenario natural que se está recomponiendo de su manipulación antrópica. Tal vez haya esperanza, pero no vendrá del marxismo.


Enlace

Entrevista a Julian Radlmaier, director de ‘Bloodsuckers’

Crítica a Bloodsuckers

martes, 4 de enero de 2022

PLAZA DE ESPAÑA, dolores de Madrid

La reforma de la plaza de España de Madrid

”Asquerosa” es un palabra fuerte para dirigirla a una persona, pero también sirve con la misma intención e intensidad para lamentar una actuación arquitectónica.

Que el diseño de la nueva Plaza de España de Madrid es una mierda es una opinión y una emoción basadas en un criterio estético y de utilidad particulares, pero referido a su ejecución, es una realidad colectiva que apoyo con fotos de la chapuza de los obreros participantes y de sus supuestos controladores de calidad.


Error de simetría:
el día que lo explicaron en la guardería estaban malitos
Diseño brutote:
obstáculo de puta madre
para hacer motocross
Chapuzas a go-gó:
les faltó otro milloncejo para los remates

Un diseño basado en votaciones populares para captar votos y no atendiendo a su conveniencia espacial sólo puede resultar un éxito por la vía de la casualidad. Y esto debería ser objeto de denuncia ante los tribunales cuando se está gastando un porrón de millones de dinero público.

Entrada de emergencia (por deslizamiento)
de viandantes y basura
La salida de emergencia del metro es un sumidero de basura y un foco de accidentes por torceduras y caídas ¿quién ha sido el Dr. Ingenioso de semejante bazofia peligrosa?

Poner árboles en medio de los caminos no es un error de diseño, es parte de un diseño hecho por alguien que no sabe lo que tiene entre manos, lo mismo que poner chaflanes en la base de los árboles, restando movilidad y favoreciendo accidentes.


¿Va a correr el Ayuntamiento de Madrid con los gastos de las torceduras y otras lesiones originadas o las repercutirá a la empresa?


Bordillos especialmente diseñados para caídas
y alcorques-papelera:
grandes ideas del Ayuntamiento y sus secuaces
Una cuesta de tierra, cual lomo de dinosaurio o de gusano de Dune (Geonematodium arraknis), recorre frontalmente el Senado y los jardines de Sabatini, a los que han derribado una meritoria cerca preexistente. Y es que en este Madrid del cuál sufrimos a sus regidores, no sólo construyen mal sino que destruyen peor.

Se ha puesto patas arriba una plaza que estaba correcta y de la que han descuajado los olivos centenarios que había y una de las más bellas fuentes de Madrid, además del estanque frente a Don Quijote y Sancho, a los que no han descabalgado porque es querencia de turistas japoneses.




Sin fuente y sin olivos:
cuesta mucho limpiar una fuente, así que ATXC
 y el precio de la aceituna
aconseja arrancar una decena de olivos
para ponerlos en la finca del arquitecto.

Cuesta explicarse actuaciones como la de la remodelación de la Plaza de España si no entran en juego la estulticia, la ineptitud, las prisas por inaugurar y posiblemente la corrupción.

La Unión Temporal de Empresas PACSA y FCC (esta última la que riega de basura las calles de Madrid cuando dice que la recoge con sus camiones) son las autoras de este desaguisado colosal, a las que el Ayuntamiento de Madrid debería meter en cintura, porque ni el diseño ni la ejecución están a la altura de los más de 61 millones de euros que se han gastado en esta porquería.

¿Tiene alguien idea de lo que se puede hacer con 61 millones de euros?


https://www.lavanguardia.com/local/madrid/20190104/453926975386/empresas-pacsa-y-fcc-reformaran-la-plaza-de-espana-con-62-millones-de-euros.html


Hacer grandes alcorques sin cubrir: así pueden cagar
muchos perros a la vez

Arrancar árboles está bien, si lo hace Más Madrid

Hacer sitios estrechos para que la gente mantenga la línea (¿estrategia vegana?)





La estética está muy cuidada:
Madrid ciudad de turismo



La ergonomía:
está pasada de moda,
diseño al poder


Los accesos a Pza. España
son para ir en botas de montaña
(no creáis que 61 millones
de € dan pa mucho)


Un enlace para rasgarse las vestiduras y que se te hinchen las venas del papo

https://www.madridproyecta.es/reforma-plaza-de-espana/


"En 2015, con el nuevo Ayuntamiento de Manuela Carmena, se prefirió apostar por otro proyecto para la Plaza de España. Llegado 2016, el Ayuntamiento elaboró una encuesta en la que participaron 27.000 madrileños, en ella se definieron las bases para el concurso de ideas para la reforma de la plaza."



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