martes, 16 de diciembre de 2025

Expresionismo alemán en el cine, en la Fundación Canal

Nervios, de Robert Reinert
Esta fantástica exposición titulada «Expresionismo, un arte de cine» es de lo más nutritivo que se puede visitar estos días de Navidades en Madrid, hasta el 4 de enero de 2026.

Se encuentra en los sótanos de la Fundación Canal, Mateo Inurria, 2.

Producida por la Fundación Canal, y con la colaboración del Friedrich Wilhelm Murnau Stiftung (Wiesbaden) y el Institut für Kulturaustausch (Tubinga).


El trauma de la guerra como impulsor del arte

Los gobernantes llevan a los estados por la senda de sus intereses, y puede surgir la crisis por su ineficacia o ambiciones desmedidas. Las crisis de los estados llevan aparejadas crisis en sus ciudadanos, sobre todo si lo que se produce es un fracaso en la identidad nacional.

El fin de la Primera Guerra Mundial (1918) llevó a la población de Alemania a una crisis profunda: inestabilidad política con el fin del Imperio Alemán y el advenimiento de la República de Weimar; enormes pérdidas territoriales del 13% en  Europa y la totalidad de sus colonias en África, Asia y Oceanía, y pérdida de vidas humanas (10% de población); imposición de severas reparaciones económicas a favor de los aliados, que causaron hiperinflación y desempleo masivo; y, sobre todo, un profundo trauma social alimentado por la humillación de las condiciones de la derrota, la culpa de las consecuencias la guerra y la creencia en la llamada "Puñalada por la espalda", creando un terreno fértil para extremismos de izquierda y el ascenso del nazismo. 

Dolchstoßlegende
cartel electoral del DNVP, 1924 
La frase "la puñalada por la espalda" (Dolchstoßlegende) era una creencia de los alemanes con la que se culpaba a los políticos socialdemócratas y judíos de la derrota alemana en la Primera Guerra Mundial, exculpando al ejército alemán en el campo de batalla. Muchos historiadores modernos la consideran una teoría de la conspiración.

La creencia de que el ejército alemán fue traicionado por el gobierno socialdemócrata que se formó en noviembre de 1918 para firmar el Armisticio, fue creado por las críticas en la prensa alemana, que supuestamente tergiversó el libro del general británico Frederick Maurice, The Last Four Months: «Ludendorff hizo uso de las críticas para convencer a Hindenburg.» 

En una audiencia ante el Comité de Investigación de la Asamblea Nacional el 18 de noviembre de 1919, un año después del final de la guerra, Hindenburg declaró: «Como un general inglés ha dicho realmente, el ejército alemán fue 'apuñalado por la espalda'.»


Postal austríaca de propaganda antijudía, 1919



La crisis identitaria, la humillación y la rabia

El Expresionismo alemán fue una respuesta artística a la devastación psicológica y social de la derrota en la Primera Guerra Mundial, reflejando la angustia, el pesimismo y la incertidumbre de la posguerra en la República de Weimar. 

Mediante la distorsión artística de la realidad se querían expresar emociones intensas, temas de alienación, miseria y crítica social, lo que se vio claramente en la pintura, la literatura y especialmente en el cine con sus escenarios angulosos y deformados, sus contrastes dramáticos y su temática oscura. 

Este pesimismo alemán es fundamental en la explicación del Expresionismo, reflejando los artistas la angustia existencial, la alienación y la desilusión ante una sociedad moderna e industrializada que intervino en la guerra y fracasó, canalizado ese pesimismo a través de la distorsión de la realidad para expresar sus emociones interiores. Esto encuentra su justificación en la filosofía de Schopenhauer y el concepto de la vida como sufrimiento.


Von Morgens bis Mitternachts (1920),
Karl Heinz Martin
Para Schopenhauer, el sufrimiento es la condición fundamental de la vida, originado por la Voluntad (una fuerza metafísica irracional) que nos impulsa a desear. El deseo constante, al ser una falta, genera dolor; su satisfacción es momentánea y da paso al tedio (aburrimiento) o a nuevos deseos, creando un péndulo eterno entre dolor y tedio. 

La felicidad es solo la ausencia temporal de dolor, mientras que la vida es una lucha constante, y la única forma de alivio real es la negación de esta voluntad a través del ascetismo, el arte y la compasión, culminando en la no reproducción para no perpetuar el ciclo. Schopenhauer dedicó 40 años de su vida a la obra Die Welt als Wille und Vorstellung (ediciones de 1819 y 1844).

Este pesimismo existencial se manifestó en la temática de la soledad y la miseria, dando forma a la visión fragmentada y turbulenta del mundo en obras pictóricas, literarias y cinematográficas. 


La guerra y la pintura
Strasse in Soest, de Christian Rohlfs

Sin duda uno de los detonantes de la constitución del Expresionismo alemán, fue el comienzo de la Primera Guerra Mundial, donde ya varios artistas, en el afán de intentar plasmar de la mejor manera este trágico evento, se involucraron personalmente en el frente de trincheras. Esta misión voluntaria tenía como fin buscar una nueva y mejor sociedad, debido a que la guerra destruiría la sociedad anterior.

Así fue como pintores como Otto Dix, Max Ernst y Oskar Schlemmer participaron en la guerra como soldados, y luego plasmaron los horrores vividos en primera persona.

El pavoroso acontecimiento impulsó el movimiento expresionista, apalancado por la visión pesimista del mundo, que quería reflejar las cosas más allá de la apariencia externa, enfocándose en la tensión entre lo interior (expresión) y lo que esto despertaba en el espectador (representación).


“La forma en que uno ve depende también de un estado emocional de la mente. Esta es la razón por la que el motivo puede ser visto de muchas maneras, y esto es lo que hace que el arte sea tan interesante”. (Münch, E, 1863)


El cine y la cultura de masas
Nosfertatu, de F. W. Murnau

Uno de los elementos de representación o artes que se abrieron paso a esta nueva forma de comprender el mundo fue el cine. Esta evolución del cine durante la República de Weimar (1918-1933) tomó impulso deformando la realidad hasta el extremo de la locura.

Los directores buscaban plasmar el estado de ánimo de los personajes mediante el trabajo con la luz, los decorados y desde las distintas tomas de picado y contrapicado.

Nosferatu
Así es como en el cine las sombras cobran vida, el miedo de la representación visibiliza los problemas de la gente, su realidad y la miseria de lo cotidiano. Esta realidad plasmada en la pantalla grande, permite también definir al cine como el nuevo arte de masas del siglo XX al reunir en una sala centenares de espectadores de una sola vez.

El Expresionismo en el cine dio paso no solo a mostrar la depresiva Alemania de posguerra, sino que, como reacción, también ayudó a fortalecer la identidad supremacista de muchos alemanes, como lo fue en la obra de Fritz Lang El vampiro de Dusseldorf, donde se interioriza la locura que asesina a los débiles y justifica sus delitos con el argumento de mantener a los fuertes. De esta manera, según algunos críticos, la figura del vampiro representa la supuesta identidad maligna nacionalsocialista de muchos alemanes.




TEXTO DE LOS PANELES DE LA EXPOSICIÓN



SUEÑO Y TRAUMA

El arte y el cine expresionistas fueron espejos de los miedos y los deseos reprimidos de una sociedad devastada por la Primera Guerra Mundial. El trauma de la posguerra generó un individuo marcado por la neurosis y la locura, que se transformó en el centro de una producción estética destinada a hacer visible el malestar invisible.

Con trazos deformados, rostros crispados y atmósferas opresivas, el movimiento plasmó la angustia colectiva y la fractura interior.

En sintonía con las teorías del psicoanálisis, el Expresionismo sostuvo que la vida psíquica excede lo racional. El inconsciente, los sueños y las pulsiones reprimidas emergieron en narrativas que parecían ilustrar las teorías de Sigmund Freud.

Así, el arte se orientó hacia la exploración del inconsciente, mientras que el cine proyectó traumas y fantasmas colectivos a través de imágenes de pesadilla. 

Películas como «Misterios de un alma» (G. W. Pabst, 1926) ejemplifican esta conexión, al mostrar la neurosis de un profesor atrapado en fobias y deseos homicidas tras un hecho traumático.

Máscaras, de Josef Scharl
Otro hito fundamental es «El gabinete del Dr. Caligari» (Robert Wiene, 1920), donde Cesare, el sonámbulo, encarna la pérdida de voluntad y la manipulación psíquica, mientras Francis, el protagonista, revela la confusión entre delirio y realidad, sueño y vigilia.

La mujer ocupa un papel central en este universo. En una Alemania que experimentaba transformaciones sociales -con el acceso femenino al voto, a la educación y a la esfera pública- el Expresionismo contó con creadoras notables como las pintoras Käthe Kollwitz y Paula Modersohn-Becker o la guionista Thea von Harbou. Sin embargo, en la representación artística y cinematográfica, la mujer siguió apareciendo como figura ambivalente: frágil y víctima, pero también objeto de deseo o amenaza. Su iconografía osciló entre la "mujer frágil"-inocente y dominada-, la "mujer fatal" -independiente y seductora- y la "madre doliente", símbolo de sacrificio y duelo.

Käthe Kollwitz, Max Kaus y Frans Masereel plasmaron mujeres atravesadas por el dolor, muchas veces despojadas de belleza idealizada, incluso con rasgos andróginos. En el cine, la ambivalencia se intensifica: Jane en «El gabinete del Dr. Caligari» es víctima pasiva de la manipulación, Ellen en «Nosferatu» se sacrifica para salvar a su ciudad de la destrucción que ha traído consigo el Conde Orlok y María en «Metrópolis» encarna tanto la figura angelical como su doble mecánico erótico. Todas ellas catalizan los miedos y obsesiones masculinas, convirtiéndose en claves simbólicas para comprender la dimensión psíquica y traumática del Expresionismo alemán.


FORMA / DEFORMACIÓN

La distorsión de las formas exteriores como expresión de crisis interiores -ya sean psicológicas, sociales o existenciales- constituye una de las características fundamentales del Expresionismo. Calles, paisajes, rostros y figuras … nada escapa a la deformación expresiva de los artistas alemanes del período de entreguerras, como puede observarse tanto en las artes plásticas como en el cine de la época.

La ciudad aparece representada como un ente devorador que absorbe a sus habitantes en un entorno mecánico y opresivo. Esta visión se aprecia en películas como «El Golem» (Paul Wegener, 1920), cuyos escenarios, diseñados por Hans Poelzig, recrean el gueto judío de Praga con casas torcidas y muros inclinados que evocan un mundo siniestro.

Algo similar ocurre en obras pictóricas como «La vieja fábrica» (1920) de Walter Dexel y «Viaducto» (1924) de Erich Drechsler, o en estampas como «Calle en Soest» (1911) de Christian Rohlfs, donde la ciudad adquiere formas angulosas y caóticas.

La deformación también se aplica a la figura humana, despojada de la armonía clásica para proyectar el malestar interior, en sintonía con las teorías psicoanalíticas de la época. En «Nosferatu: una sinfonía del horror» (F. W. Murnau, 1921), el Conde Orlok, con su cuerpo demacrado y sus rasgos monstruosos, encarna pulsiones destructivas y miedos reprimidos. En el «Gabinete del Dr. Caligari» (Robert Wiene, 1920), la escenografía distorsionada refleja la locura, mientras que en «Dr. Mabuse: el gran jugador» (Fritz Lang, 1922) la deformación visual subraya la manipulación psicológica ejercida sobre los personajes hipnotizados, como metáfora de la vulnerabilidad social.

Im Aufzug, de Carry Hauser
Otro rasgo esencial del Expresionismo es la influencia del desarrollo tecnológico y la industrialización que transformaban Europa en esas décadas. La figura humana deja de concebirse como una unidad armónica y pasa a entenderse como un simple engranaje. Esta abstracción -hombre convertido en máquina- funciona como analogía de la instrumentalización del ser humano dentro de una sociedad sometida a fuerzas impersonales, como la disciplina militar o el trabajo fabril.

En «Metrópolis» (Fritz Lang, 1927), los obreros, con movimientos repetitivos, aparecen como extensiones de la maquinaria, mientras que el robot María, híbrido de lo humano y lo mecánico, encarna el temor a la deshumanización propia del Expresionismo alemán.

Esa misma idea se encuentra en la escultura «Formas orgánicas, hombre caminando» (1921) de Rudolf Belling, que propone un nuevo tipo de ser humano artificial y robótico, evocando, como si del monstruo de Frankenstein se tratara, el horror ante la modernidad.


Nosferatu
EL MONSTRUO

En el arte y el cine expresionistas, el monstruo surge como metáfora de la fragilidad humana y de los traumas colectivos provocados por la guerra, la derrota y la inestabilidad política de la posguerra. Su figura encarna la descomposición de un mundo moderno en crisis, reflejando tanto la muerte como la locura, la enfermedad, el desgarramiento interior y la dualidad moral.

El Expresionismo convierte lo demoníaco en un recurso estético y simbólico para explorar la tensión entre materialidad y deseo, entre lo real y lo soñado, mostrando cómo el mal seduce y escinde al individuo.

El cine expandió este imaginario con una galería monstruosa: el sonámbulo Cesare en «El gabinete del Dr. Caligari», el gólem en la película del mismo nombre, el robot María de «Metrópolis» y, sobre todo, «Nosferatu».

El Golem, de Paul Wegener
Esta última figura se erige como el monstruo expresionista por excelencia: no solo es un vampiro, sino también un símbolo del miedo colectivo, de la peste y de la irrupción de lo irracional en la vida cotidiana. Su cuerpo alargado, su sombra desmesurada y su rostro cadavérico condensan el terror a la descomposición física y espiritual.

Nosferatu es más que un depredador sobrenatural: representa la amenaza invisible que invade la comunidad, el mal que acecha desde lo externo pero que refleja los propios temores internos de la sociedad derrotada.

Junto a los monstruos físicos, el expresionismo también cultivó al monstruo psicológico: la ambición desmedida, la corrupción moral o la demencia, visibles en películas como «Dr. Mabuse: El gran jugador» (1922). Sin embargo, es en Nosferatu donde se condensa con mayor potencia la esencia expresionista: el mal como sombra omnipresente y espejo de la vulnerabilidad humana.


Rudolf Klein-Rogge en Dr. Mabuse



Enlaces

Die Dolchstoßlegende

Expresionismo Alemán: Revolución de un movimiento en tres tiempos

Exposición del Expresionismo en el cine alemán, Fundación Canal
















lunes, 17 de noviembre de 2025

Navidad en Madrid, y eso que estamos en noviembre

El mercadillo de Navidad de El Corte Inglés en 2025
Madrid no es París, ni Londres, afortunadamente: ciudades masivas, multiculturales, inhumanas, sucias, caras y con zonas vetadas al común de los mortales si no estás en su lista o posees una cuenta corriente de 6 cifras ...

¡Oh, espera! Madrid es ya un hervidero de inmigrantes sin cualificar y de turistas baratos, masificada, con los transportes públicos saturados, con una oferta internacionalizada que ha sepultado los usos propios en la cocina y el ocio, cada día más sucia por la acumulación de basura, con peores servicios y espacios públicos y, sí, los precios cada vez más caros, lo que ha expulsado a decenas de miles de habitantes a la periferia y provincias limítrofes para seguir trabajando en Madrid. 

Los inmigrantes aún están contentos viviendo en pisos-pateras, pero ya verán, ya.


Entre la estulticia y la avaricia

La instalación de multinacionales, esas que tanto favorece el gobierno de la Comunidad de Madrid, ha incrementado la presencia de salarios altos en la ciudad y todos los establecimientos pujan por esos trabajadores, dejando inasequible la oferta de ocio a las clases medias (hoy clases bajas) o limitándoselo a unos pocos días al mes o a las actividades gratuitas del Ayuntamiento y el gobierno regional.

Hoy el ocio en el centro de Madrid ya no son los bares para tomarse un café, un vino o una cerveza con un aperitivo mientras cambiabas de bares, sacándole el jugo al sueldo. Hoy se va a cenar o a tomarse unas cervezas sin cambiar de sitio, de una manera cansina, aburrida y estática, por las modas, pero sobre todo por lo inabordable de salir a tomar algo en Madrid sin que te sajen la cartera.

Los hosteleros ya no son propietarios y tenderos, que se encargaban de atender al público. Hoy los camareros son mayoritariamente extranjeros de República Dominicana, otros países americanos y de Marruecos, la mayoría sin una formación mínima en hostelería, escasa en cortesía y muy alejados de la cultura previa hostelera de esta ciudad, que están cambiando gracias a los propietarios que los contratan, la mayoría españoles, todo hay que decirlo. Unos propietarios ávidos de enriquecerse rápidamente, a los que les importa una mierda el cliente, porque Madrid, no lo olvidemos, es una ciudad para ganar dinero -o fenecer en el intento- no para vivir.


El mercadillo de Navidad de El Corte Inglés
Una llamada de atención de un consumidor bastante harto

Oye, hostelero, ¿crees que un empleado temporal infra-cualificado podrá atender adecuadamente a tu clientela cuando un cliente tiene que explicarle lo que es un café con hielo, un cortado o un simple y jodido bocadillo de queso?

Visitando hoy el circo de El Corte Inglés de Castellana llamado pretenciosamente "mercado de Navidad", y que no es más que los departamentos de dicha cadena sacados a la calle con un montón de locales de restauración rápida, vi los precios:

Comida cutre a precio de cojón de mico: 17 euros por un bocadillo, 16 por una hamburguesa del cutre-pretencioso Dabid Muñoz y cifras por estilo; muy adecuadas para que, los que sólo se acercan una vez al año al centro de Madrid en Navidad, se fundan la paga extra, y para los que salimos a tomar algo casi cada día se nos pongan los dientes largos.

Para cojón, digo botón, una muestra:

Agotada la paciencia para tomar algo decente, asequible y reconfortante, pues empieza a hacer frío, nos marchamos del miercadillo navideño con el olor a fritanga en el pelo y los abrigos, nada de entrañables olores navideños a bollería, vino caliente o chocolate, ¡fritanga! que por estos lares debe recordarles a las ferias donde aún se escaldan las gallinejas con aceite rancio, eso sí, cambiando el suelo de tierra llena de papeluchos por unas alfombrillas rojas y villancicos de Bing Crosby, tan típicos de España.


Secrets, city food, a precios de Londres
La experiencia en el Secrets, city food

Bueno, a lo que vamos, buscando un sitio recalamos cerca de la Torre Picasso, en un cafetería moderna y elegante, aunque nada lujosa, no os vayáis a creer, donde vi unos croasanes y unas magdalenas grandes en la vitrina, no tenían más. Y pedí dos cafés, esperando una hostia por ellos, digamos con un diferencial de 1 € con el precio medio, que ya está bien por un puto café.

Pero hete aquí, que se me antoja la magdalena gigante y la pido, corrigiéndome el botarate del camarero diciéndome que se llama "muffin". Bueno, a estas alturas de la película globalista, es como en el chiste: toda la vida pensando que se dice "película" y es que se dice "flim".

Cuando pido la cuenta, me casca 11,90 € por dos cafés normaluchos y la magdalenita llamada Muffin, ya que ahora las bautizan.

El cuerpo del delito
Uno, que se sabe esto de la repostería y sus costes, no rechistó, a pesar de ser una puta estafa, que representa unas 2.000 pesetas de las de antes, tanto ha subido el "coste de la vida" y el ansia de estafa de los hosteleros madrileños.

La cuestión es que el precio no estaba puesto y el susto fue de aúpa, y quizá una pequeña venganza del inconsciente colectivo hostelero madrileño, roñoso en cuanto al servicio y avaro en cuanto al precio.

Hosteleros madrileños, empresarios todos, acordaos de esto: cuando los pocos pijos progres y empleados de multinacionales varias pasen a jubilarse, y no van a tener casi descendientes españoles (los demás se van), sólo quedarán los hijos de los camareros extranjeros que os sustentan para poder pagar vuestros abusivos precios, y creedme que no van a cobran tanto y os vais a comer un mojón. Y os lo tendréis merecido.

¡Ah! cuánto se va pareciendo ya Madrid a París y Londres.














martes, 23 de septiembre de 2025

A relaxing cup of ... café con leche en Madrid

 

El vaso de leche del perro de Pavlov
Cuestión de estilo

Mis primeros cafés fueron en el desayuno de casa; mi padre me ponía muy temprano un tazón de leche coloreada con unas gotitas de café de la cafetera italiana de la encimera cuando se nos acababa el Cola-Cao.

A medida que crecía en edad, la cantidad de leche y el recipiente disminuían, siendo el deseo llegar a poder tomarme algún día, en minúsculas tazas, el café negro que mis padres bebían con costumbre y delectación en el sofá familiar.

Un café después de comer, otro a media tarde; un termómetro de la temperatura familiar, que se mantenía en niveles óptimos hasta que los niños nos peleábamos.



La adolescencia experimentada

Tomar café fuera de casa, fue para mí, una autoafirmación de madurez. Pedir en las cafeterías me resultaba costoso por mi timidez, agravada por la sensación de extrañeza que suponía que causaban mi atuendo y mi pelo, entre gótico y neorromántico, en una capital de provincias muy castellana y conservadora. Recuerdo especialmente mis tardes en el Hotel Inglaterra, de grandes tazas de té y pequeños recipientes de café.

Comencé con el café con leche, que en Valladolid se pone … en una taza de café con leche, un poco mayor que la que se utiliza para el café solo, que no es tan pequeña como la que utilizan los italianos para tomarse un café expreso.

En las tazas de café con leche caben tanto el café cortado como el café con leche, que se toman habitualmente después de comer, lo mismo que el café solo. La cuestión general es que a la misma cantidad de café que sale de la máquina, se le añada un poco de leche (cortado) o la misma cantidad de leche que de café (con leche).

El café de la Comedia en Valladolid aún existe, y no sólo cabían el café y la leche, sino también un chorrito de Bailey’s para dejarte un café indeleble en el recuerdo, como las magdalenas en forma de concha de Proust.


Estudiando con café en la naciente adultez

Bayas de café de Angola
Cuando me marché a estudiar a Salamanca esto era igualmente así, sólo que el nivel de actividad de los bares salmantinos es mucho mayor que en Valladolid y los cafés sabían bastante peor: las cafeteras con residuos requemados por falta de limpieza y el café portugués torrefacto los hacía mucho más fuertes y amargos, y a veces el sobre de azúcar de la taza eran dos de los grandes.

Pero hete aquí que llego a Madrid, ciudad sin ley, ni en cafés ni en cañas ... con unas medidas de taza tan dispares que me encuentro con bañeras de leche tan clara que parecen para remojarse, desayunar o bañar bollos, o churros … como un estilo a la francesa, para meter eclaires o las magdalenitas esas de Proust.

Me recuerdan a los cafés con leche generosos que desayunaba en los pueblos de Zamora antes de la amanecida para acompañar a los agricultores para arar y ver cigüeñas, con el chupito de aguardiente blanco al lado para entrar en calor, mientras la niebla cubría aún los campos.


La taza ideal para tomar café solo
El café y la cafeterías en Madrid

La variedad de tamaños y formatos de las tazas de café en Madrid es tan grande que pedir un café con leche se transforma en un acto de esperanza y de sorpresa. Esto, lejos de ser una ventaja para los beneficios de la libre competencia, se convierte en una jodienda para el cliente autóctono y en una fuente de incertidumbre con añadido de estafa para el turista, que se tomará sólo uno o dos cafés en su viaje a Madrid y no sabrá a qué atenerse para poner en su prejuicioso y animoso blog de viajes: “En Madrid se hace esto o lo otro” y nada será verdad, porque no habrá más criterio que el del dueño del bar.

En Madrid hay muchos gallegos, castellanos, leoneses, manchegos, extremeños, … y ahora argentinos, que abren éstos últimos muchas cafeterías, de muy buen gusto en el local, por cierto, pero añaden caos a la cuestión del café, apijotados con la influencia francesa en el poso hispano-italiano de sus ancestros. Y es que Buenos Aires no es París, pero como si lo “seriese” …

De la escabrosa cuestión de las cañas en Madrid hablaré otro día, porque es la del café que nos ocupa más perentoria y estragante.

He tomado café en 18 países, 13 islas y 3 continentes, y creo que he encontrado más variedad en Madrid que en el conjunto de ellos, lo que, lejos de constituir una virtud, es un verdadero contrasentido.

La última lanzada de Longino en mi costado cafetero fue en el café Perro de Pavlov, que está bajando por la Costanilla de San Pedro desde la Plaza de San Andrés madrileña. Allí recalé después de intentar tomar café en la calle Embajadores, imposible chico.

Tipos de tazas de café
La proliferación de cafés de los llamados ‘cozy’, de chicas o bajabragas, para los más avispados, ha hecho que el público se multiplique y la gente se aposente, más que la antigua tendencia del nomadismo de la sacrosanta caña vespertina, y así nadie encuentra sitio en ninguna parte.

Lo bueno de todo es que en las callejas menos transitadas a veces queda alguna mesa y se puede sentar uno a esperar a ver qué le traen.

Esta vez, en mi caso, a la petición de un descafeinado con leche se me respondió con un enorme vaso de güisqui de los baratos, que algunos usan para el agua, lleno hasta el borde de leche con café, como si fuera a desayunar a las 5 de la tarde. La bartender con acento del cono sur no se molestó en preguntar si en taza pequeña o grande, si en vaso o en taza, si con asa o sin asa … dando por hecho que lo guay de su bar la autorizaba para ponerme el café con leche como le pareciera y le saliera de su personalidad más velluda.

Y es una pena, porque el sitio es bonito y bien situado, pero a los bares se va a tomar algo que te guste, no a contemplar un vaso de leche teñida, a ver por dónde le das el primer sorbo. Sinceramente, después de comer ya no apetece desayunar. Aprendan o extínganse, porque el estilo bien entendido de una cafetería empieza por la taza de café. Y es evidente que lo obvio es una rareza en estos tiempos, donde el continente importa más que el contenido.

Oh, meteorito, qué cerca estás.


Enlaces

Cantata del café de Bach, letra

J.S. Bach "Cantata del Café" BWV 211 (subtitulos español)

Ultimate Guide to Coffee Mug Sizes Around the World (2025)















miércoles, 27 de agosto de 2025

Visita a las lagunas destrozadas de Velilla de San Antonio

Gestión cutre y provisional de una
cerca quemada hace meses
Lagunas de Velilla de San Antonio, Madrid
15 de agosto de 2025

Comenzaré diciendo que la ornitología no es una afición del común de los madrileños, ni de hombres ni de mujeres, que prefieren pulir su físico en el gimnasio, quedar después a través de Tinder y ver series en Netflix. Otros, más maduros, son de mantita y peli, y otros dedican su tiempo al cine o a los videojuegos, notables ocios, pero todas actividades indoor, ordenaditos en casa, como les gusta de un tiempo a esta parte a las administraciones que nos controlan, para que no veamos lo que pasa en el exterior, fundamentalmente.

Y con esto me refiero a los jóvenes, esperanzas de un país, porque los que son más talluditos ven la Naturaleza en la tele, para dormirse la siesta … o su deficiente estado físico no les da para hacerse 5 km con unos prismáticos colgados al cuello o meramente pasear por un camino de tierra.

La lista de bípedos implumes que he visto alguna vez con prismáticos en esas notables lagunas junto al Jarama no llega a cinco personas en muchos años de visitas, incluyendo a dos fotógrafos con teleobjetivo. Y excluyo un grupo de la SEO que se componía, a partes iguales, de interesados en el ligue y otros en la verdadera observación del cortejo de otras especies, eso sí, con ópticas de las caras, habituales en el préstamo de la SEO a los convocados.

Proliferación de algas en el Jarama
a la altura de las lagunas
Expuesta mi amarga crítica sobre los escasos observadores de aves de Madrid, se explica uno la nulidad gestora de entes que se nutren de los ciudadanos mismos,  como el Ayuntamiento de Velilla de San Antonio (PSOE), la Consejería de Medio Ambiente, Agricultura e Interior de la Comunidad de Madrid (PP) y el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (PSOE), más ocupado en la Agenda 2030 de destrucción de la agricultura y ganadería españolas y en favorecer los flujos migratorios de extranjeros, a la vez que otros ministerios favorecen los abortos de españolas.

Tamarisco caído junto a la laguna de El Raso
Se da la circunstancia de que el partido socialista gobierna el Ayto. de Velilla de San Antonio con dos representantes de Más Madrid-Verdes EQUO, que a la vista de sus nulos resultados ecologistas y de que no les le ve por aquí a los encargados municipales ni para recoger las basuras, se están literalmente, rascando el potorro, como el pleno municipal en síncrono concierto de inútiles.

Mi nueva visita a esa desafortunada zona lacunar fue el 15 de agosto de 2025*, y allí seguían los bordes de las lagunas desmoronados y los caminos cortados. Y ahora, es el estío riguroso, la maleza en su esplendor seco para combustible de pirómanos, cajas anidaderas de la SEO descolgadas, bancos arrastrados y las pocas papeleras rebosadas.

Estramonio.
Crece en zonas cálidas eutrofizadas
como orillas de ríos,
establos, estercoleros,
escombreras y vertederos de basuras
Las lagunas seguían fluyendo hacia el río y había zonas enormemente eutrofizadas, haciendo la zona impracticable para cualquier actividad que no fuera la escalada de montículos, sentirse como explorador de junglas o la observación de torres de electricidad caídas de pura podredumbre de sus bases, en un espectáculo digno de una sociedad que se refocila en el abandono.

El estramonio empieza a crecer vigoroso, cuando antes no habíamos encontrado esta planta en el entorno de las lagunas.

Estamos literalmente en manos de una manada de burócratas inservibles, a los que estamos pagando con nuestros impuestos. Porque esto ya no va de tíos que quieren gastar su tiempo mirando bichos, sino de contaminación de las aguas, pérdida de riqueza biológica y de espacios de ocio, y deterioro de servicios comunes.

En una empresa privada a quien no trabaja se le echa, pero estos irresponsables de las administraciones públicas tienen patente de corso para hacer lo que les plazca -nada- durante 4 años, sin ver mermados sus magros sueldos, aunque hagan sobradamente honor al adjetivo que surge de merma, como los más de 37.000 euros anuales que se embolsa la alcaldesa de esta localidad, Antonia Alcázar, o los más de 100.000 euros que cobra el Consejero de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid, Carlos Novillo.


Al Ayto de Velilla se le ha olvidado
recoger las papeleras
Por otras parte, hay para todos, no he escuchado que haya manifestaciones de los dóciles habitantes de Velilla de San Antonio reclamando para su localidad la restauración del único activo que tienen para que sean conocidos en la provincia, pues muy escasos son sus alicientes arquitectónicos o gastronómicos para que los turistas -observadores de aves o no- gastemos nuestro tiempo y dinero en gasolina y nos acerquemos hasta allí.

Y así con todo.




Rotura que comunica la
laguna el Soto Sur con Picón de los Conejos,
cortando el camino



La SEO desatiende sus nidos



Vándalos locales, ayuntamiento inoperante



Nota

*Mi anterior visita fue el 14/05/25 al complejo lacunar de Velilla de San Antonio


Enlaces

Las lagunas de Velilla de San Antonio se rompen por 3 sitios

Portal de Turismo de Velilla de San Antonio

Guía de las lagunas de Velilla de San Antonio











martes, 27 de mayo de 2025

Ana Curra en la sala Sol el Spain Goth Day

Ana Curra en la sala Sol
World Goth Day 22 de mayo

Los eventos de música gótica son una rareza en Madrid, invadida la escena y el audio de las discotecas y clubes por el amargante y obsceno reguetón y su música pachanguera.

Apenas quedan góticos, que se refugian en las pocas sesiones góticas o pseudogóticas que se montan.

Tímidos como los murciélagos, los góticos que han sobrevivido salen de sus escondrijos cuando alguna banda interesante es invitada a dar un concierto.


Viuda en la sala Sol
Con motivo del World Goth Day, en algunos locales de Madrid se ha celebrado el Spain Goth Day el 22 de mayo, pero no me enteré hasta que tenía las entradas para ver a Ana Curra en la Sala Sol. Tan poca publicidad como interés en hacerla.

Allí se reunieron muchos que frisaban los 60 y hasta los 65 años, principalmente fans de Parálisis Permanente, grupo de referencia gótico en España del que formó parte Ana Curra.

Prácticamente ninguno de los presentes era gótico, quizá porque ese grupo era uno más de la llamada después Movida y era difícilmente generador por sí mismo de un movimiento musical que contaba con muy pocos grupos de su estilo que destacaran por su calidad.


Buenos Vampiros en la sala Sol
De hecho, Parálisis Permanente publicó un solo disco y esta sala fue donde Ana Curra fue captada por Carlos Berlanga, de Alaska y los Pegamoides, para colaborar con ellos. Así se introdujo Ana Curra en el mundo musical.

A partir de ahí todo es historia, historia de la música española de los irrepetibles años 80.


Vamos a concierto

Fueron teloneros de Ana Curra el grupo Viuda, de Gijón, y los argentinos Buenos Vampiros. Leves las primeras e interesantes los últimos. Éstos se permitieron pedir un ajuste de sonido al técnico, pero como si nada, mucho ruido y voces casi ininteligibles.

Comenzó el concierto tarde, y eso jode e inquieta porque ya no bebemos tanto como antes y se trabaja duro al día siguiente.

Ana Curra en la sala Sol
Cuando le tocó el turno a Ana Curra, sus técnicos de sonido se afanaron con cada micrófono, el teclado y … estuvieron largo rato.

No valió para mucho, porque cuando salió la diosa Curra, espléndida, más vegetal que animal por sus movimientos ya estertóreos, el sonido careció de la claridad necesaria para distinguir instrumentos y voz, una lacra criminal que infecta a la totalidad de los técnicos de sonido de Madrid, y ya llevo unos pocos conciertos de espectador y casi tantos de coordinador de eventos para saber lo que digo.

Hacer ruido y que cada uno vaya por su cuenta es un recurso de los grupos cutres, pero no se puede justificar en músicos a los que se les supone cierta calidad.

Pero como es la música embarullada con la que nos hemos criado, no nos importó corear “Nacidos para dominar” ni “Quiero ser santa”, versionadas de una manera mucho menos gótica que la de Parálisis Permanente y con un volumen que hacía incómoda la audición, a pesar de las hipoacusias adquiridas en muchas salas oscuras con mataos de todos los pelajes y unos papelillos en los oídos.

Allí nos encontramos con señores ya orondos por la edad y el sedentarismo, y sus camisetas negras, que intentaban bailar esa pegadiza música por conocida. No se les notaban las carencias estilísticas porque nunca se bailó tampoco mucho más que ahora. Un verdadero refugio para seguir yendo a conciertos y que no se note la edad.

¿Pero qué se ha hecho Ana en la cara? Hace tiempo que no la veíamos, y entre eso y los dos años que ha estado fuera de los escenarios, nos llamó la atención su aspecto, ya de ajada de 66, embutida en una red en la que parecía marina, con los labios abultados de un pez.

Ni es Madonna, ni Nina Hagen, y nunca lo ha sido ni pretendido, pero derrochó esfuerzo y nos entusiasmó, dejándonos un enorme buen rollo en el cuerpo y una dolorosa sonrisa en la cara que me duró casi 24 horas.

La sala Sol es de las que más conciertos recuerdo en Madrid, y nunca destacó por su sonido o por la calidad de los grupos por los que pagué, pero podrían currárselo más, parafraseando el apellido de esa musa del pop-rock español.

Gracias Ana, por seguir ahí, ya eres santa.


Enlaces

https://salaelsol.com/eventos/ana-curra-viuda-banda-sorpresa/

https://www.worldgothday.com/

https://en.wikipedia.org/wiki/World_Goth_Day

https://xceed.me/en/madrid/event/spain-goth-day--185683