domingo, 6 de octubre de 2013

Crítica a Gravity, de Alfonso Cuarón.

Sandra Bullock en Gravity (2013)
La epopeya de una mujer astronauta 

La lanzadera espacial Explorer ha salido a reparar el telescopio Hubble. Es el vuelo ST-157, comandado por el veterano Matt Kowalski, y en el que la novata astronauta Ryan Stone es la encargada técnica de la misión.

Les acompañan Thomas, Dasari y Evans, que apenas salen en la película. George Clooney (Kowalski) y Sandra Bullock (Stone) son los protagonistas absolutos de esta cinta de acción y suspense  que ha dejado alelados de entusiasmo a los críticos y a otros, simplemente, nos ha gustado.

Todo transcurre normalmente: Ryan repara el Hubble en el exterior y Matt bromea mientras da vueltas alrededor de la lanzadera con una mochila propulsora. Repentinamente reciben de Houston una llamada de advertencia para que se refugien en la nave: un misil ruso ha destruido un satélite espía obsoleto de la misma nacionalidad y sus restos han provocado un desastre en cadena. Varios satélites de otros países han sido destruidos por la basura espacial generada y sus fragmentos se desplazan a miles de kilómetros por hora directamente hacia ellos.

Reparando el telescopio Hubble
Pierden la comunicación con la tierra y no les da tiempo de refugiarse. La basura espacial les impacta, como una metralla gigantesca y letal. El Explorer queda inservible, hay varios muertos.

Ryan y Matt quedan separados de la nave y vagan por el espacio en búsqueda de La Estación Espacial Internacional y dos naves Soyuz rusas que están acopladas a la misma. Desgraciadamente una de ellas está inservible y deben acercarse hasta la otra, su única salvación.

La aventura espacial de Matt y Ryan tiene similitudes con Misión a Marte (2000) en la cuál los astronautas se quedan indefensos en el espacio exterior, sin una nave que les sirva de refugio y un astronauta se sacrifica por el resto. También con Alien, pues es una escultural astronauta en ropa interior la protagonista y tiene miedo, un miedo atroz, sólo que esta vez Sandra Bullock no suda lo más mínimo.

La Estación Espacial Internacional y las Soyuz
Hay incendios, escotillas, angustias por la falta de oxígeno y un extintor usado a modo de propulsor. La gravedad cero es la que da título a la película y la contrapone a la gravedad de la Tierra en los planos finales, de tintes tan emocionantes como 2001, Una odisea en el espacio.

Otras fuentes de las que bebe Alfonso Cuarón es El planeta de los simios (1967), en la escena cuando cae la cápsula al agua, sólo que el director mejicano finaliza su película como empieza aquélla.

La película es excelente por la belleza de su fotografía, porque las explosiones no se oyen en el espacio, aunque sí que podemos oír el angustioso y magistral jadeo de la astronauta que se cree morir. Sentimos su bisoñez, su fragilidad, su humanidad. Pues todos los espectadores somos legos como astronautas. Clooney, en cambio, está en su papel de siempre, tan dinámico, intemporal y artificioso como de costumbre. No me imagino ni al más experto de los astronautas quedarse tan campante ante la tragedia que experimenta, a no ser que esté fumado o la hipoxia le haya jugado una mala pasada.

Lo mejor: los planos de la destrucción en el vacío de la naves y la interpretación de Bullock.

Lo peor: el incombustible e insufrible Clooney, que no se calla ni en el espacio.

Imprescindible como película de astronautas, muy bella y muy bien documentada. Ha consagrado a Alfonso Cuarón como uno de los grandes de hoy en día.



Nota

En la gala de los Oscar de 2014, Gravity obtuvo siete galardones (mejor director, mejor montaje, mejor fotografía, mejor banda sonora original, mejor mezcla de sonido, mejor montaje de sonido y mejores efectos visuales) .


Enlaces

Otra crítica a "Gravity"

Misión a Marte (2000). Brian de Palma













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