domingo, 29 de mayo de 2016

El Jardín Botánico presenta a Japón

Ceremonia del té en el Botánico de Madrid
Gran Exposición de Ikebana y Cultura de Japón

25º Aniversario de la Asociación de Ikebana de España
13 al 16 de mayo de 2016

El rollo japonés mola: desde el ikebana, los bonsáis y el origami, … al arigato. Todo tiene nombres raros y sugerentes en japonés, y todo lo anterior, y más, estaba representado en el Botánico de Madrid el 14 de mayo.


Llegada al Botánico

Real Jardín Botánico de Madrid en mayo
El Real Jardín Botánico de Madrid es ese reducto verde junto al Museo de El Prado. Tengo afición a visitar jardines botánicos y se me antoja pequeño y poco atractivo, comparado con los que he visitado, y conozco muchos, desde la Macaronesia hasta la Laponia, y desde el Cantábrico hasta la Indonesia.

El Jardín Botánico de Madrid es de tipo medio entre los europeos, tirando a pequeño. Pues mientras el Jardín de Aclimatación de La Orotava, de su misma época, ocupa 2 ha, el de Barcelona 14 ha y el Loki-Schmidt-Garten de Hamburgo 25 ha, el madrileño tiene que conformarse con sólo 8 ha, con algún que otro espacio robado en el pasado para construir el actual Ministerio de Agricultura.

Tulipero de Virginia. Botánico de Hamburgo.
Latitudes y longitudes aparte, no tenemos otro y ocupa el principal lugar de mi ocio vegetal en Madrid, hurtada la posibilidad de la preciosa estufa fría de El Retiro, ocupada para exhibir chorradas varias del Reina Sofía y que le haría falta al Botánico para exhibir tropicales.

En el Botánico de Madrid no hay casi flores en mayo, porque hay mucha sombra, aunque los árboles no llegan a ser grandiosos. Hay, en cambio, algunos ejemplares interesantes, que superan a duras penas los doscientos años.

Tampoco las sendas están bien aprovechadas para la pedagogía botánica. El 12 de mayo de 1886, un ciclón de intensidad F3 derribó 564 árboles, tal vez hoy el jardín tendría otro aspecto de haberse conservado.


La exposición en el Pabellón Villanueva

El Pabellón Villanueva fue inicialmente construido como invernadero, elementos que faltan en Madrid; pues aparte del invernadero Javier Castroviejo en el mismo jardín, están el de la Estación de Atocha, el de Arganzuela, la estufa fría del Parque Juan Carlos I y poco más hay en la ciudad.

Pero ha sido un acierto incluir la Gran Exposición de Ikebana y Cultura de Japón en sus exiguos salones remodelados y a ello vamos.

Caminamos y nos recibe un taller de grandes tambores retumbantes (taiko). 

Dentro se exhibe con profusión el ikebana o arte floral japonés, en el que se mantienten las flores en el elemento líquido con soportes especiales.


La ceremonia el té en la Cátedra del Pabellón Villanueva

Dos chicas vestidas con kimonos nos enseñan la ceremonia del té (cha-no-yu). No llegamos a la representación, pero sí al ensayo posterior, del cuál son las fotos.

Van calzadas con los zori (sandalias hechas de algodón y cuero) y los tabi o calcetines tradicionales que separan el dedo pulgar del resto de los dedos para calzarse mejor la sandalia.

Joven con kimono  en la posición seiza
Una joven japonesa con kimono realiza la ceremonia del té en posición seiza sobre un tatami.

La ceremonia japonesa del té (cha-no-yu) es una forma ritual de preparar el té verde sirviéndose a un pequeño grupo de invitados en un entorno tranquilo.

Esta influenciada por el budismo zen y originalmente se celebraba en el jardín de la casa.

Los invitados esperaban en el jardín y caminaban a través de un sendero llamado roji, que había sido rociado con agua. Esto significa la limpieza de todos los problemas mentales. Además, los invitados se enjuagaban la boca y se lavaban las manos en un recipiente de piedra.


Ikebana en El Botánico de Madrid
El camino de las flores o ikebana

El camino de las flores o ikebana y el camino de la caligrafía shodo también estuvieron presentes. Otras artes que pudimos ver fueron el suiseki o paisajes de piedra y el origami o papiroflexia.

Algunos de los participantes ya estuvieron en Expomanga 2016 como la señora que popularizaba el shodo, pues la colonia japonesa de Madrid no es tan amplia y lo más conocido hoy por estos lares desde Heidi y Mazinger Z es el sushi, lo cual ya es mucho.

Kimono
El bonsái caló en los 80-90 en muy pocos, y en la mayor parte se redujo a un pobre árbol de regalo de bodas que con suerte sólo cumplía 2 primaveras. De aquella época muchos retuvimos palabras como zelkova*, que si bien no es japonés, bastantes lo suponían.

Internet también ha popularizado extrañas palabras que incluyen imágenes pixeladas sobre los asuntos más controvertidos.

Y manga es hoy más japonés que español, pues “corte de manga”, “manga ancha” y “Manga del Mar Menor” en el imaginario juvenil aparecen plagadas de Pikachus.

Japón es grande y el espacio del Botánico es pequeño. Habrá más ocasión en el JapanWeekend de Madrid el próximo mes de septiembre. 

Pues eso ¡arigato!






Glosario de términos japoneses


  • Domo arigato  どうもありがとう Muchas gracias.
  • Suiseki es una piedra sin ningún tipo de manipulación que recuerda un paisaje.
  • Koto es un instrumento de cuerda japonés de origen chino.
  • Ikebana (Flor viviente) es el nombre usado para denominar el arte japonés de arreglo floral.
  • Shodo (el camino de la escritura) es la caligrafía japonesa.
  • Taiko es un tambor japonés, tocado con baquetas de madera denominadas bachi.


Notas

*Zelkova es un género botánico de la familia de los olmos que se ha utilizado profusamente en el arte del bonsái.

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