viernes, 16 de noviembre de 2012

La bota de Nokia, un paradigma de éxito


LA BOTA DE NOKIA


La conocida empresa de telefonía no siempre fue así, tan multinacional y exitosa. Empezó siendo una fábrica de pulpa de madera, fusionándose con otra de caucho más tarde y después fue comprada por una de cables para redes telegráficas y telefónicas.

La bota de agua para trabajo de Nokia, con cincha y logotipo, es un producto con grandes valores: es de consumo masivo y posiblemente un equipamiento laboral de uso obligatorio; lleva una innovación, cual es la cincha para apretarse la bota y que quede ajustada y tampoco entre agua; y además lleva un diseño distintivo en negro en la parte alta de la caña y la suela. Para recordarlo, la firma: Nokian (de Nokia).

Si el producto es útil, bueno y recordable, debe ser además accesible y diferenciarse de la competencia. Además, la bota de Nokia demuestra que debe comenzarse por hacer cosas que se saben hacer, y los finlandeses saben mucho de botas de agua en un país tan lluvioso y húmedo.



Los logotipos de Nokia

Osakeyhtiö, significa "Sociedad Limitada" y se abrevia Oy en finés y Ab (Aktiebolag) en sueco finlandés. El símbolo del salmón evoca sus orígenes fluviales, a orillas de los rápidos de Tampere (Tammerkoski).




Todo comenzó en 1865, durante el dominio ruso de Finlandia. Uno de los fundadores de la compañía fue el famoso estadista Leo Mechelin, que se unió al proyecto inicial del ingeniero de minas Frederik Idestam en 1871.

Aquí ciencia, emprendedor y político han generado un gran valor. En un entorno de interés empresarial y en una sociedad muy activa y emprendedora, como era la Finlandia de entonces y de ahora.


Leo Mechelin
Frederik Idestam

Los predecesores de la moderna Nokia fueron Nokia Aktiebolag, Suomen Gummitehdas Oy y Suomen Kaapelitehdas Oy, es decir, Nokia S.L., dedicada a la producción de pasta de papel, Manufacturas Finlandesas de Cables S.L. y Manufacturas Finlandesas de Goma S.L.








EL EJEMPLO DE ZARA

Este ejemplo lo he tomado por su repercusión y simplicidad, pero hay otro mucho más sorprendente aún, sin fusiones, sin ayudas institucionales, sin ingenieros, pero basado igualmente en la adopción de un producto simple: una bata de boatiné, adaptada a las necesidades del público más cercano. Basado en el esfuerzo, en la constancia y en la copia de lo ya existente (los japoneses lo hicieron y no hay que avergonzarse) y también en saber adaptarse a las demandas de los clientes y del "mercado" en general.

Hoy Zara es ya la primera empresa textil del mundo, por encima de GAP y H&M, y un ejemplo por su capacidad de expansión, de respuesta a los consumidores, su valor como marca y su contribución a Cáritas en estos difíciles momentos para nuestro país.

Confío, y deseo, en que las grandes multinacionales españolas de tanto éxito en el mercado internacional reinviertan en capital humano y económico el que obtuvieron de España como institución y como consumidores para encumbrarse, en un ROI (retorno de la inversión) que les ha sido muy beneficioso, sacando más ganancias que la inversión realizada directamente por ellos.



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