sábado, 2 de julio de 2016

El Marqués de Del Bosque y los Tercios de Flandes

Marqués de Del Bosque
Derrota en el Mundial de Francia 2016

La larga agonía de la Selección Española de Fútbol me recuerda a la de los viejos Tercios de Flandes, que se enseñorearon de los campos de batalla europeos durante el siglo XVI, repitiendo estrategia durante el primer tercio del XVII hasta que acabaron aniquilados en Rocroi (1643).

Hoy (2016), como en ese siglo, la tumba del marqués Del Bosque ha sido Francia, esta vez en Sait-Denis, París, deshecho su ejército por los italianos (2-0) . Los Tercios repitieron continuamente durante décadas exitosas su estrategia de las picas y arcabuces, sin embargo la guerra moderna y sus teóricos ya les habían encontrado el truco. Y a Del Bosque, muchos ya le han visto el plumero.

En el XVII, holandeses y franceses acabaron con la hegemonía española en Europa y en el mismo Mundo, y se apuntaron los ingleses al carro.

Otra vez los holandeses, como antaño en batalla naval de Las Dunas (1639), dejaron en evidencia a los invencibles españoles. El 5-1 en el Mundial de Brasil 2014 no fue sino la antesala del final de una época, que el Marqués se resistía a abandonar. 2016 ha sido el final de esa hegemonía: cesará en su cargo el 31 de julio, después de dos vergonzosas derrotas ante Croacia (1-2) e Italia (0-2), y después de haber ganado con apuros a los checos (1-0) y haber aplastado a los turcos (3-0) como en Lepanto (1571). 

Batalla de Rocroi (1643) por Ferrer-Dalmau (2011)
Pocos pensaban que el ridículo de la Copa Confederaciones, con la derrota ante Brasil (2013) significara nada. 

Pero es que no hay peor ciego que el que no quiere ver y peor error que el aferrarse al pasado porque se quiera agotar un sistema hasta sus últimas consecuencias, prisionero del rédito psicológico de la victoria, verdadero motor de las ilusiones de un país.

Estas 3 derrotas, ante Brasil (2013), Holanda (2014) e Italia (2016) son las que quedarán en la memoria colectiva española, pero también se perdió contra selecciones como Chile y Croacia en competiciones oficiales, que no son precisamente grandiosas.

No se aprendió nada de los dos errores anteriores y el marqués siguió al mando del Ejército en la Eurocopa 2016, confiando sus líderes en la experiencia acumulada, huyendo de los generales más jóvenes e impetuosos.

Batalla de Las Dunas (1639) Anónimo (1650)
El modelo de Del Bosque, preciosista, milimétrico, técnico, controlador y aburrido, abrumadoramente superior, recuerda a esa máquina de guerra extraordinaria y sofisticada que era el ejército expedicionario español en Flandes, que acabó plagada de mercenarios extranjeros -como en la Liga- que finalizaron mermando la competitividad militar, empantanado en una crisis económica (siglo XVII) que recuerda a la de 2008, en la que los soldados estaban descontentos por los impagos.

Los tercios de Mahou
No es el caso de los deportistas españoles del balón, cubiertos de euros, pero sí que están igual de desmotivados porque, al igual que los soldados de los Tercios, se consideraban invencibles, confiando en que la magia del laurel de una estrella en la camiseta bastaría para conjurar los demonios enemigos.

Hoy en día son los tercios de Mahou los que desfilan por los campos europeos, tan blancos y tan rojos como la bandera con el aspa de San Andrés.

Esperemos que nuestro San Andrés particular (Iniesta) resucite a sus compañeros y vuelva por la senda de la victoria con el general Caparrós, un experimentado y nunca victorioso jefe al que le deseo que insufle el coraje que en estos tiempos le falta al combinado nacional.


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