miércoles, 12 de octubre de 2022

Desfile de la Fiesta Nacional 2022

Escuadrilla de F-18 de las Alas 12 y 15
HISPANIDAD 2022

El desfile militar del 12 de octubre  y la fiesta misma de la Hispanidad están muy devaluados en España desde el advenimiento mediatizado de la democracia (con el 97.36 % de votos a favor, más que el 95.86 % de los votos a favor 10 años antes sobre la Ley Orgánica del Estado de 1966, no habiendo querido ni siquiera disimular). De hecho, hoy se llama Día de la Fiesta Nacional, intentando ocultar cualquier sentimiento de hermanamiento transatlántico. 

Comenzó a celebrarse en 1892, con motivo del IV Centenario del Descubrimiento de América por Colón, un personaje del cuál hoy en América se derriban estatuas.

La celebración del 12 de Octubre en sus inicios tenía carácter cívico, con poca presencia militar. Fue la guerra en Marruecos de la década de 1920 la que contribuyó a que el ejército fuera más protagonista en esta fiesta nacional.

Desfile militar en Barcelona, 1927
En la imagen de la derecha, de Mundo Gráfico de 1927 podemos ver un desfile militar en Barcelona en el que participaron también algunos soldados veteranos que habían combatido en la guerra de África en el siglo XIX.

Por esas fechas comenzó a denominarse Hispanidad, por iniciativa del sacerdote Zacarías Vizcarra y propagada la feliz idea por Ramiro de Maetzu en la revista Hispanidad en 1935.

En ese mismo año, el diario Ahora publicaba un foto del desfile, en el que participaron más de 8500 militares, guardias civiles, carabineros y guardias de seguridad y asalto, el doble de los movilizados este infausto 2022.

En 1987 pasó a llamarse Fiesta Nacional de España. Pocos años después, en 1992, se celebró el V Centenario de la llegada de Colón a América con grandes fastos, pero la sensibilidad popular había cambiado a base de adoctrinamiento y ya no se usó la palabra descubrimiento como en el IV Centenario. Ahora con la fiesta pasó a celebrarse el 'Encuentro de Dos Mundo's (como si nos estuvieran esperando por allí para darnos la bienvenida).

En 2020 no se celebró el Desfile para prevenir contagios de la epidemia COVID, pero más como parte de una estrategia de represión de los sentimientos y el ocio llevados a cabo por el gobierno social-comunista y ayudado por los gobiernos de todo signo en las comunidades autónomas.

Ese año, muchos automovilistas salimos por las calles de Madrid desfilando con banderas de España instaladas en nuestros vehículos porque su espíritu es más fuerte que las prohibiciones.

Desfile en Madrid, 1935
Hoy 12 de octubre, como en todos los desfiles en los que ha participado el presidente Pedro Sánchez, ha habido grandes pitadas al titular del Gobierno de la Nación, un socialista más impopular aún que el impresentable y siniestro Zapatero, indisolublemente ligado éste a la maniobra antidemocrática del 11 M.

El gabinete de propaganda de Sánchez ha debido recomendarle que llegue tarde para evitar abucheos, irritar al Rey y que recorte el recorrido al máximo, con tal de molestarnos a todos los que acudimos cada año, jodiéndonos la posibilidad de ver el desfile terrestre. 

Apenas 1,8 km entre la Plaza de Cuzco y el cruce de Castellana con Raimundo Fernández Villaverde para decenas de miles de espectadores apiñados en hasta veinte filas a cada lado y casi 4.000 soldados. Todas afrentas del titular de la Presidencia del Gobierno al pueblo que gobierna, con exceso de soberbia y de incapacidad, debemos dejarlo bien claro y por escrito.

La falta de respeto de este gobierno, podrido de especuladores, corruptos, incapaces y oportunistas hacia los españoles debe cobrarse sus víctimas en las próximas elecciones, e investigar con Justicia independiente -oh, utopía- para que muchos de los ministros y el presidente mismo puedan pisar una cárcel.

El proyecto de este presidente traidor a la causa española y a España es acabar con la nación, troceándola para evitar su independencia y potencia conjunta, para diluirla en la Unión Europea, cumpliendo así los objetivos marcados por las élites anglosajonas a las que sirve (véase "Rompiendo España", de Juan A. de Castro).

A-330 y 2 A400M
Si has leído hasta aquí habrás intuido que no llegué a ver el desfile terrestre. Levantarse a las 9 de la mañana y vivir a un kilómetro escaso del evento no bastó para poder tomar posiciones en la Castellana, pues los accesos estaban cerrados desde muy temprano por la Policía viniendo desde Sor Ángela de la Cruz, teniendo que bajar hasta Raimundo Fernández Villaverde (casi 2 km más abajo) para encontrar algún hueco para acercarse al desfile, con una organización que califico de desastrosa y malintencionada por parte del Ministerio de Defensa, nada orientada al público y más pendiente de la seguridad que de otra cosa. No olvidemos que es un espectáculo de masas, no un evento exclusivo para VIPs, muchos de los cuáles no acudieron a pesar de ser invitados año tras año.

Tuvimos que conformarnos con el desfile aéreo, como el año pasado, con la novedad de la escuadrilla de Pilatus pasando, el nuevo avión de entrenamiento del Ejército de Aire (y del Espacio, se me olvidaba ...).

La Patrulla Águila realizó 3 pasadas con el clásico C101, la primera perpendicular a la Castellana -con las estelas de los colores nacionales-, la segunda con humo blanco, y la tercera de nuevo con las estelas rojigualdas.


Helicópteros del Ejército de Tierra español
De detrás a adelante:
3 MT-17 Chinook
2 NH-90 Caimán
2HE-28 Tigre (con pods)
1 HE-26 Eurocopter




A-310
Citation V (izqda.)
Falcon 900 (dcha.)