martes, 21 de diciembre de 2021

LA INTEMERATA

 

¿En España hemos llegado al límite?


Esto es la intemerata. Hemos llegado a lo sumo. La situación ha llegado al colmo de sus posibilidades, y no podemos aceptar más.

No parece tener fin esta historia creada, se está prolongando hasta unos extremos del todo inaceptables. Y su reino no parece tener fin ...


O Sanctissima

O Sanctissima O Piissima
Dulcis Virgo Maria!
Mater amata, intemerata
Ora, ora pro nobis

Tota pulchra es O Maria
Et macula non est in te
Mater amata intemerata
Ora ora pro nobis

Sicut lilium inter spinas
Sic Maria inter filias
Mater amata intemerata
Ora ora pro nobis

In miseria in angustia
Ora Virgo pro nobis
Pro nobis ora in mortis hora
Ora ora pro nobis




Intemerata significa sin mancha en latín, y sin embargo se trata de una expresión que en español se toma como que ya no caben más posibilidades ni añadidos.

En los periódicos “pijoprogres” los articulistas sexagenarios educados entre curas y reconvertidos en seguidistas de mandilones falaces dicen que “...en España no cabe un tonto más”, cuando saben de sobra que sí que caben, porque se reproducen y contagian, y que no habían pensado en los tontos de importación y muchos nuevos nacionalizados.

Se están refiriendo, sin duda, a la intemerata producida por el gobierno de un sujeto extraño de careto metamórfico llamado Pedro Sánchez.

Fue sorprendente y ocultista la victoria electoral de otro sujeto PSOE de igualmente insulso nombre llamado José Luis Rodríguez, y también su política errática, profrancesa, promarroquí, proturca, anticristiana, proeuropea, antiamericana, y vengativa hasta la náusea, … y creímos haber llegado a la intemerata, pero no, hete aquí que un tipo desahuciado por su propio partido llega a presidente de una nación vieja, deprimida y crédula a través de una moción de censura apoyado por todos los partidos enemigos de la nación española y de su concepto más intrínseco, … Ese es Pedro Sánchez El Insulso, un narcisista patológico que arrastra a todo un país para alimentar su ego, postrando a toda una nación ante los enemigos atávicos de ella.


¿Hemos alcanzado ya la intemerata? No, claro que no

Los enemigos de la civilización cristiana, esa que desde su nacimiento ha durado unos 2.000 años, no se encuentran a gusto en ella porque tampoco lo están en su propia mollera, y remueven estamentos, tradiciones y estilos de vida para que toda una nación se acomode a los suyos.

Los que no tienen más patria que el dinero, menos honor que las putas y son más mentirosos que los bufones son los que nos dirigen, siguiendo las consignas de sus amos extranjeros. La mayor parte por estulticia -un mal autóctono-, otros por seguidismo mal entendido y unos pocos perros traidores muy poderosos con el convencimiento de que el concepto España estorba sus planes globalistas.

Entre esos perros se encuentran los líderes de varios bancos, empresas multinacionales y partidos políticos cuyo fin es pastorearnos mientras piensan en cómo vender su corderos al mejor postor, cerrando incluso la granja mientras obtengan pingües beneficios.

Nada de lo que pasa es casual. Todo lo que pasa es multicausal, pero ante la falta de certezas necesitamos intuiciones.

¿Cómo es posible el asalto casi diario de inmigrantes ilegales en barcas furtivas que caen en brazos de organizaciones humanitarias mientras los gobiernos europeos se cruzan de brazos?

¿Cómo es posible que cada semana salga un escándalo político de malversación, corrupción o ineptitud que encharca al gobierno español y las causas quedan sobreseídas?

¿Es normal la deriva izquierdista de los gobiernos iberoamericanos después de los desastrosos ejemplos de Cuba y Venezuela?

¿Es normal que ante una infección pandémica mortal los niños no sean obligados a llevar mascarilla?

¿Es nomal que sujetos nonagenarios nos digan que no comamos carne para salvar al planeta? ¿qué dieta siguen ellos?

No hay muchas respuestas correctas para resolver el puzzle, pero las que se pueden obtener de esas preguntas tienen cabida en la burla que las instituciones gubernamentales hacen de la pandemia de covid, del supuesto calentamiento global y de los asteroides que van a caer sobre nuestras cabezas.

Si leemos sobre lo que ocurría en el año 1000 de nuestra era en Europa encontraremos una situación emocional parecida: la inoculación del miedo para fines políticos y para conseguir más poder.

Recordemos, después de eso nació el feudalismo y comenzó la época oscura en la que los siervos no tenían nada y los señores lo tenía todo.

Y la intemerata duró cientos de años.











sábado, 10 de abril de 2021

154 Thai bar, agresión al estómago y al paladar

Nam tok cabroncete
Animados por la críticas del blog Con el morro fino, fuimos hoy a este bar del escondido e inolvidable Mercado de Chamberí. 


Nos hicieron esperar un poco y después pedimos el "famoso" Nam tok de bonito del lugar y el Curry verde, por eso de probar especialidades, como así suelo hacer en cada sitio nuevo al que voy.

Primero nos trajeron el Nam Tok, nada parecido a lo antes conocido, lleno de cebolla morada de fortísimo sabor, anegada de cítricos y con un exceso de pimientos picantes rojos con sus jodidas semillas que nos escocían los laterales de la lengua, costaba tragarlo y mataba cualquier sabor a atún o a lo que sea que tuviera. Se trata, por el aspecto, de un tataki pobre de supuesto bonito descolorido por la acidez del medio.

El arroz de acompañamiento estaba pegajoso y seco como de haber estado hecho muy de mañana e importarte bien poco los clientes. Habíamos pedido los dos platos y nos trajeron sólo uno, suponiendo que íbamos a compartir ... ¿quién se lo había dicho al camarero?

La vajilla muy de batalla, toda de un acero bien frío ... y resistente a la corrosión ...

Así que nos repartimos el agresivo estomacal de efecto lento a partes iguales. Ni en un mejicano de los muy auténticos experimentamos antes algo parecido ni nos habían preparado tal mejunje revuelto de elementos picantes añadidos con tal mala ... saña ...

Mercado de Chamberí

Nos quemaban las comisuras de los labios y la deglución misma, como si nos hubiéramos comido 3 pimientos zamoranos tipo padrón con todas sus semillas.  Pero continuamos con el curry, ansiosos por borrar el furor del plato precedente -y ni por asomo del sabor a curry- con una carne semicruda indeglutible e inmasticable, cuya procedencia asturiana debía de estar en las vacaciones del cocinero. Lo cierto es que no nos pusieron cucharas e intentábamos comer la salsa con el tenedor para contrarrestar el ardor de estómago que nos atormentaba.

Salimos de allí bien jodidos y contrariados y buscamos el bar más cercano -Roll Station- para tomarnos una taza de leche hasta el borde para evitar una perforación de estómago.

Después nos bebimos cada uno medio litro de yogur que compramos en el trayecto a pie de Chamberí a Malasaña, dando tumbos con la mano sobre la panza y regoldando vaharadas de gas ácido que nos amargaba la saliva, mientras leíamos los posts de autobombo asiático del propietario.

Oye, crítico del morro fino ¿Pudiste hacer más críticas después de haber engullido allí o perdiste las papilas definitivamente?

El peor restaurante en el que he comido en Madrid en 24 años. Se le acerca una croqueta revenía de un bar asturiano que ya no existe de la calle Pez; andad majos, a tomar por culo. Como ingrese en La Paz por úlcera os vais a cagar también vosotros.



P.S.

Leo que el encantado de conocerse Alex Zurdo es un tío muy viajado, pero no da una a derechas en la cocina, a tenor del veneno por el que hemos pagado, y tampoco es una persona muy acostumbrada a las críticas, como muestra la contestación tan borde que le espeta a una cliente, que no lo olvides- pagó por su mierda de comida y tiene derecho a quejarse.