sábado, 17 de marzo de 2012

Crítica a John Carter

Edgar Rice Burroughs y su Princesa de Marte



Estaba esperando ansioso el estreno de esta película de Disney, por el autor -Edgar Rice Burroughs- por las promesas de espectacularidad en efectos especiales y por ser Ciencia Ficción en estado puro.

John Carter está basada en "La Princesa de Marte" (1912), el primer libro de su famosa serie de Barsoom, que acaba con la teletransportación del capitán Carter a la Tierra. La segunda parte "Dioses de Marte" (1914) comienza con el regreso al planeta rojo, que es precisamente donde acaba la película "John Carter", 10 años después de salir de Marte, donde deja a su bella y racial Dejah Thoris, la princesa roja y a su pueblo Helium.


La película es un largometraje de 2 horas ambientado en el siglo XIX, donde un terco y rebelde capitán sudista no se acostumbra a la causa yanqui, causándole numerosos problemas. Y en un árido ambiente marciano.


Huyendo de los apaches en Arizona y en la búsqueda de una mina de oro, su primordial interés, entra en una cueva, donde tras un encuentro con un extraño ser, se transporta su copia al planeta Barsoom (Marte), donde es protegido por el líder Tars Tarkas de los verdes Thark, de una gran inteligencia emocional, muy distinto de sus súbditos.


En los cielos de Marte presencia un encuentro bélico entre naves de Helium y Zodanga. Su enorme capacidad para el salto, producto de su condición de terrícola en un planeta con menos gravedad, le lleva a combatir para salvar a la Princesa de Helium, a punto de casarse con el villano líder de Zodanga. El flechazo es inmediato.


Pero su rebeldía y terquedad -en ocasiones se insinúa su limitada capacidad de aprendizaje- hace que Carter tenga que huir con la hija de Tars Tarkas por los desolados e inhóspitos paisajes marcianos.


La intervención de unos extraños señores que controlan Marte e intentan impedir su destrucción complica el desarrollo, pues Carter se ha alineado con una de las facciones, lo que trastoca sus planes y lo hacen regresar a la Tierra forzosamente.


La película es producto de la influencia de Dune, Star Wars, Gladiator e incluso Flash Gordon, con una estética guerrera de tipo griego y marcada influencia del dibujante Boris Vallejo en los dos personajes principales. El tufillo shakesperiano y tarzanesco le imprime un pedigree identificativo que augura una más que deseada secuela y Burroughs se lo ha puesto fácil a los productores con su prolífica serie Barsoom.


Se echa de menos un capitán más musculoso, pues parece casi un alfeñique al lado de la espléndida y atlética amazona que es la princesa; o una princesa delicada y melancólica, más del gusto decimonónico que actual.


Me divertí enormemente viendo esta magnífica película de aventuras, muy bien hecha, aunque echaba de menos la sed, la fatiga y algo más de cientifismo explicativo, aunque nada se debería objetar a una película dirigida casi a todos los públicos.


La recomiendo ver con palomitas y sin novias.