Pepita & Grano Lo malo de descubrir algo que entusiasma es que tienes tendencia a repetirlo allá a donde vayas. Esto me ha pasado a mí con el retruécano del título, una palabreja que ¡repámpanos! sigue vigente en el diccionario de la RAE.
No ha corrido la misma suerte, sin embargo, la susodicha "repámpanos", huérfana de padres putativos en la Real Academia de la Lengua Española, que no la acoge, como tampoco a "recórcholis" ni "recáspita", lo cuál es la repanocha que ésta última palabrera sí que esté, sin explicarse uno bien por qué ni cómo.
Pues volviendo al título, en una de mis idas y venidas desde Cofares en Chamberí para una cita de romántica nostalgia, descubrí Pepita & Grano por su escaparate.
Es ésta una tienda con el concepto que se lleva ahora: destacar el producto sobre el continente, volviendo a la pureza de las tiendas de antaño, sin decoración, pero con unos productos a tal precio que puede hacerse negocio.
Hoy, desgraciadamente, el llevarse en el morral unas lentejas de La Armuña, unos garbanzos pedrosillanos del mismo pueblo o unas judías de El Barco es un ejercicio de sabiduría ... de saber cómo pagarlo y de encontrarlos ...
Pepita & Grano
Por contra, la tradicional ignorancia del común de los madrileños de qué es calidad en los alimentos está pasando lentamente a ser sana exigencia en quienes puedan pagarlo bien.
Ante la invasión de legumbres de Méjico, Canadá y Estados Unidos envasadas por empresas españolas que llevan a equívocos, en Pepita & Grano ofrecen etiqueta negra nacional.
El granel no ofrece equívocos del origen por sus carteles y su aspecto, si bien se echan de menos más garantías en los sacos, pues hay garbanzos pedrosillanos cultivados en Sevilla o lentejas de La Armuña cultivadas en León que estarán la mar de buenas, pero cuyo origen no es el primigenio, como lo es la provincia de Salamanca.
Tal vez alguno pase a sorprenderse, pero si recordamos que la misma uva tempranillo cultivada en La Rioja o en la Ribera del Duero o en California sabe del todo diferente, entenderá qué quiero decir.
El diseño de la tienda es excelente, y el concepto y la amabilidad de la dueña, también.
Algo está cambiando en el comerciante de Madrid después de la crisis, forzado a exigirse más, a investigar más, a buscar nuevos canales de comercialización.
Con el auge de panaderías con café y pizzerías hemos ganado en Madrid una nueva oferta, mientras el bar del aperitivo tradicional y la cafetería de acero inoxidable y papelucho en el suelo se caen.
Por otro lado, la aparición de nuevas tiendas como Pepita & Grano nos redescubren los sabores más potentes y sugerentes que nacen directamente de esta tierra ibérica.
14 de febrero de 2015 Querer conmemorar en el Carnaval de Madrid el cuatricentenario de la primera edición de la segunda parte del Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha no deja de ser un retruécano aparente, a pesar de la ingeniosa circunstancia.
El 27 de febrero se conmemorará tal cosa, y Cervantes y su hidalgo salen andantes hoy por las calles de Madrid, ese pueblón manchego que dijera Josep Pla sin mucho amor.
Pero bien pudiera celebrarse también el centésimo septuagésimo primer aniversario de la independencia de la República Dominicana, con una colonia de gran presencia en la ciudad, por decir algo.
Carnaval de Copenhague
Historia general comentada de los carnavales
El carnaval es más común en los países de tradición católica, y en menor medida en los cristianos ortodoxos orientales y protestantes, una notable excepción protestante es el Fastenlavn o carnaval danés
Pero hay muchas celebraciones carnavalescas a lo largo y ancho del Mundo, y su característica común es la de ser un período de permisividad y cierto descontrol, o así debería ser.
Además, los carnavales solían ser manifestaciones críticas sobre las circunstancias del momento, que aprovechaban los populares para quejarse con saña burlona de sus dominadores, y por eso se tapaban la cara. Y otros se las gastaban a huevazos con sus iguales o incluso con bromas más crueles.
El Pelele, de Goya
El carnaval en Madrid Durante el siglo XVI en Madrid ya se celebraban carnavales por parte de la nobleza y de las clases populares. Y cuando llegaron los Borbones en el XVIII, todo cambió en su aspecto formal, instaurándose los bailes de máscaras exclusivos de la élite gobernante.
Del mismo modo que ocurre hoy en día, solían ser los comerciantes y vecinos quienes organizaban las fiestas populares más auténticas. En el siglo XVII eran los diferentes gremios de artesanos quienes representaban sus propias comedias y bailes, y aprovechaban la tradición de organizarse en romerías también para el carnaval.
Carnaval de Tenerife 2012
Las clases populares seguirían celebrando sus manteos del pelele y sus chanzas a lo largo del tiempo, hasta que Carlos III*, “el mejor alcalde de Madrid” los prohibió, tal vez por su deseo de sanear costumbres. Y también lo hizo el muy católico Franco, mitad por el carácter desenfrenado de las fiestas y mitad con el objeto de evitar las revanchas de los guerracivilistas enmascarados.
Carnaval de Cádiz
Esto acabó con el carnaval en Madrid, pero no acabó con el carnaval en España, que con el nombre de “Fiestas de Invierno” se continuaron celebrando en Santa Cruz de Tenerife, como “Fiestas tradicionales” en Ciudad Rodrigo y “Fiestas Típicas Gaditanas” en Cádiz, y también en otras muchas localidades españolas***.
Círculo de Bellas Artes, 1913
Los carnavales en el Madrid más reciente
Una de las actividades con más larga tradición en la historia carnavalesca reciente de Madrid son los Bailes de Máscaras del Círculo de Bellas Artes, que iniciaron su andadura en febrero de 1881. Sin embargo, los desfiles son más próximos a nuestro tiempo.
Desde principios del siglo XX se celebraban romerías más organizadas, que adquirieron el nombre de desfiles y que ya tenían un aspecto muy parecido al actual.
Carroza, la Boda del Rajah, 1913
Los desfiles llegaron a ser suntuosos, con especial empeño por parte del Círculo de Bellas Artes, todo un referente histórico en el carnaval de Madrid. Luego, posteriormente a la Guerra Civil**, se volvieron a prohibir, por lo que la tradición en desfiles carnavalescos es escasa en esta ciudad.
El desfile de carnaval 2015 en Madrid
Madrid es una ciudad turística desde hace apenas una decena de años, y eso influye en la concepción de los carnavales desde el Ayuntamiento, que ha decidido potenciarlos a pesar de su poco apoyo popular.
Carnaval 2105. Previa
La organización de desfiles tan pequeños y de tan poca tradición como la del Carnaval de Madrid, apenas una veintena de artefactos de tamaños discretos este año, requiere, sin embargo, de una gran preparación.
Desfilar por el centro de Madrid y acabar en una función de fuegos de artificio no es nada sencillo, pues hay que cerrar la Plaza de Cibeles y el entorno de la Plaza de la Independencia, con sus consiguientes cortes en el Paseo de la Castellana, una arteria vital para el tráfico rodado en el corazón de Madrid.
A las asociaciones de artistas callejeros que llevan el peso del desfile, se les han unido fundaciones como ANDE (discapacitados psíquicos) y varios colectivos bolivianos, de gran tradición carnavalesca, como en el carnaval de Oruro.
Dragón típico en Madrid
Se han añadido dos carrozas con dragones que datan de la época del alcalde Tierno Galván, que por exigencias de la seguridad, no llevarán pirotecnia y sí luces eléctricas.
A pesar del esfuerzo, sigue sin arraigar el Carnaval en Madrid, una ciudad plena de eventos culturales, taurinos y deportivos de todo tipo, pero el hecho de que exista, ya nos prepara para el futuro.
Los agentes del carnaval deben ser constantemente criticables para servirles de acicate, pero en el caso de los madrileños, a quienes no les interesan demasiado, deben ser las instituciones y los comercios quienes promuevan desfiles y bailes de disfraces que rompan el tedio entre la Navidad y la Semana Santa, otro erial cultural madrileño éste, cada vez más colonizado por congregaciones suramericanas que sitúan religiosamente Madrid más en América que en Europa.
Comparación del desfile de Carnaval con otros
Ser tan pacato durante el desfile del carnaval y celebrar uno de los mayores desfiles del Orgullo Gay del Mundo no parece consecuente, a no ser que veamos la “mano electoral” y el desmontaje del mundo tradicional detrás de todo esto.
Día del Orgullo Gay en Madrid
En Madrid de un tiempo a esta parte, siempre ha atraído lo “moderno” por el simple hecho de serlo, y no se ha entrado a ser crítico con ello mientras reporte a las arcas municipales y a los tenderos euros contantes y sonantes.
Diríase, pues, que la cultura autóctona madrileña –de existir- queda sepultada bajo el peso de la circunstancia económica y del mimetismo más acrítico.
Carnaval en Madrid
En Madrid, muchas de las personas que viven y ocupan cargos de responsabilidad no son de Madrid, y utilizan la plataforma que les brinda la ciudad para medrar o imponer sus propias visiones de la vida, de otros lugares mucho más fuertes culturalmente. El resultado: una desnaturalización de una ciudad que se construye sin identidad definida alguna.
El todo no es igual a la suma de las partes, sino otra cosa diferente, y en esas está Madrid. Esperemos que los regidores municipales que vienen entiendan que para amar Madrid y trabajar para él se necesita saber qué es exactamente Madrid. Por otro lado, la iniciativa privada bien que aprovecha el nombre de Madrid para vender, pero hacen bien poco para promocionar las fiestas de la ciudad. ¿Por qué no una iniciativa de la principal cervecera madrileña dignificando con su inversión una fiesta que invita al consumo de esa bebida? En la otra parte, el escaso asociacionismo del madrileño, aquejado de una extrema timidez que lo hace invisible, hace que cualquier iniciativa municipal de este tipo caiga en saco roto, ocupado como está en acumular rentas de pisos o mirando en el Forex. Y mientras el carnaval madrileño no sea rentable, sensual, divertido y participativo, no dejará de ser un simple incordio para los que a diario nos movemos por Madrid.
Algunos carnavales destacados de Europa y América
Ciudad Rodrigo
Venecia
Verín
Cádiz
Lanz
Niza
Tenerife
Patras
Maastricht
Carnaval argentino
Gualeguaychú
Actalidad en Gualeguaychú
Historia en Gualeguaychú
Colonia
Tradición y diversión en
el Carnaval de Colonia
Colonia
Notas *Sin embargo, Elisabet Fernández González, en El carnaval en España (Cuadernos de Cultura y Civilización Hispánicas. ACTAS, Madrid 2002) habla más concretamente en su pag. 85 de que "Carlos III (1759-1788) volvió a autorizar las diversiones durante estas fiestas para demostrar el gran amor que sentía hacia sus súbditos; pero publicó también un reglamento que intentaba evitar los desórdenes que pudieran producirse". **En el BOE de 5/02/1937 se publicó la orden en la que se prohibía el carnaval ya durante la etapa del Gobierno General. (Elisabet Fernández González, El carnaval en España, Cuadernos de Cultura y Civilización Hispánicas. ACTAS, Madrid 2002) , pag. 86. El Gobierno General fue la institución creada por Francisco Franco mediante la ley de reestructuración del Estado Español, de 1 de octubre de 1936 (BOE del 2 de octubre), durante la Guerra Civil española. Tuvo sede en Valladolid.
***Miguelturra (Ciudad Real) fue otra de las localidades que trató de evitar la prohibición, con la curiosa manera de dejar los vecinos abiertas las puertas de sus casas para que los disfrazados pudieran escapar de la Guardia Civil, evitando así ser capturados y multados.