Antena de 70 metros de diámetro DSS-63 en el Complejo de Comunicaciones con el Espacio Profundo de Madrid |
Presentación
Los que han nacido en la época conocida como Carrera Espacial (1957-1975) han quedado marcados indeleblemente por la llegada del hombre a la Luna en 1969 y sus preparativos, el impacto mediático y científico posteriores y su repercusión en la manera de ver el destino del hombre y su trascendencia.
Los dinosaurios siendo muy niños, la egiptología en la naciente adolescencia y las ciencias del espacio en la preadultez eran un itinerario del desarrollo evolutivo personal de algunos españoles hasta que se embarcaban en los estudios de sus profesiones, que los alejaban de todo aquello por no poder convertir las aficiones en su modo de vida, con muy pocas salidas profesionales en esos campos.
De hecho, España es uno de los pocos grandes países europeos que aún no tienen centralizada su investigación espacial en una agencia específica, como ocurre en Italia, Portugal, Francia, Reino Unido y Alemania: Agenzia Spaziale Italiana (ASI), Portugal Space (PS), Centre National D’Études Spatiales (CNES), UK Space Agency o Deutsches Zentrum für Luft- und Raumfahrt e.V. (DLR).
Los asuntos del espacio en España se gestionan actualmente a través de la Agencia Espacial Europea (ESA) y del Instituto Nacional de Técnica Aerospacial (INTA), del que hablaremos más adelante.
Sin embargo, desde casi el inicio de la Carrera Espacial, el territorio español ha albergado estaciones de seguimiento espacial de la agencia espacial norteamericana NASA que han contribuido al éxito de las misiones más mediáticas, como la llegada a la Luna de naves tripuladas. Los acuerdos entre los gobiernos estadounidense y español lo hicieron posible para contrarrestar la ventaja de los soviéticos en este campo, enmarcada la citada Carrera en lo que se ha conocido como Guerra Fría.
Los asuntos del espacio en España se gestionan actualmente a través de la Agencia Espacial Europea (ESA) y del Instituto Nacional de Técnica Aerospacial (INTA), del que hablaremos más adelante.
Sin embargo, desde casi el inicio de la Carrera Espacial, el territorio español ha albergado estaciones de seguimiento espacial de la agencia espacial norteamericana NASA que han contribuido al éxito de las misiones más mediáticas, como la llegada a la Luna de naves tripuladas. Los acuerdos entre los gobiernos estadounidense y español lo hicieron posible para contrarrestar la ventaja de los soviéticos en este campo, enmarcada la citada Carrera en lo que se ha conocido como Guerra Fría.
Las estaciones de la NASA en España
La primera estación espacial de seguimiento de satélites la construyó la agencia espacial norteamericana NASA en Maspalomas, Gran Canaria, en 1961. Hoy es propiedad del INTA.
Después la NASA instaló tres bases más en España en los años 60: Robledo de Chavela y Fresnedillas de la Oliva en Madrid, y Cebreros, en Avila. Estas dos últimas dejaron de ser útiles para la investigación espacial en los 80 y la NASA se las traspasó al Ministerio de Defensa, que cerró la de Cebreros (desde 2005 pertenece la ESA), pero mantuvo abierta la de Fresnedillas, a la que le ha dado un uso estrictamente militar.
Para poder comunicar las estaciones de Madrid y Ávila con el centro de control de Houston (Texas) se creó en 1967 una estación de comunicaciones con un grupo de antenas parabólicas de Telefónica en Buitrago de Lozoya, hoy esta estación no se utiliza pero conserva cuatro antenas parabólicas de 30 m.
Las comunicaciones entre el Apollo 11 y la NASA
Fundación Telefónica
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Por su significación y proximidad entre ellas nos centraremos en las estaciones MSFN de Fresnedillas de la Oliva, el MDSCC de Robledo de Chavela y el DSS 62 de Cebreros.
Este 2019 se cumplen 50 años de la llegada del hombre a la Luna a bordo de la expedición Apollo 11. Fue el 21 de julio de 1969 cuando el Águila alunizaba y su comunicación se recibió a través de la antena espacial DSS-66 de Fresnedillas de la Oliva, en la provincia de Madrid.
Una vez que el comandante Armstrong pisaba la superficie lunar la comunicación ya fue recibida por la estación australiana de Canberra.
Una vez que el comandante Armstrong pisaba la superficie lunar la comunicación ya fue recibida por la estación australiana de Canberra.
La instalación de Fresnedillas para vuelos espaciales tripulados pertenecía al conjunto de antenas que la NASA construyó para realizar el seguimiento del programa Apollo y formaba parte de la estación espacial de Robledo de Chavela, a unos pocos kms de distancia.
Estación Espacial de Fresnedillas de la Oliva en 1969, al fondo la antena DSS-66 de 26 m. |
Era una estación de la Red de Vuelos Espaciales Tripulados (MSFN) que se extendía por todo el planeta, con antenas en tierra, volantes y embarcadas. La otras dos sedes terrestres estaban en Goldstone (EEUU) y Honeysuckle Creek (Canberra, Australia).
MSFN (Manned Space Flight Network)
Maqueta de la antena DSS-66 "Dino"
tipo Cassegrain
Actualmente trasladada al MDSCC
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Se inauguró en 1964 y pasó a ser operada por personal español del INTA en 1972. En 1987 se hicieron cargo el propio INTA y el Ministerio de Defensa. La antena de 26 metros se desmontó y trasladó a las instalaciones existentes cerca de Robledo de Chavela, donde prestó servicio hasta 2008, siendo desactivada.
La antigua Estación de Seguimiento Espacial Fresnedillas-Navalagamella se encuentra a pocos kilómetros del pueblo de Fresnedillas de la Oliva. En la actualidad hay allí al menos diez antenas de gran diámetro, cinco de unos 18 metros y otras cinco de entre 14 y 16 metros, además de otras seis de diámetros menores y orientaciones muy diferentes. Las instalaciones pertenecen hoy al CNI del Ministerio de Defensa y se considera que realiza funciones de escucha de las comunicaciones y no es visitable.
El día 9 de junio de 2010 se celebró el acto de inauguración del Museo Lunar en la localidad de Fresnedillas, con la asistencia de Miguel López Alegría, astronauta comandante de la Estación Espacial Internacional (ISS), que procedió a apadrinar el museo.
Este museo se creó por iniciativa de los antiguos trabajadores de la estación para conmemorar el 40 aniversario de la llegada del ser humano a la Luna. En principio no era más que una construcción de madera con objetos significativos de la aventura espacial y algunas maquetas.
Maqueta Apollo-Soyuz |
Asistimos a una charla para niños en la que se explicaban las cosas que todos sabíamos, pero también que en el alunizaje del Apollo 11 se abandonaron en la superficie lunar los trajes espaciales porque se llenaron de polvo lunar, que tiene aristas puntiagudas por la ausencia de procesos erosivos y podría haber provocado daños a los aparatos y a las paredes de la frágil nave.
Regolito es el nombre que recibe ese polvo lunar, fino y punzante como el cristal, ultraseco y cargado eléctricamente. La exposición prolongada de los astronautas a este polvo podría ser fatal.
Cápsula Apollo para misiones tripuladas a la Luna Museo Lunar, cortesía F. Casado |
Los estudios de impacto ambiental no existían entonces y se primó la seguridad de los astronautas. Esa bolsa pisó antes la Luna que la bota del propio Armstrong.
El museo, como aproximación educativa al proyecto Apollo y al interés por el espacio está bien, pero adolece de mayor profundidad para los que queremos conocer los pormenores de lo que se hizo allí, ver más piezas de tecnología, audiovisuales más currados, pantallas interactivas ... No hay una museística moderna y su singularidad es su principal valor, pero se pide bastante más a un museo que se basa en la tercera carrera competitiva tecnológica del siglo XX, después de las dos guerras mundiales.
Póster de realidad aumentada |
Podremos realizar un viaje espacial interactivo por el Cinturón de Asterorides, los planetas Marte y Saturno, el planeta enano Plutón y los satélites Luna y Europa.
Después apuntamos la cámara del móvil hacia un póster interactivo como el que hay en el museo, o también descargarlo de la propia app, aunque a estas horas he sido incapaz de descargar los pdf desde la app, así que utiliza estos enlaces en el ordenador para hacerlo y luego apunta con tu cámara del móvil al ordenador, aleja ligeramente la cámara y ya está ... tendrás los astros flotando sobre tu teclado.
Prueba con estas dos imágenes:
https://www.lpi.usra.edu/AR/24X36/Asteroids.pdf
https://www.lpi.usra.edu/AR/24X36/Saturn.pdf
PlanetAry
Debido a la conmemoración de la efemérides de los 50 años de la llegada a la Luna, la entrada al museo era gratuita. Posteriormente nos encaminamos hacia la única instalación que tiene la NASA en España, próxima a Robledo de Chavela.
Centro de Entrenamiento y Visitantes del MDSCC y antena DSS-63 |
El Madrid Deep Space Communitations Complex (MDSCC) situado en el término municipal de Robledo de Chavela, actualmente es la única instalación de la NASA en funcionamiento en España y es donde se trasladaron la antena y los equipos del MSFN de Fresnedillas cuando se desmantelaron para el estudio del espacio.
El MDSCC pertenece a la Red del Espacio Profundo y su primera antena se colocó en 1961 para el Programa Mariner. El complejo consta de 8 antenas, una de ellas de 70 metros y otras 7 menores. Allí se encuentra la antena Dino de 26 metros de Fresnedillas que sirvió de apoyo al vuelo del Apollo 11 en 1969, primera misión tripulada en llegar a la Luna, y al resto de las misiones Apolo.
Las antenas DSS (Deep Space Station) del MDSCC
En esta foto de noviembre de 2019 podemos ver las 8 antenas, de las cuáles hemos identificado las 6 más antiguas.
Nomenclatura de las antenas del MDSCC de Robledo de Chavela Las dos sin nominar son de nueva construcción, la DSS-53 y la DSS-56 |
- La DSS-61, la más antigua de todas, se utiliza actualmente para el proyecto educativo PARTNeR.
- La DSS-66 "Dino" se instaló inicialmente en Fresnedillas para el Proyecto Apollo.
- La DSS-63, construida en 1974, tuvo inicialmente 64 m de diámetro y fue ampliada hasta los actuales 70 m en 1987 para capturar las señales provenientes de la sonda Voyager 2 a su paso por Neptuno. Puede transmitir en bandas S y X con una potencia de 400 kilovatios, pesa un total de 8.000 toneladas, siendo el peso del disco 3.500 toneladas. Su superficie reflectante es de 4.180 metros cuadrados y los mayores problemas son la acumulación de agua, para lo que tiene agujeros de drenaje, y la nieve, para lo que tiene que moverse la antena para deshacerse de ella. Contra el anidamiento de aves cuenta con halconeros para espantarlas por el mismo sistema que en los aeropuertos. Otro enemigo es el viento, pudiendo soportar velocidades de hasta 160 km/h. Las operaciones rutinarias actualmente las realiza el ISDEFE (Ingeniería de Sistemas para la Defensa de España), y el SCaN (Space Communication and Navigation) de la NASA ha asignado las operaciones y el mantenimiento al Jet Propulsion Laboratory (JPL). SCaN tiene otras dos antenas de 70 m cada una en Goldstone (California, EEUU) y en Canberra (Australia).
- La DSS-65 de 34 m.
- La DSS-54 de 34 m.
- La DSS-55 de 34 m.
- La DSS-53 y la DSS-56, adjudicado el contrato de construcción a Acciona Construcción S. A. por 4.666.829,76 €, con un valor estimado del contrato de 7. 557.619,04 €.
Segunda fase del montaje de la nueva antena DSS-56 |
Las antenas de tipo Cassegrain o de doble reflector
La antena DSS-63 tipo Cassegrain del MDSCC |
En el primer tipo, el hiperboloide suele presentar la parte convexa hacia el reflector principal y en el tipo gregoriano el elipsoide reflector suele presentar la parte cóncava
Para ampliar información, puedes consultar el siguiente trabajo:
Antenas con reflector parabólico
Museo del Centro de Visitantes del MDSCC |
Se dedica una atención especial a la información sobre las sondas Voyager y Pioner 10 de exploración, actualmente viajando por los confines del Sistema Solar y más allá, porque su seguimiento es uno de los principales cometidos de la estación.
Lo más destacable del museo es que nos permite hacernos una idea general de los muchos proyectos de la NASA a lo largo de los últmos 50 años. Y como curiosidad, podemos ver una roca lunar traída por el Apollo 15 y cedida en préstamo por la NASA el 27/10/2011 al Complejo de Comunicaciones Espaciales de Madrid.
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Roca lunar traída por el Apollo 17
y entregada al presidente del Gobierno
Museo Geominero, 2019
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En el museo MDSCC podemos ver un fragmento de roca traído desde la Luna por el Apollo 15. Ha sido cedido en préstamo por la NASA en agradecimiento al importante papel de las estaciones espaciales de seguimiento españolas durante la misiones Apollo.
Roca lunar regalada a Islandia |
La primera roca regalada a España por el gobierno de EE.UU. (cuatro fragmentos como granos de arroz) del Apollo 11, se entregó a Franco en agradecimiento al pueblo español, pero desde su fallecimiento está en paradero desconocido, dicen que se perdió en un incendio.
Otra roca lunar fue la que Neil Armstrong (Apolo 11) le entregó para Emilio Herrera a Manuel Casajust Rodríguez, uno de sus colaboradores, que sí acabó trabajando en la NASA, al contrario que Herrera, que declinó la invitación. También esa roca sigue desaparecida desde que alguien la sustrajera del Museo de Aeronáutica y Astronáutica de España (Getafe) en 2004.
El programa Voyager
Es uno de los programas espaciales a los que más atención dedica el museo MDSCC. Consta de dos sondas de exploración espacial destinadas a investigar los planetas más allá del cinturón de asterorides: Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno.
La Voyager 2 fue lanzada al espacio el 20/08/77, la Voyager 1 el 05/09/77.
Hoy en día el proyecto Voyager es controlado sólo por 10 personas del JPL (Jet Propulsion Laboratory) debido a que ya tiene una antigüedad de 40 años, falta presupuesto para su continuidad y puede que fallen los generadores de las naves en torno a 2025.
El programa Constellation
(Texto del museo)
A partir del accidente del transbordador Columbia en 2003 se comenzó a trabajar en el programa Constellation. En aquel momento, la ambición principal era poner de nuevo un hombre sobre la Luna con la intención de hacer una pasarela Tierra-Luna-Marte, además de acabar la construcción de la Estación Espacial Internacional (ISS). Orión sería la cápsula tripulada, muy inspirada en el módulo de mando de las misiones Apollo.
Los cohetes lanzadores de este programa eran, inicialmente, la familia de los Ares.
En 2010 los recortes presupuestarios de la administración Obama cancelaron por completo el programa Constellation, por lo que la agencia espacial estadounidense perdía la autonomía para poder hacer viajes tripulados al espacio, viendo caer la sombra del fin de los transbordadores espaciales (1981-2011).
A partir de ahí los americanos tendrían que pagar a los rusos para viajar en sus naves Soyuz. Finalmente, para no desechar todo el trabajo realizado, Obama decidió aprobar de forma muy limitada la cápsula Orión y un lanzador llamado SLS (Space Launch System), lo que provocó que la cápsula Orión evolucionara y se desarrollara, dando paso a la nueva MPCV (Multi Purpose Crew Vehicule) con un avanzado sistema de seguridad que podría evolucionar hasta poder hacer viajes a la Luna. El factor clave de su desarrollo es el ahorro que generará. Actualmente el precio por asiento para viajar a la ISS, alquilado a Rusia, tiene un coste de 50-60 mill. de $.
(Texto del museo)
A partir del accidente del transbordador Columbia en 2003 se comenzó a trabajar en el programa Constellation. En aquel momento, la ambición principal era poner de nuevo un hombre sobre la Luna con la intención de hacer una pasarela Tierra-Luna-Marte, además de acabar la construcción de la Estación Espacial Internacional (ISS). Orión sería la cápsula tripulada, muy inspirada en el módulo de mando de las misiones Apollo.
Cápsula Orion, Museo del MDSCC |
A partir de ahí los americanos tendrían que pagar a los rusos para viajar en sus naves Soyuz. Finalmente, para no desechar todo el trabajo realizado, Obama decidió aprobar de forma muy limitada la cápsula Orión y un lanzador llamado SLS (Space Launch System), lo que provocó que la cápsula Orión evolucionara y se desarrollara, dando paso a la nueva MPCV (Multi Purpose Crew Vehicule) con un avanzado sistema de seguridad que podría evolucionar hasta poder hacer viajes a la Luna. El factor clave de su desarrollo es el ahorro que generará. Actualmente el precio por asiento para viajar a la ISS, alquilado a Rusia, tiene un coste de 50-60 mill. de $.
La Voyager 1 a bordo del Titan III/Centaur |
Es uno de los programas espaciales a los que más atención dedica el museo MDSCC. Consta de dos sondas de exploración espacial destinadas a investigar los planetas más allá del cinturón de asterorides: Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno.
La Voyager 2 fue lanzada al espacio el 20/08/77, la Voyager 1 el 05/09/77.
Hoy en día el proyecto Voyager es controlado sólo por 10 personas del JPL (Jet Propulsion Laboratory) debido a que ya tiene una antigüedad de 40 años, falta presupuesto para su continuidad y puede que fallen los generadores de las naves en torno a 2025.
Para tener una idea de la lejanía de dichas naves, las señales que se envían desde el MDSCC a la Voyager 1 tardan a la velocidad de la luz 14 horas y 20 minutos en llegar hasta ella y otro tanto en volver (28 horas 40 minutos en total).
La energía de las Voyager
Las sondas carecen de cohetes propulsores como tales, los propulsores que lleva sólo valen para pequeñas correcciones de orientación y rumbo. Aprovechan el impulso del lanzamiento, después utilizarán el impulso gravitatorio de los planetas para incrementar su velocidad y escapar de la atracción del Sol.
Además, cada sonda Voyager tiene generadores de electricidad para el funcionamiento de los aparatos de investigación y navegación.
La fuerza de propulsión catapultada
La propulsión principal de las sondas es doble: la proporcionada por los propulsores lanzadores de cohetes por fases y utilizando la “fuerza de propulsión catapultada” de Minovitch.
Minovitch resolvió el “problema de los tres cuerpos” (Sol, nave, planeta) y demostró que si una nave pasa cerca de un planeta que orbita alrededor del Sol puede apropiarse de parte de la velocidad orbital de ese astro y acelerar en dirección opuesta al Sol sin utilizar el combustible de propulsión de la nave.
Con estos dos tipos de impulso las sondas han podido escapar de la gravitación del Sol, saliendo del Sistema Solar, y se estima que superarán la Nube de Oort en unos 40.000 años (a 2 años luz de la Tierra).
La energía para operar los equipos
Cada una de las dos sondas espaciales Voyager obtiene la energía para sus instrumentos de investigación y navegación de tres generadores termoeléctricos de radioisótopos (RTG) con termopares bimetálicos, que producen calor mediante la desintegración del plutonio-238. Este calor se convierte en electricidad.
El RTG se puede considerar un tipo de batería, tiene un período de actividad de 87’7 años y también se ha utilizado en otros vehículos no tripulados, como las sondas Cassini y Galileo.
La eficiencia del plutonio-238 en las sondas Voyager se ve reducida con el tiempo a razón de 4 vatios de potencia menos al año. Ahora mismo esos RTG generan un 40% menos de energía que cuando se lanzaron hace 42 años, por lo que afecta al número de sistemas que pueden funcionar simultáneamente en las sondas.
Y para los cambios de orientación y los pequeños impulsos para modificar la trayectoria se utilizan propulsores catalíticos que se alimentan de hidracina N2-H4 líquida.
La energía de las Voyager
Las sondas carecen de cohetes propulsores como tales, los propulsores que lleva sólo valen para pequeñas correcciones de orientación y rumbo. Aprovechan el impulso del lanzamiento, después utilizarán el impulso gravitatorio de los planetas para incrementar su velocidad y escapar de la atracción del Sol.
Además, cada sonda Voyager tiene generadores de electricidad para el funcionamiento de los aparatos de investigación y navegación.
La propulsión principal de las sondas es doble: la proporcionada por los propulsores lanzadores de cohetes por fases y utilizando la “fuerza de propulsión catapultada” de Minovitch.
Minovitch resolvió el “problema de los tres cuerpos” (Sol, nave, planeta) y demostró que si una nave pasa cerca de un planeta que orbita alrededor del Sol puede apropiarse de parte de la velocidad orbital de ese astro y acelerar en dirección opuesta al Sol sin utilizar el combustible de propulsión de la nave.
Con estos dos tipos de impulso las sondas han podido escapar de la gravitación del Sol, saliendo del Sistema Solar, y se estima que superarán la Nube de Oort en unos 40.000 años (a 2 años luz de la Tierra).
Júpiter visto desde la Voyager 1 |
Cada una de las dos sondas espaciales Voyager obtiene la energía para sus instrumentos de investigación y navegación de tres generadores termoeléctricos de radioisótopos (RTG) con termopares bimetálicos, que producen calor mediante la desintegración del plutonio-238. Este calor se convierte en electricidad.
El RTG se puede considerar un tipo de batería, tiene un período de actividad de 87’7 años y también se ha utilizado en otros vehículos no tripulados, como las sondas Cassini y Galileo.
La eficiencia del plutonio-238 en las sondas Voyager se ve reducida con el tiempo a razón de 4 vatios de potencia menos al año. Ahora mismo esos RTG generan un 40% menos de energía que cuando se lanzaron hace 42 años, por lo que afecta al número de sistemas que pueden funcionar simultáneamente en las sondas.
Y para los cambios de orientación y los pequeños impulsos para modificar la trayectoria se utilizan propulsores catalíticos que se alimentan de hidracina N2-H4 líquida.
Antena de la ESA en Cebreros Fuente: Ayto. de Cebreros |
Formó parte de la red mundial de estaciones del espacio profundo del Jet Propulsion Laboratory (JPL) de la NASA durante más de 20 años. Levantada entre 1960 y 1962 bajo la designación oficial de Deep Space Station 62 (DSS 62), Cebreros tenía la misión de efectuar el seguimiento de las sondas estadounidenses Viking ─enviadas a Marte en 1975─ y Pioneer, lanzadas entre 1958 y 1978 para la exploración del Sol, Júpiter, Saturno y Venus.
La última misión de la NASA en la que participó la estación de Cebreros fue en el seguimiento de la sonda europea Giotto, enviada al espacio en 1985 para encontrarse con el cometa Halley. A partir de entonces, y poco a poco, la NASA perdió su interés por Cebreros y en 1986 decretó su cierre y entrega al Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA).
Abandonada y desmantelada desde entonces, el gobierno español cedió su utilización a la ESA por espacio de 75 años, que la rehabilitó y reinauguró a finales de 2005 con una antena de 35 m de diámetro que opera en recepción en banda X y en emisión y recepción en banda Ka (31,8-32,3 GHz).
LAS AGENCIAS ESPACIALES GUBERNAMENTALES
En España los estudios del espacio los lleva el INTA desde 1942, un organismo autónomo dependiente del Ministerio de Defensa, con un presupuesto de 190 millones de euros y 1976 empleados (datos de 2019).
Como comparación, la Agenzia Spaziale Italiana tiene un presupuesto de 1800 millones de euros, la UK Space Agency destina 500 millones de euros y la Canadian Space Agency 246 millones, datos de 2018. Afortunadamente, España pertenece a la Agencia Espacial Europea (ESA) y participa activamente en numerosos proyectos, contribuyendo con 701,7 millones de euros en 2019.
En 2018 existían 72 agencias espaciales gubernamentales, 14 de ellas disponen de capacidad para realizar lanzamientos (entre las que no está el INTA) y 6 agencias espaciales CNSA (China National Space Administration), ESA (European Space Agency), ISRO (Indian Space Research Organization), JAXA (Japan Aerospace Exploration Agency), NASA (National Aeronautics and Space Administration) y RFSA o Roscosmos (Russian Federal Space Agency) tienen capacidad completa para realizar lanzamientos; esto incluye la facultad de lanzar y recuperar varios satélites, desplegar motores de cohetes criogénicos y operar sondas espaciales.
Como comparación, la Agenzia Spaziale Italiana tiene un presupuesto de 1800 millones de euros, la UK Space Agency destina 500 millones de euros y la Canadian Space Agency 246 millones, datos de 2018. Afortunadamente, España pertenece a la Agencia Espacial Europea (ESA) y participa activamente en numerosos proyectos, contribuyendo con 701,7 millones de euros en 2019.
En 2018 existían 72 agencias espaciales gubernamentales, 14 de ellas disponen de capacidad para realizar lanzamientos (entre las que no está el INTA) y 6 agencias espaciales CNSA (China National Space Administration), ESA (European Space Agency), ISRO (Indian Space Research Organization), JAXA (Japan Aerospace Exploration Agency), NASA (National Aeronautics and Space Administration) y RFSA o Roscosmos (Russian Federal Space Agency) tienen capacidad completa para realizar lanzamientos; esto incluye la facultad de lanzar y recuperar varios satélites, desplegar motores de cohetes criogénicos y operar sondas espaciales.
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El INTA se creó ante la necesidad de que España contara con un centro dedicado a la investigación aeronáutica. Fue un proyecto ambicioso, pese a nacer en los difíciles años de la posguerra, pues se pensaba incluso en hacer una ciudad de la aeronáutica.
El 8 de mayo de 1963 se crea el CONIE (Comisión Nacional de Investigación del Espacio), extendiendo sus atribuciones al campo espacial.
El INTA dispone de cuatro instalaciones en España para el seguimiento de vehículos espaciales, tanto de sus propios satélites como de los satélites y vehículos espaciales de la ESA y de la NASA.
- Centro Europeo de Astronomía Espacial o ESAC. Estación para Comunicaciones con Vehículos Espaciales Europeos de la ESA, localizado en Villanueva de la Cañada, urbanización de Villafranca del Castillo.
- Estación de la Red del Espacio Lejano de la ESA en Cebreros (Ávila). Operada de forma remota desde el Centro Europeo de Operaciones Espaciales (ESOC) en Darmstadt, Alemania.
- Complejo de comunicaciones del espacio profundo de la NASA. Robledo de Chavela (M).
- Estación Especializada en satélites de Observación de la Tierra. Centro Espacial de Canarias, Maspalomas, con 30 antenas.
Antenas desactivadas de Telefónica en Buitrago de Lozoya Fuente: blog personal |
Desde el aire y recorriendo la sierra madrileña por carretera llama la atención la profusión de enormes antenas parabólicas que se ven. Algunas, las de mayor tamaño, ya las hemos referido, pero hay otras sobre las que nos preguntamos a menudo su uso y no solemos acertar a explicarnos. Las "otras" antenas son las siguientes:
- Estación de Seguimiento de Satélites Fresnedillas-Navalagamella, actualmente desvinculada de usos científicos, bajo control del Ministerio de Defensa y con acceso restringido a su personal.
- El antiguo Centro de Comunicaciones por Satélite (CCS) de Buitrago del Lozoya, operado por Telefónica. Actualmente son visibles 4 antenas de 30 m desactivadas. Inaugurado en 1970, parte de sus antenas y equipos fueron trasladados en 2003 al CCS de Guadalajara en Armuña de Tajuña. A principios la década de 1960, la NASA estableció la red MSFN (Manned Space Flight Network) para realizar el seguimiento de comunicaciones y telemetría de las misiones tripuladas. Para disponer de antenas más fácilmente orientables Madrid acabó albergando tres grupos de antenas prestando soporte al programa Apolo: las de Fresnedillas de la Oliva, las de Robledo de Chavela como apoyo y, desde principios de 1970, las de Buitrago del Lozoya. Las antenas de la entonces Compañía Telefónica Nacional de España tuvieron su bautismo espacial durante la misión Apolo 13: el 13 de abril de 1970.
- Centro de Control y Seguimiento de Hispasat (Arganda del Rey).
- En Yebes (Guadalajara), a unos 70 km. de Madrid, está situado desde 1974 el Centro Astronómico de Yebes, con un radiotelescopio 14 m en radomo y otro externo de 40 m. En breve se construirá un tercer radiotelescopio.
Radiotelescopio de 40 m de Yebes |
Principales características del RT40m Diámetro 40 m Diámetro del subreflector 3,28 m Montura Altacimutal Foco Nasmyth F/D 7,9 Rango de frecuencias de uso 2 a 115 GHz Receptores S/X (2,3 y 8,4 GHz) C (3,3, 5 y 6 GHz) K (22 GHz) Q (45 GHz) W (85 a 115 GHz) |
Efemérides del INTA
- 1942 Fundación del INTA (Instituto Nacional de Técnica Aeronáutica).
- 1960 Primer acuerdo de cooperación con la NASA. Misiones Mercury.
- 1963 Nueva denominación: Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial «Esteban Terradas».
- 1974 INTASAT, primer satélite español. Lanzado al espacio por la NASA en noviembre de ese año.
- 1977 Creación del Ministerio de Defensa.
- 1986 Primera Ley de la Ciencia: el INTA se convierte en OPI (Organismo Público de Investigación).
- 1991 Inauguración del LAEFF (Laboratorio de Astrofísica Espacial y Física Fundamental. INTA - CSIC - Universidad).
- 1992 HISPASAT, primer programa español de satélites de comunicaciones.
- 1997 MINISAT 1, primer satélite lanzado al espacio desde España (Canarias). Desarrollado por el INTA.
- 2003 Inauguración del Centro de Astrobiología, CAB (INTA-CSIC)
- 2004 NANOSAT 1, primer nanosatélite desarrollado en el INTA.
- 2005 XTAR-EUR, primer satélite español para comunicaciones militares.
- 2009 NANOSAT 1B, lanzado al espacio en julio. Segundo de la serie y desarrollado en el INTA.
- 2013 OPTOS, primer picosatélite del INTA (menos de 3 kg de peso).
- 2015 Integración de los centros de I+D de Defensa en el nuevo INTA (RD 925/2015).
- El Instituto Tecnológico “La Marañosa” (ITM) se integra en el INTA, hoy transformado en la Subdirección General de Sistemas Terrestres.
- Tras cumplir cerca de cumplir 90 años, el Canal de Experiencias Hidrodinámicas de El Pardo (CEHIPAR), se convierte en la Subdirección de Sistemas Navales del INTA.
- 2016 Aceptación oficial del centro europeo GSC-Galileo, situado en el INTA-Torrejón.
NOTAS:
El material recogido durante las misiones Apolo tiene un gran interés científico y también un indudable valor histórico dentro de la exploración espacial de la humanidad. Estados Unidos puso en marcha dos programas de regalos institucionales de piedras lunares, el primero en 1970 (Apolo XI) y el segundo en 1973 (Apolo XVII). En estas fechas, Francisco Franco recibió las dos muestras que se encontraban embutidas en esferas de plástico y acompañadas de la bandera de España (que acompañaron a los astronautas a la Luna) y placas grabadas. El primer regalo se encuentra en paradero desconocido y el segundo lo custodia el Museo Naval de Madrid, gracias a la donación del hijo de Carrero Blanco. Hermógenes G. Sanz fue el primer español que tocó una piedra lunar, participando en la publicación de la edad del material recogido en la Apolo XI (Albee et al., 1970). Antonio Travesí estudió los elementos traza del material lunar (Apolo XI+XII) que la NASA envió a España (Travesí et al., 1972). Manuel Casajust Rodríguez, discípulo de Emilio Herrera Linares, inventor del traje estratosférico en 1934 (Atienza, 1994), recibió una piedra lunar de manos de Neil Armstrong. Tras permanecer un tiempo en el Museo del Aire (Madrid), hoy en día está desaparecida. En 1970 se expuso una roca lunar (Apolo XI) en Madrid y Barcelona. Tras finalizar la exposición en la ciudad condal, la muestra debió ser estudiada por Juan Oró Florensa. Actualmente este ejemplar se encuentra también desaparecido.
ENLACES
El Instituto Nacional de Tecnología Aeroespacial
Efemérides del INTA
Del ITM a la Subdirección de Sistemas Terrestres
La estación espacial de Fresnedillas-Navalagamella y el Museo Lunar
La estación de seguimiento del proyecto Apollo en Fresnedillas de la Oliva
La estación espacial de Fresnedillas propiedad de Defensa
Museo Lunar de Fresnedillas de la Oliva
La estación espacial del espacio profundo de Robledo de Chavela
El Complejo de Comunicaciones del Espacio Profundo de Madrid
Algunos equipos empleados en la investigación espacial en España, las antenas de Robledo de Chavela
Deep Space Station 63 (DSS-63) Anniversary
Entrevista a Anthony Carro, representante de la NASA en España
Anthony Carro, entrevista 01/04/2018
Entrevista a Pablo Pérez-Zapardiel, exdirector de la estación de seguimiento espacial de Robledo de Chavela
Ángel Martín Álvarez, Director del MDSCC de Robledo de Chavela
La estación espacial del espacio profundo de la ESA
Inaugurada la estación del espacio profundo de la ESA en Cebreros
La antena de la ESA de Cebreros
Miscelánea
La NASA restauró su histórico Centro de Control y ahora luce el glorioso aspecto retro de cuando el hombre llegó a la Luna en 1969
Las antenas abandonadas de Telefónica en Buitrago de Lozoya
Diez años del cierre del Centro de Comunicaciones por Satélite de Buitrago
Observatorios astronómicos en España
Generador termoeléctrico de radioisótopos
La idea matemática que hizo volar al Voyager
Construcción de la nueva antena DSS-56
Antenas con reflector parabólico
El cazador de rocas lunares
El polvo lunar mataría las células de los astronautas
Radioastronomía en España, el radiotelescopio de 14 m de Yebes
Los radiotelescopios del observatorio astronómico de Yebes
Agencias espaciales gubernamentales europeas
La estación espacial de Fresnedillas propiedad de Defensa
Museo Lunar de Fresnedillas de la Oliva
La estación espacial del espacio profundo de Robledo de Chavela
El Complejo de Comunicaciones del Espacio Profundo de Madrid
Algunos equipos empleados en la investigación espacial en España, las antenas de Robledo de Chavela
Deep Space Station 63 (DSS-63) Anniversary
Entrevista a Anthony Carro, representante de la NASA en España
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